tag:blogger.com,1999:blog-49872878031748982632024-03-14T00:34:48.913+01:00Revista NADA - NIHILISMORevista online y portal de noticias sobre nihilismo, epicureísmo, escepticismo, vitalismo, cinismo y pesimismo.MMhttp://www.blogger.com/profile/03884614183518229292noreply@blogger.comBlogger112125tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-50399479348618706532014-07-02T12:03:00.002+02:002016-11-29T22:17:01.621+01:00Nos mudamos a revistaNADA.COMNueva dirección de la <a href="https://revistanada.com/" target="_blank"><b>revista NADA</b></a>Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-31231810930893402532014-07-01T00:22:00.000+02:002016-12-29T08:49:08.509+01:00Individualismo, por Louis Simon<a href="https://revistanada.com/2014/06/30/individualismo-por-louis-simon/">Individualismo, por Louis Simon<br />
</a>Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-32272969567532326222014-06-30T15:42:00.001+02:002016-12-29T08:52:22.652+01:00Autoridad y Dominación<a href="https://revistanada.com/2014/06/30/autoridad-y-dominacion/">Autoridad y dominación</a>Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-33242198727307951032014-06-30T15:27:00.000+02:002014-07-01T02:04:50.537+02:00El falso principio de nuestra educación (Max Stirner)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL1j3Dx0uB-rUmmQVWBuRsRujadZsHZFblhla4KjGqHb1-w4uHjIFvdF6VL7SGwQTIGEq06ySBMBP2_JoclVYwZA1EH63-rjt6g0eSiXe0YHIBJaiwsnQ2eTyB3EXAeWAtPa9yQdOAYPwc/s1600/stirner.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhL1j3Dx0uB-rUmmQVWBuRsRujadZsHZFblhla4KjGqHb1-w4uHjIFvdF6VL7SGwQTIGEq06ySBMBP2_JoclVYwZA1EH63-rjt6g0eSiXe0YHIBJaiwsnQ2eTyB3EXAeWAtPa9yQdOAYPwc/s1600/stirner.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestra época pugna por encontrar la palabra que defina a su Espíritu; se suceden los nombres que pretenden ser el verdadero verbo. Por doquier reina en nuestro tiempo el más alegre desconcierto entre los diferentes partidos. Los aguiluchos del presente se agolpan en torno a la herencia descompuesta del pasado. Los cadáveres políticos, sociales, religiosos, artísticos y morales se amontonan ya por todas partes. Y si nadie los elimina de una vez para siempre seguirán infestando el aire y sofocando el aliento de los vivientes. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La época no hallará su justa palabra sin nuestro empeño, y todos debemos participar en ello. Pero, si tanto nos concierne, debemos preguntarnos, y con razón, qué se ha hecho y se piensa hacer de nosotros; debemos preguntarnos por esa educación con la que se nos pretende hacer capaces de crear aquella palabra. ¿Se educan a propósito nuestras disposiciones para que seamos creadores, o se nos trata puramente como criaturas cuya naturaleza no admite más que la doma? Es una cuestión tan crucial como sólo puedan serlo cualquiera de las cuestiones sociales y, más aún, es la más vital de todas ellas por cuanto las cuestiones sociales se asientan sobre aquella premisa. Sed algo más capaces y vuestras obras serán también más capaces; sed “cada uno de vosotros más pleno en sí mismo” y vuestra sociedad, vuestra vida comunitaria, será también más plena. De ahí que, por encima de todas las cosas, nos preocupe aquello que se hace de nosotros en la época de nuestra educación. De ahí que el problema de la educación sea una cuestión vital. Es algo que en nuestros días salta suficientemente a la vista, tanto más cuanto que desde hace años ese tema se debate con un ardor y una franqueza que sobrepasan con mucho -si más no, porque no se las tiene que ver con los obstáculos de un poder arbitrario- el de las controversias políticas. Un honorable veterano que, como el difunto profesor Krug, supo conservar su vigor y su ambición hasta una avanzada edad, el profesor Theodor Heinsius, ha tratado recientemente de avivar una vez más el interés por esta cuestión con un pequeño libelo. Lo titula “Concordato entre la escuela y la vida o la mediación entre el Humanismo y el Realismo, considerado desde un punto de vista nacional. Berlín 1842”. Dos son los partidos que pugnan por la victoria, recomendándonos cada uno de sus respectivos principios educativos como el mejor y más adaptado a nuestras necesidades: los Humanistas y los Realistas. Sin que pretenda desavenirse con unos o con otros, Heinsius discurre tan suave como conciliadoramente, creyendo mostrar lo justo de ambos principios y cometiendo, en realidad, la mayor injusticia al problema mismo al tratarlo con tal cortante perentoriedad. Ese escarnio contra el espíritu de la cuestión sigue siendo la irremediable herencia de todos los mediadores pusilánimes. Los “concordatos” no son más que recursos equívocos: </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡O el pro o el contra! ¡Franco como un hombre! Y sobre el estandarte: ¡Ser esclavo o ser libre! También los dioses descendieron del Olimpo, para luchar desde los bastiones de su partido. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Antes de llegar a sus propias propuestas, Heinsius expone una visión sucinta del desarrollo histórico desde la Reforma. El período comprendido entre la Reforma y la Revolución -lo que sin más fundamentos deseo suscribir, pues pienso desarrollarlo más detalladamente en otro lugar- se caracteriza por la relación entre quienes detentan la mayoría de edad y los que no la tienen, entre los dominantes y los servidores, entre los poderosos y los dominados y es, en suma, una época de servidumbre. Dejando al margen otras razones que pudieran justificar una superioridad, erigió la educación como la potestad de quien detentaba el poder sobre los débiles y desposeídos, convirtiéndose el sabio, fuera grande o mediocre, en el poderoso, fuerte e impositor: en una autoridad. No todos podían estar llamados a este poder y esta autoridad, y por ello tampoco la educación estaba destinada a todos, pues una educación general se contrapone a aquel principio. La educación proporciona la superioridad y convierte en señor: por eso en aquella época de señoría constituía un instrumento para el desempeño del poder. Tan sólo la revolución fue capaz de echar a pique la economía de señores y siervos, instaurando el principio vital: ¡Que cada cual sea su propio señor! A ello iba ligada la necesaria consecuencia de que la educación, la cual, ciertamente, proporciona el señorío, se convirtiera a partir de entonces en una educación universal, planteándose así la tarea de buscar una educación verdaderamente universal. La aspiración a esa formación universal que fuera accesible para todos tuvo que desembocar en una lucha contra la educación exclusivista tan tenaz- mente mantenida y, en este sentido, la Revolución también tuvo que desenfundar sus armas contra la aristocracia de la época de la Reforma. