Según se afirma en la escuela Madhyamaka, habitualmente concebimos las cosas como si existieran en y por sí mismas, por lo que creemos que cuando señalamos lo que llamamos un carro, según el ejemplo clásico, o una silla, allí hay realmente un carro o una silla. Así pues, parecería seguirse que cuando examinásemos la silla con mayor detenimiento halláramos la silla. Si nos hiciésemos con un juego de herramientas y desmontásemos la silla, nos encontraríamos con cuatro patas, un asiento y un respaldo. Ninguno de ellos, tomados individualmente, es la silla. Esto no es de extrañar, ya que precisamente consideramos que la silla es el conjunto de estas partes montadas de una forma determinada. Así pues, podemos decir que, en consecuencia, la silla es la reunión en orden de las partes. ¿Pero dónde se encuentra la reunión? Tampoco puede encontrarse entre las partes. Así pues, las partes, incluso cuando se montan correctamente, no son la silla objetivamente existente que habíamos señalado. La silla está ausente y esta ausencia es la vacuidad de la silla.
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