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La idea de una educación universal chocó con el principio de la formación exclusivista, desencadenándose una guerra y unas luchas que se han venido sucediendo, a lo largo de diferentes etapas y bajo las más diversas banderas, hasta nuestros días. Heinsius ha designado los campos litigiosos de este combate con los nombres de Realismo y Humanismo, nombres que conservaremos como los más idóneos por poco acertados que sean. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hasta el siglo XVIII, en que la Ilustración comenzó a difundir sus luces, la llamada educación superior se encontraba, sin el menor veto, en manos de los humanistas y se basaba exclusivamente en la interpretación de los clásicos de la Antigüedad. Junto a ella existía otra educación que, aún apoyándose en el modelo de la Antigüedad, se basaba fundamentalmente en el estudio minucioso de la Biblia. Que en ambos casos se eligiera la mejor formación del mundo antiguo como única materia de enseñanza muestra cuán poco valor con cedía a la vida y cuán lejos nos hallábamos de crear las formas de la belleza a partir de nuestra propia originalidad y el contenido de la verdad a partir de nuestra propia razón. Forma y materia era algo que debíamos aprender, y no éramos por consiguiente, más que aprendices. Y así como el mundo antiguo señoreaba sobre nosotros a través de los clásicos y de la Biblia -lo que puede verificarse históricamente-, así también el señorío o la servidumbre se convirtieron en la esencia de toda nuestra actividad. Esas características propias de la época nos explican así por qué se aspiraba tan ingenuamente a la “educación superior” y se ponía tanto empeño en distinguirse mediante ella del pueblo común. Aquel que tenía formación se convertía por eso mismo en señor del inculto. Y una educación popular se consideraba impropia pues el pueblo debía permanecer, frente al señor culto, en la casta de los laicos, admirando y venerando el señorío ajeno. Fue así como el saber evolucionó, sobre la base del latín y el griego, al romanismo. Sin embargo, no pudo evitarse que esta educación cayese con el tiempo en lo puramente formal, ya fuera porque únicamente era capaz de conservar las puras formas, el simple esqueleto del arte y la literatura de una Antigüedad muerta y enterrada desde tiempos remotos, 0, sobre todo, porque el dominio sobre los demás hombres no podía conseguirse ni mantenerse más que a través de lo formal: sólo se requiere un cierto grado de habilidad espiritual para desempeñar la hegemonía sobre los inhábiles. La llamada educación superior era, por ese mismo motivo, una formación elegante, una sensus omnis elegantiae, una formación del gusto y del sentido de las formas que, a fortiriori, amenazaba con convertirse en una simple educación gramatical -la cual llegó a perfumar hasta tal punto la lengua alemana con las esencias del latium que incluso en nuestros días podemos admirar las más exquisitas construcciones sintácticas latinas en obras como la reciente “Historia del Estado pruso-brandenburgués. Un libro para todos”, de Zimmermann. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fue a partir de la Ilustración cuando el espíritu de la oposición se alzó contra ese formalismo. Y fue entonces cuando la reivindicación de una formación humana accesible a todos se añadió al reconocimiento de los derechos inalienables y generales del hombre. La educación de los Humanistas mostraba claramente la ausencia de una formación real capaz de llegar a la propia vida, planteando así la necesidad de una educación práctica. Si se llegaba a introducir las materias de la vida en la escuela y ofrecer a través de ella algo que todos pudieran utilizar, si se conseguía atraer a todos a esta preparación para la vida y destinar la escuela a ella, también se volverían superfluos los señores sabios y su saber exclusivo, y el pueblo pondría fin a su condición de laico. Acabar con la casta de sacerdotes del saber y la del pueblo laico es el objetivo al que aspira el Realismo y la razón por la que éste deja a sus espaldas al Humanismo. La apropiación de las formas clásicas de la Antigüedacl comenzó a dejarse de lado y, con ello, el señorío de la autoridad perdió su nimbo. La época se insurgió contra el tradicional respeto por la sabiduría, como se rebeló contra todo tipo de veneración. El privilegio, fundamental de los sabios, la formación general se convirtió en un beneficio de todos. Y sin embargo, se preguntaban: ¿qué otra cosa es la formación general sino la facultad, por decirlo trivialmente, de “hablar sobre todas las cosas” o, por expresarlo más seriamente, de señorear sobre todas las materias? Se constató que la escuela no sólo estaba rezagada respecto de la vida por sustraerse al pueblo, sino también por haber omitido una formación universal en beneficio de la educación exclusiva, dejándose de fomentar en las escuelas el aprendizaje de toda una serie de materias que la vida misma nos imponía. Y en realidad, se pensaba, la escuela debe establecer las directrices de nuestra conciliación con todo lo que la vida nos depara, procurando que ninguno de los objetos con los que tengamos que encontrarnos en el futuro resulten completamente extraños y ajenos al ámbito de nuestro dominio. Por eso se trató con la mayor urgencia de llegar a una familiarización con las cosas y contextos del presente, adaptándose una pedagogía susceptible de aplicarse a todos, pues tenía que satisfacer la necesidad común a todos de reconocerse en el mundo y en la época. Y fue así cómo los fundamentos de los derechos humanos adquirieron vida y realidad en el campo de la pedagogía: la igualdad, en la medida en que aquella formación comprendía a todos, y la libertad, toda vez que el aprendizaje de materias útiles llevaba a la independencia y la autonomía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Comprender lo pretérito, como enseña el Humanismo, y aprehender lo presente, como aspira el Realismo, no conduce conjuntamente sino al poder sobre lo temporal. Pero eterno, sólo lo es el Espíritu que se comprende a sí mismo. Por esa razón, la igualdad y la libertad no adquieren en aquellos más que una existencia subordinada. Por supuesto que sería posible la igualdad respecto del otro y la emancipación de su autoridad. Pero de la igualdad consigo mismo, de la igualación y conciliación de nuestro hombre temporal y eterno, de la elevación de nuestra naturalidad y espiritualidad, en suma, de la unidad y omnipotencia de nuestro Yo que se basta a sí mismo en la medida en que nada extraño deja fuera de sí, de todo eso apenas puede percibirse la menor alusión en aquel principio. Y si la libertad aparece en él, ciertamente, como la independencia frente a la autoridad, seguía vacía en cuanto a su autodeterminación y no suscitaba los actos de un hombre libre en sí ni la autorrevelación de un Espíritu irreverente rescatado de las fluctuaciones de la reflexión. El hombre formalmente cultivado ya no sobresaldría por encima de la superficie llana de la formación general como un ser “elevadamente civilizado” y un hombre “unilateralmente cultivado” (el cual, por supuesto, obtenía en calidad de tal, una incontestable dignidad, puesto que toda formación está destinada a florecer en las más diversas unilateralidades de la formación especializada); el que había sido formado de acuerdo con el principio del Realismo tampoco sobrepasaba la igual- dad respecto de otros y la libertad respecto de otros, no había superado, en fin al llamado “hombre práctico”. Es cierto que la vacua elegancia del humanista, del dandy, no podía evitar su fracaso; sólo el vencedor podía sacarle brillo al verdete de la materialidad, sin ser por ello más elevado que un insípido industrial. El dandismo y el industrialismo pugnan, en consecuencia, por conseguir el botín de encantadores muchachos y muchachas y truecan seductoramente sus aprestos: el dandy hace gala de su descarado cinismo, al tiempo que el industrial hace acto de presencia con su ropa inmaculada. En vano: la madera joven de la maza de armas del industrial acabará resquebrajando el reseco bastón del dandy. Mas, ¡ah! reseca o fresca, la madera seguirá siendo madera y la viva llama del Espíritu acaba consumiéndola en su fuego. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y por qué tiene que sucumbir también el Realismo si, a fin de cuentas -para que iríamos a negarle esta cualidad-, ha adoptado precisamente todo lo que el Humanismo tenía de bueno? Pues no cabe duda de que es capaz de asimilar aquellos aspectos inalienables y verdaderos del Humanismo, de la formación formal, lo que viene facilitado por la ya posible cientificidad y consideración racional de todas las materias de enseñanza (podemos recordar, a modo de ilustración, las contribuciones de Becker en el terreno de la gramática alemana); y es gracias a esa significación que el Realismo puede aplastar a sus enemigos desde una sólida posición. En la medida en que el Realismo, lo mismo que el Humanismo, parten de que el objetivo de toda educación es la habilidad del hombre, coincidiendo ambos, por ejemplo, que debe lograrse la familiaridad lingüística con todos los giros del lenguaje, la familiaridad matemática con todos los giros de las demostraciones, etc., es decir en conseguir la maestría en el manejo de las cosas, un dominio, en fin, sobre ellas, no está descartado, ciertamente, que el Realismo se proponga como su último objetivo la formación del gusto y la actividad formadora, como de hecho sucede ya en parte. En efecto, todas las materias de la educación adquieren una dignidad solamente cuando los muchachos aprenden a hacer algo con ellas, a utilizarlas. Sólo debe enseñarse, en consecuencia, lo que es útil y provechoso, como desean los Realistas. Y en la formación, la generalización, la exposición, no debe buscarse más que el provecho, sin que nadie pueda eximir- se de esta exigencia humanista. Los Humanistas tienen razón al decir que lo fundamental es la educación formal, pero no la tienen al considerar que esta educación no tiene lugar en el dominio de todas y cada una de las materias. Los Realistas, por su parte, aciertan al considerar que en la escuela pueden tratarse todas las materias, pero hierran cuando no quieren comprender que la educación formal constituye el objetivo fundamental. Por esa razón, desmintiéndose a sí mismo y no entregándose a las seducciones materialistas, el Realismo podría superar a su contrincante, al tiempo que reconciliarse con él. ¿Por qué entonces nos seguimos enfrentando al Realismo? </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Realmente ha desechado la corteza del viejo principio y se encuentra a la altura de nuestro tiempo? Es en virtud de esta pregunta que debemos emitir nuestro juicio: ¿Se adhiere el Realismo a la idea que nuestra época ha conquistado como su bien más dorado, o bien se mantiene estacionario en un lugar rezagado? Mas debe hacernos reflexionar ese inextirpable temor con que los Realistas se amedrentan ante la abstracción y la especulación, razón por la que mencionaré aquí algunos pasajes de Hensius que en este aspecto no transige con los inflexibles Realistas y me eximen de algunas acotaciones que resultarían baladíes. Así, en la página 9 escribe: “En las instituciones de enseñanza superior se oía hablar de los sistemas filosóficos de los griegos, de Aristóteles y Platón, así como de los modernos, de Kant, quien había señalado la indemostrabilidad de las ideas de Dios, de la libertad y la inmortalidad, de Fichte, quien había substituido la idea de Dios por la de un orden moral universal, de Schelling, Hegel, Herbart y Krause, y de todos los nombres de descubridores y reveladores de saberes supraterrenales. ¿Pero qué vamos a hacer, qué va a hacer la nación alemana -se decía- con esa cháchara idealista que ni pertenece a las ciencias empíricas y positivas, ni a la vida práctica, y ni siquiera es provechosa para el Estado? ¿De qué nos sirve ese oscuro saber que confunde el Espíritu de la época y sólo conduce al escepticismo, que sólo divide las almas y aleja a los discípulos de las cátedras de sus apóstoles, que no hace sino llenar de tinieblas nuestra lengua nacional al convertir los conceptos más transparentes del sano juicio humano en enigmas místicos? ¿Acaso es esta la sabiduría que convertirá nuestra juventud en hombres virtuosos, en reflexivos seres racionales, en responsables ciudadanos, en trabajadores útiles y diligentes en sus respectivas profesiones, en esposos amantes y padres celosos del bienestar hogareño?”. Y en la página 45 se dice: “Echemos una mirada a la filosofía y la teología, ensalzadas como las ciencias del pensamiento y la fe que proporcionan el bienestar del mundo. ¿Qué se ha hecho de ellas después de tantas disputas, desde que Leibniz y Lutero abrieran sus derroteros? El dualismo, el materialismo, el espiritualismo, el naturalismo, el panteismo, el realismo, el idealismo, el supernaturalismo, el racionalismo, el misticismo, y tantos y tantos ismos abstrusos de especulaciones y sentimientos extravagantes, ¿qué bendición han aportado al Estado, la Iglesia, las artes y la cultura del pueblo? Es cierto que el pensamiento y el saber han ampliado sus límites. ¿Pero, acaso se ha vuelto más claro el primero, más firme el segundo? La religión, en tanto que dogma, es más pura, pero la fe subjetiva es más confusa y débil, y sus fundamentos se han desmoronado, han crujido a los embates de la crítica y la hermeneútica, cuando no han sido degradados por la charlatanería y una farisea santidad falsa. ¿Y la Iglesia? ¡Ah! De su existencia no queda ya más que la división y la decrepitud! ¿No es eso cierto?” ¿Y por qué motivo se muestran los Realistas tan adversos hacia la filosofía? Porque desconocen su oficio y porque, en lugar de ensanchar sus límites, ponen todo su empeño en empequeñecerse. ¿Y a qué ese odio a la abstracción? Porque ellos mismos son abstractos, porque abstraen su propia plenitud, el impulso hacia la verdad redentora. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Es que queremos poner la pedagogía en manos de los filósofos? ¡Nada de eso! Se mostrarían lo suficientemente torpes en estas lides. Se la debe confiar solamente a quienes son más que filósofos y, por eso mismo, infinitamente más que los Humanistas y los Realistas. Estos últimos han intuido acertadamente que también los filósofos se precipitan a su fin, pero ni siquiera han sospechado que a su fin le seguirá un nuevo nacimiento: ellos hacen abstracción de la filosofía para buscar sus objetivos en el firmamento, saltan por encima de ella -para desplomarse en el abismo de su propia vacuidad. Ellos son, como el eterno judío, inmortales, mas no eternos. Sólo los filósofos pueden morir para hallar en la muerte su propia identidad; con ellos muere también el período de la Reforma, la época del saber. Sí, efectivamente, el saber mismo tiene que perecer para nacer de nuevo como voluntad. La libertad de pensamiento, de fe y de conciencia, esa deliciosa flor de tres siglos, regresará al regazo de la madre tierra para que la nueva libertad de la voluntad pueda nutrirse de sus más nobles sabías. El saber y su libertad fueron el ideal de aquella época que culminó definitivamente en los cielos de la filosofía: en su cumbre, el héroe se construirá su propia pira para entregarse en holocausto a su lugar eterno del Olimpo. Con la filosofía se cierra el período de nuestro pasado. Y los filósofos son los Rafaeles del período del pensamiento en los que el viejo principio llegó a la plenitud de su reluciente y ostentoso colorido, cuyo rejuvenecimiento lo convierte de un principio temporal en un principio eterno. Quien a partir de ahora pretenda conservar el saber, éste lo perderá; y quien, al contrario, renuncie a él, este lo obtendrá. Sólo los filósofos están llamados a esa renuncia y ese beneficio: son ellos quienes se encuentran ante el fuego ardiente, ellos quienes deben poner fuego a la corteza terrenal, lo mismo que el héroe desfallecido, para liberar el Espíritu imperecedero. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Debe hablarse de manera comprensible en la medida de lo posible. En ello reside precisamente el error de nuestro días: en que el saber no llega a su plenitud, ni alcanza la transparencia, y sigue siendo un saber material, formal, positivo, sin elevarse al saber absoluto, un saber, en fin, que nos lastra como un fardo. Del mismo modo debe abandonarse al olvido aquel pasado, debe sorberse el embriagador licor. de lo contrario no se llegará a sí mismo. Todo lo grande debe saber llegar a la muerte y elevarse con su propio fin; tan sólo el miserable acumula, cual un esclerótico funcionario imperial, actas sobre más actas, para presentarse a lo largo de siglos bajo la figura de delicadas porcelanas, como las imperecederas bagatelas chinas. El auténtico saber llega a su plenitud en el instante en que deja de ser saber para convertirse de nuevo en un instinto humano simple -la voluntad. Así, aquel que durante años haya reflexionado sobre su “oficio de ser hombre”, sumergirá en un mismo instante todas las cuitas y peregrinaciones de su indagación en un puro sentimiento, en un impulso progresivamente directriz en el que descubre aquél. El “oficio de ser hombre” que había buscado por los mil senderos y atajos de la reflexión se transforma, tan pronto se ha reconocido, en la llama de la voluntad moral, alumbrando el pecho de un hombre que ha recobrado la juventud y la ingenuidad, y no se devanea ya en la búsqueda. <br />
<br />
<b>Levántate alumno y baña sin descanso <br />
el pecho de la tierra en los rayos de la aurora.</b> <br />
<br />
Ese es el fin, al tiempo que la perennidad, la eternidad del saber, un saber que, convertido nuevamente en algo simple e inmediato, brota y se revela de nuevo en cada acto y bajo una nueva forma como voluntad. La voluntad no es auténtica, por así decirlo, al salir de su casa, como quisieran hacernos creer los prácticos, y no basta con saltar por encima del querer-saber para hallarnos súbitamente en el medio de la voluntad. Es el saber mismo el que se consuma en la voluntad en el momento en que se desensorializa y se engendra a sí mismo en tanto que Espíritu “que crea su propio cuerpo”. Por eso toda educación que no parta de esa muerte y este vuelo celeste del saber adolecerá de la temporalidad, formalidad y materialidad del dandismo y el industrialismo. Un saber que no se clarifique y se concentre, prolongándose en el querer, en otras palabras, un saber que se contente con el puro tener y la propiedad, en lugar de conjugarse plenamente consigo mismo, de tal manera que el Yo, en su libre despliegue, no se vea obstaculizado por ningún fardo de haberes expandiéndose por el mundo con la frescura de sus sentidos, un saber, en fin, que no llega a ser personal, no proporciona más que un bagaje insuficiente para la vida. No se quiere llevarlo a la abstracción que, sin embargo, confiere la auténtica bendición a todo concreto saber: pues sólo por medio de ella se da muerte realmente a la materia transformándola en Espíritu, y sólo en virtud de ella el hombre alcanza su propia y última liberación. Sólo en la abstracción es posible la libertad. El hombre libre es aquel que supera 1o dado e integra nuevamente todo lo que se ha extrañado de é1 en la unidad de su Yo. <br />
<br />
Si el impulso que guía nuestro tiempo, una vez conquistada la libertad del pensamiento, es su consecución hasta aquella plenitud en la que ella se convierte en libertad de la voluntad, el objetivo último de nuestra educación ya no puede ser, para cumplir esta libre voluntad, el simple saber, sino el querer que se engendra del saber; y la expresión explícita de aquello a lo que esta educación debe aspirar es: el hombre personal o libre. La verdad no consiste en otra cosa que en la revelación de sí mismo y a ello le corresponde, precisamente, la búsqueda de sí mismo, la liberación de todo lo ajeno, la más radical abstracción o descargo de toda autoridad, el renacer de la ingenuidad. Y este tipo de hombre auténtico no es el que proporciona la escuela; si en algún lugar existen hombres semejantes, lo será a pesar de la escuela. Esta nos convierte, eso sí, en dueños de las cosas, y en cualquiera de los casos, en dueños de nuestra propia naturaleza -pero no hace de nosotros naturalezas libres. Ningún saber por fundamental y extendido que sea, ninguna agudeza o ironía, ni ninguna astucia dialéctica nos ponen a salvo de la vulgaridad del pensar y el querer. No es realmente un mérito de la escuela el que no compartamos con ella el afán egoísta. Todos los tipos de envidia, todas las clases de usura, la avidez de puestos, la servidumbre mecánica el espíritu mediador, todo ello se remonta tanto al saber difundido cuanto a la elegante formación clásica, y si todas estas enseñanzas no llegan a ejercer la menor influencia en nuestra actuación moral, se debe a menudo al azar de haberlo dejado todo a la merced del olvido al no usarlo: uno se sacude así el polvo de las aulas. Y ello por la sola razón de que la educación se lleva a cabo únicamente en lo formal o lo material, cuando no en ambos a la vez en lugar de buscarse en la verdad, en la educación del verdadero hombre. <br />
<br />
El Realismo supone ciertamente un avance, puesto que sólo pide a sus alumnos que comprendan y descubran aquello que aprenden; Diesterweg, por ejemplo, no se cansa de hablar sobre el “principio vivencial”; desde esta perspectiva, las materias de enseñanza por sí mismas no constituyen la verdad, sino algo positivo (entre lo que también se incluye la religión) que el alumno puede conjugar y sintetizar con la suma de sus restantes saberes positivos. Sin embargo, no existe ahí ninguna elevación por encima de la vivencia y la contemplación groseras, ni ningún estímulo para proseguir el desarrollo del Espíritu, adquirido precisamente a través de esta contemplación, y producir a partir de él o, en otras palabras, ser especulativo, lo cual significa prácticamente tanto como ser y actuar moralmente, Se conforman con educar gente razonable, pero no se proponen formar hombres racionales. Quedan satisfechos con comprender las cosas y lo dado, pero no parece incumbirles el saber comportarse. De esta suerte, se promueve el sentido por lo positivo, ya sea en su aspecto formal o, a su vez, en el material, y se enseña -adaptarse a lo positivo. Lo mismo que en otros terrenos, en la pedagogía tampoco se deja que la libertad llegue a irrumpir, que la fuerza de oposición tome la palabra; lo que se desea, por el contrario, es la subordinación. Tan sólo se tiende a un adiestramiento formal Y material; sólo son sabios los que salen de las huestes de los Humanistas; sólo son “ciudadanos útiles” los que salen de los aposentos de los Realistas -y unos como otros no son más que hombres subordinados. Se sofoca violentamente nuestro buen fondo de rebeldía y, con él, el desarrollo del saber hacia la libre voluntad. <br />
<br />
El resultado al que lleva la vida escolar no es entonces otra cosa que el filisteismo. Así como de niños nos habituamos a las cosas que se nos presentan, así también nos familiarizamos y adaptamos posteriormente a la vida positiva y a la época, convirtiéndonos en sus esclavos y en lo que se ha dado en llamar ciudadanos honrados. ¿Dónde se fortalece el espíritu de la oposición, en lugar de la servidumbre que se ha ido alimentando hasta nuestros días? ¿Dónde se educa al hombre creador, en lugar del hombre estudioso? ¿Dónde el maestro se convierte en colaborador? ¿Y dónde se asume el saber en el momento en que se transforma en voluntad? ¿Dónde se erige como objetivo al hombre libre, en lugar de hacerlo con el hombre educado? Desgraciadamente eso sólo sucede en contados lugares. Y no obstante, debe generalizarse la idea de que la tarea más elevada de la humanidad no consiste en la formación, no consiste en civilizar sino en la autorealización. ¿Se perjudicará con ello la formación? Todo lo contrario: de la misma manera que tampoco renunciamos al libre pensamiento por incorporarlo a la libre voluntad. Cuando el hombre funda su dignidad en el sentimiento, el conocimiento y la realización de sí mismo, es decir en su sentimiento de sí, en su autoconsciencia y su libertad, entonces tiende por sí mismo a proscribir la ignorancia que convierte al objeto extraño y desconocido en un obstáculo y un límite de su autoconocimiento. Si, por el contrario, se lo forma, podrá adaptarse siempre y de la manera más sutil y formada a las circunstancias, pero sólo para convertirse en almas serviles. ¿Qué son en su mayor parte nuestros espirituales y educados sujetos? Nada más que ridículos propietarios de esclavos, cuando no simples esclavos. <br />
<br />
Los Realistas pueden presumir de una superioridad, la de no formar simples sabios sino ciudadanos razonables y provechosos. Sí, su contraseña “Educar a todos en función de la vida práctica” podría ser el lema de toda nuestra época, de no concebirse esa praxis en el sentido más vulgar de la palabra. Pues la verdadera praxis no es la de abrirse paso por las sendas de la vida, y el saber tiene suficiente dignidad para que no sea simplemente utilizado a fin de conseguir los objetivos prácticos de la vida. Antes al contrario, la más elevada praxis es aquella por la que el hombre libre se revela a sí mismo, y el saber que asume su propia muerte es la libertad vivificadora. ¡La vida práctica! Se cree haberlo dicho todo con esas palabras y, sin embargo, los mismos animales llevan una vida práctica desde el momento en que, llegado su destete teórico, corretean por los bosques y praderas en busca del placer que proporciona el alimento o son unidos al yugo -de cualquier negocio. Un docto en el alma animal como Scheitling llevaría la semejanza más lejos todavía, extendiéndola hasta el terreno de la religión, como puede verse en su “Teoría del alma animal”, una obra sumamente instructiva por esa misma razón, pues llega a acercar hasta el máximo el animal al hombre civilizado, y el hombre civilizado al animal. La “educación para la vida práctica” no forma más que personas de principios, incapaces de pensar y actuar sino en función de máximas, pero no forma hombres principales. Tan sólo forja Espíritus legales, pero no libres. ¡Que distintos son aquellos hombres en los que la totalidad de su pensamiento y de su acción se mece en un constante movimiento y rejuvenecimiento! ¡Que diferentes de aquellos que se mantienen fíeles a sus convicciones! Pues las convicciones son inalterables, no pulsan más que la misma sangre renovada a través del corazón, acaban petrificándose en cuerpos rígidos y tienen algo, por mucho que hayan sido adquiridos y no meramente aprendidos, de positividad y dignidad sagradas, De ahí que la educación realista sea capaz de formar caracteres firmes, aplicados y saludables, hombres inamovibles, fieles corazones, cosa que para nuestra degenerada raza no deja de ser un bien inapreciable. Pero caracteres eternos, aquellos cuya firmeza no reside más que en el incesante raudal de su autocreación y sólo son eternos porque a cada instante se crean nuevamente a sí mismos, haciendo brotar sus manifestaciones temporales a partir de la fuerza, perennemente fresca y joven, de su eterno Espíritu, esos caracteres no los formará nunca semejante educación. Lo que se suele llamar un carácter sano no es, en el mejor de los casos, más que una personalidad petrificada para llegar a su plenitud de sí misma, tiene que llegar a ser, a su vez, sufriente, tiene que contracturarse y estremecerse en la radiante pasión de un incesante rejuvenecer y renacer. <br />
<br />
Es así como las líneas radiales de toda educación convergen en un punto central que recibe el nombre de personalidad. El saber, por muy erudito o profundo, amplio y fundamental que pueda ser, sigue perseverando en su carácter de posesión, de propiedad, hasta que no llega a disolverse en el punto imperceptible del Yo, emanando omnipotentemente a partir de él como voluntad, como Espíritu suprasensible e ilimitado. Y el saber experimenta esta transformación cuando deja de depender de los objetos, cuando aparece como un saber de sí, o bien, si eso parece más inteligible, cuando se convierte en un saber de la Idea, en una autoconsciencia del Espíritu. Entonces se trueca, por así decirlo, en impulso, en instinto del Espíritu, en un saber sin conciencia del que todos podemos hacernos al menos una imagen comparándolo con tantas y tan amplias experiencias que se subliman en uno mismo en un sentimiento simple que llamamos tacto: todo el amplio saber que se ha desprendido de aquellas experiencias se concentra en un saber instantáneo que decide nuestros actos en un abrir y cerrar de ojos. Y es justamente a esa inmaterialidad a la que debe tender el saber, sacrificando sus partes mortales y convirtiéndose en inmortal -voluntad. <br />
<br />
En esa cuestión, en el hecho de que el saber no se purifique en la voluntad, en la afirmación de sí, en la pura praxis, reside gran parte de la miseria de nuestra educación. Los Realistas intuyeron este vacío, pero tan sólo para llenarlo de manera mezquina con la formación de “hombres prácticos” carentes de ideas y de libertad. La mayor parte de los seminaristas son la corroboración viviente de esta desdichada orientación. La educación debe ser exactamente lo contrario, debe convertirse en personas y, aun partiendo del saber, debe tener siempre presente su esencia, es decir, que el saber nunca ha de ser una propiedad, un tener, sino el Yo mismo. En una palabra, no es el saber el que debe constituir el centro de la educación, sino la persona que alcanza el despliegue de sí misma; la pedagogía no ha de pretender civilizar a los hombres, sino formar personas libres, caracteres soberanos, y la voluntad, tan duramente oprimida hasta ahora, no debe debilitarse más. ¿Si no se atenúa el impulso del saber, por qué ha de reducirse el impulso de la voluntad? Y si se estimula aquél, con la misma razón debe estimularse éste. La arbitrariedad y la indisciplina del niño tienen los mismos derechos que su afán de saber. A éste se lo alimenta esmeradamente. ¡También debe fomentarse la fuerza natural de la voluntad, la oposición! Que el niño no aprenda a sentirse a sí mismo, significa que no aprende lo más esencial. ¡Que no se sofoque su orgullo, su libertad! Frente a su insolencia, ni propia libertad siempre queda a salvo. Pues si su orgullo se trueca en terquedad, si el niño pretende doblegarme yo, que soy tan libre como pueda serlo el niño, tampoco tengo por qué tolerarlo. ¿Pero significa eso que deberé defenderme utilizando el fácil instrumento de la autoridad? ¡De ningún modo! Pero le opondré la fuerza de mi libertad hasta que la terquedad del niño se rinda por sí misma. Un hombre entero no necesita ser -una autoridad. Y cuando la libertad se convierte en descaro pierde precisamente esa fuerza que caracteriza, por ejemplo, el dulce poder de una auténtica mujer, de su maternidad, o de un hombre firme. Se ha de ser muy débil para acudir en auxilio de la autoridad, y muy perverso para creer que el descaro puede corregirse por convertirlo en temor. Exigir el temor y el respeto son cosas que pertenecen a la época pasada del Rococó. <br />
<br />
¿De qué nos lamentamos, pues, cuando nos referimos a los defectos de nuestra actual formación escolar? De que nuestras escuelas se asienten todavía sobre el viejo principio del saber sin voluntad. El nuevo principio, por el contrario, es el de la voluntad en tanto que purificación del saber. Por eso rechazamos todo tipo de “concordato entre la escuela y la vida” pues la escuela misma es la vida, y la autorevelación de la persona su tarea, tanto dentro como fuera de ella. La educación universal de la escuela debe ser una formación para la libertad, y no para la servidumbre. ¡Ser libres, esa es la verdadera vida! La constatación de la ausencia de vida que aquejaba al Humanísmo hubiera debido de conducir el Realismo a esta conclusión. Sin embargo, sólo se tuvo en cuenta que la formación humanista no capacitaba para la llamada vida práctica (burguesa, mas no personal) y, oponiéndose a la educación puramente formal, se orientó hacia una formación material, en la esperanza de que si daba a conocer las materias útiles para el intercambio social no sólo superaba el formalismo, sino que daba satisfacción a las más elevadas necesidades. Con todo, la educación práctica esta muy por detrás de la formación personal y libre, y si aquella proporciona la habilidad para abrirse paso en la vida, ésta confiere la fuerza, los fogosos destellos de una vida que se abre a partir de sí misma; si aquella prepara para que nos encontremos en el mundo de lo dado como en nuestra propia casa, ésta enseña a encontrarse consigo mismo como en su morada. No somos Todo cuando nos desplegamos como miembros útiles de la sociedad, pues únicamente podemos alcanzar esta plenitud cuando somos hombres libres, personas autocreadoras. <br />
<br />
Si la idea y el impulso de nuestro tiempo es la libre voluntad, la pedagogía debe acoger la formación de la personalidad libre como su primer y último objetivo. Humanistas como Realistas se limitan al saber y, a lo sumo, se preocupan por la libertad del pensamiento, convirtiéndose en librepensadores a través de la libertad teórica. Con el saber, sin embargo, sólo somos libres interiormente (una libertad a la que por nada debemos renunciar), mientras que exteriormente podemos seguir siendo, con toda nuestra libertad de conciencia y de pensamiento, esclavos en la servidumbre. Y sin embargo, precisamente aquella libertad exterior para el saber constituye, para la voluntad, la libertad interior y verdadera, la libertad moral. <br />
<br />
Y sólo en esta educación universal, en la que lo más bajo se conjuga con lo más elevado, hallamos la verdadera igualdad de Todos, la igualdad de las personas libres, sólo en la libertad es posible la igualdad. <br />
<br />
Frente al Humanismo y el Realismo podemos llamarnos, si es un nombre lo que se desea, moralistas, pues nuestro objetivo es la formación moral. Con ello se objetará inmediatamente que no aspiramos a otra cosa que a una formación guiada por leyes morales positivas, cosa que, de hecho, ya se ha venido haciendo hasta nuestros días. Pero precisamente porque es lo que ha sucedido hasta ahora, son esas leyes las que descarto, y el hecho de que sólo deseo ver el despertar de la fuerza de oposición, y no la subyugación de la voluntad, sino su glorificación, debiera bastar para esclarecer esta diferencia. Y para distinguir todavía más los requisitos que hemos expuesto de las mejores aspiraciones de los Realistas, tal como aparecen, por ejemplo, en el recién aparecido programa de Dieterweg, en la página 36: “La insuficiencia de nuestras escuelas y de nuestra educación en general reside en el defecto de una formación del carácter. No educamos ningún tipo de carácter”, para distinguirlo claramente de esta perspectiva diré que aquello que necesitamos es una formación personal (no la acuñación de un carácter). Y si una vez más se desea agregar un -ismo a quienes siguen este principio, éste podría ser, en mi opinión, el de Personalismo. <br />
<br />
Por esa razón, y para volver nuevamente a Heinsius, “el vívido deseo de la nación de que la escuela se aproxime a la vida” no podrá cumplirse sino cuando se encuentre la auténtica vida en la personalidad, la independencia y la libertad, pues quien aspire a estos objetivos no renunciará por ello a todo lo bueno que existe tanto en el Humanismo como en el Realismo, sino que ennoblecerá a ambos, elevándolos a una altura infinitamente mayor. Tampoco puede ponderarse el punto de vista nacional que detenta Heinsius como el justo, pues más bien lo es el punto de vista personal. Sólo el hombre libre y personal es un buen ciudadano (Realistas), e incluso careciendo de una cultura especial y erudita (filosófica, artística, etc.), será un juez de delicado gusto (Humanistas). <br />
<br />
Si, finalmente, tuviera que expresar en pocas palabras el objetivo que nuestra época debe alcanzar, formularía el necesario fin de la ciencia exenta de voluntad y el auge de la voluntad autoconsciente que se consuma en el esplendor de la persona libre de la siguiente manera: ¡El saber tiene que perecer para que pueda renacer como voluntad que se engendra siempre de nuevo en tanto que persona libre!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<b>Max Stirner</b>Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-56358375456272008872014-06-27T03:10:00.001+02:002014-07-01T02:03:38.242+02:00Individualismo, existencialismo y nihilismo sexual<div style="text-align: justify;">
Uno de los teóricos que marcaron el individualismo francés y, sin duda, uno de los más influyentes por su amplia red de contactos con el español fue Émile Armand. A pesar de ser el individualista francés con una de las obras más extensas y prolongadas a lo largo del tiempo, y de dirigir uno de los órganos de difusión más influyentes en el seno del anarquismo del siglo XX, L’en dehors, hoy en día es olvidado y marginado por el canon histórico y filosófico del propio anarquismo. Es poco citado y su obra teórica escasamente analizada, a pesar de ser, probablemente, el individualista que despliega con mayor profundidad las ideas estirnerianas y quien tiene capacidad de ejercer una gran influencia, especialmente entre las dos guerras mundiales, dentro del panorama del discurso individualista. Por otra parte, Armand es sobre todo conocido por ser el primer teórico, cuya ideología mantiene un estrecho lazo entre el discurso individualista y la cuestión sexual, de manera que la liberación sexual, desde su punto de vista, resulta ser la representación simbólica de la liberación individual. Este hecho, en una sociedad en la que la sexualidad aparece mediatizada por una cultura represiva, se convertirá en uno de los factores que harán del pensador francés una figura polémica en el seno del movimiento anarquista. Armand conjugará el pensamiento neomalthusiano de Paul Robin, el movimiento eugenésico de finales del siglo XIX y la práctica de un emergente naturismo nudista con la filosofía de Stirner. Y todo ello desde una óptica filosófica que irá preparando el terreno hacia el existencialismo de postguerra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El 26 de marzo de 1872, Émile Armand, seudónimo de Ernest Lucien Juin, nació en el seno de una familia burguesa y progresista. Su padre participó en la Comuna de París y este hecho propició un breve exilio en Londres. En estas circunstancias, Ernest recibió una formación librepensadora desde casa y no fue escolarizado en el sistema educativo de la III República. Esta formación individualizada le permitió adquirir una sólida cultura cosmopolita y autodidacta, con un buen dominio de lenguas extranjeras. A pesar de este contexto laico y racionalista, y el sentimiento anticlerical de su padre, la lectura del Nuevo Testamento a la edad de dieciséis años lo cautivó y, dominado por un impulso religioso, comenzó un período de fervor cristiano. Fue en este momento cuando decidió consagrar la mayor parte de sus esfuerzos a colaborar con el movimiento del Ejército de Salvación, entre 1889 y 1897. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, a mediados de la década de los noventa, empezó a tomar contacto con las ideas anarquistas, especialmente desde el periódico Les Temps Noveuaux, de Jean Grave, y este contacto le llevó a persistir en su espíritu rebelde. Si bien antes ya se había rebelado contra las ideas de su padre, será en este período, durante los últimos años del siglo XIX, cuando empezará a rebelarse contra su identidad —adoptará entonces la de Armand—, contra su propio sentimiento religioso y contra las convenciones sociales, al abandonar a su esposa e iniciar una dinámica de promiscuidad sexual en círculos anarquistas reducidos, situación que más adelante definirá como <i>camaradería amorosa</i>. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si bien, en un principio, su orientación resulta próxima a la del anarquismo cristiano tolstoiano, el contacto con Albert Libertad provoca un nuevo cambio de orientación, llevándole a participar en algunas experiencias de colonias libertarias, milieux libres, en las cuales tratará de poner en práctica su concepto de camaradería amorosa. La mayor parte de estas experiencias comunales acabó sin demasiado éxito. Será a partir de esta época cuando, y de manera definitiva, adopte las ideas individualistas e inice su actividad como editor de prensa libertaria. L’Ére Nouvelle (1901-1911), Hors du troupeau (1911), Par delà de la mêlée (1916), L’Unique (1945-1956) y sobre todo L’en dehors (1922-1939), publicación que se convertirá en un referente para todo el individualismo en la Europa de entreguerras. Paralelamente ejercerá de ensayista, de poeta y traductor. El conocimiento profundo de la obra de Stirner, los contactos personales o las influencias mutuas con otros individualistas, como el escritor y filósofo Han Ryner o el teórico y editor Benjamin R. Tucker, además de una personalidad extrovertida, le permitirán disfrutar de influencia entre los movimientos individualistas de otros países, como será el caso ibérico. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su actitud iconoclasta y radical, especialmente por el acento puesto en la cuestión sexual, le comportará no ser demasiado apreciado entre el movimiento libertario francés, aunque le permitirá ser una figura conocida. Su coherencia antimilitarista, por otra parte, le llevará a ser partidario de la deserción e insumisión cuanto estalle la Primera Guerra Mundial y, por tanto, al igual que ocurrirá en la Segunda, entre 1940 y 1941, será internado en diversos campos de concentración. Esta actitud le supondrá el silenciamiento público y algunos años de reclusión penitenciaria, a la vez que le ayudará a ganar prestigio entre el movimiento obrero y el resto de individualistas. Fruto de ello será su participación en algunos artículos de la Encyclopédie Anarchiste y la gran influencia y la importante red de contactos que mantendrá más allá de las fronteras de su país. A pesar de la incalculable cantidad de artículos publicados en sus revistas, sus obras más importantes, en que se podía recoger la esencia de un pensamiento centrado en la defensa del amor libre, del naturismo o del movimiento a favor de las colonias individualistas son L’anarchisme individualiste (1916), Initiation individualiste anarchiste (1923) y La Révolution sexuelle et la camaraderie amoreuse (1934). Tras la Segunda Guerra Mundial, continuó su actividad hasta su muerte, a la edad de noventa años, en Rouen, el 19 de febrero de 1963. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Uno de los problemas principales a la hora de leer a Armand es la gran extensión de su obra. Como suele suceder en estos casos, la cantidad suele fundamentarse ocasionalmente en la reiteración de ideas y conceptos. Éste es un hecho habitual en los directores y editores de revistas, que reúnen artículos en libros, y luego estos libros son publicados en forma de capítulos reformados en panfletos o pequeños cuadernos. Sin embargo, las ideas de Armand giran alrededor de cuatro ejes principales. Se trataría de la propia definición armandiana de individualismo, la dinámica entre individuo y sociedad, la ética individualista y la eterna cuestión de la asociación entre individualistas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por lo que respecta al primer punto, Armand, pensador que conoce en profundidad la obra y la terminología de Stirner, y que mantiene contacto regular con Benjamin R. Tucker y los individualistas norteamericanos, ve el individualismo como la superación de la dimensión social, a partir de la voluntad individual, o de la dimensión vital de cada individuo que se autoafirma. En este aspecto, el «yo» aparecerá como el punto de partida de cualquier creación. Como resulta lógico, premisas como éstas serán las que tendrán más atractivo para los artistas modernistas. Armand considera que los individuos pueden sobrevivir sin la sociedad, pueden vivir aislados. En cambio, la sociedad no puede vivir sin individuos, sin su chispa creadora. En este sentido la sociedad siempre se aprovecha de la creatividad y talento de cada persona. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como Stirner, el individualismo armandiano rechaza y hace patente su indiferencia ante cualquier hecho, idea o concepto presentado o consensuado como trascendente, como principio superior. Ya se trate de Dios, la ley o, muy especialmente para el discurso del pensador francés, la moral y el prejuicio. Es así como nos hallamos ante una filosofía subjetivista, en que las propias ideas, la propia experiencia vital permiten un cierto relativismo en el pensamiento. Si no existe ningún principio rígido que se encuentre por encima de todo, ello significa que toda norma, todo concepto puede ser relativo y asumido o no a partir del subjetivismo de cada uno. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Este relativismo se presenta como una reacción de la substancia (relativa) de cada individuo (principio vital) contra la formal (principio absoluto) y la convención (doctrina). Esta relación reactiva se traduce, pues, en una lucha contra lo comúnmente aceptado, contra toda doctrina rígida, contra los convencionalismos de la cotidianidad, asociada siempre al absoluto. Esta lucha entre lo subjetivo y lo objetivo, entre lo relativo y lo absoluto, entra la vida y la doctrina, es en el fondo una guerra contra la alienación que representan las convenciones que tratan de limitar al individuo. En esta situación en que el individuo y su entorno social mantienen características antagónicas —sujeto-objeto, relatividad-rigidez, voluntad-convenciones—, la función del individuo no debe consistir en renunciar a la sociedad ni en tratar de destruirla, sino más bien en usufructuarla, utilizarla en beneficio propio. Y esto solamente es posible a partir de dos premisas: por una parte, entendiendo que la vida, representada por el individuo, es del todo prioritaria respecto a un artefacto inanimado llamado sociedad; por otra, considerando que los individuos deben entregarse, día tras día, a una batalla contra la alienación que representan las doctrinas o todo aquello que se presenta como principio superior y trascendente. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El segundo eje alrededor del cual gira la teoría del individualista francés es un tema inherente a la totalidad del discurso individualista: se trata de la difícil relación dialéctica entre individuo y sociedad. Como podemos entrever, es el individuo quien debe aprovecharse de la sociedad, y no al revés. En la sociedad europea de principios de siglo, especialmente tras la dramática experiencia de la Gran Guerra, existe una percepción generalizada de que todo el mundo es utilizado por la religión, por el patriotismo o por sus ideas políticas. Y que en nombre de estos principios se acaba vertiendo mucha sangre, sin que nadie pueda tener la impresión de que ello haya servido para algo. La experiencia del terrible conflicto bélico, y de la sociedad anterior que la hizo posible, se convierte en un ejemplo magnífico para ilustrar la idea armandiana de que la autoridad, toda autoridad, representa en sí misma la opresión contra el individuo o la colectividad, puesto que recurre a la alienación psicológica o cultural para forzarlo o inducirlo a adquirir determinados hábitos mentales, maneras de pensar o de actuar. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los resultados de esta alienación psicológica y cultural pueden ser diversos y complejos: la adquisición de prejuicios, la aceptación acrítica de la convención social, el dejarse guiar por la costumbre... Es así como explica Armand el fenómeno de la represión sexual, el miedo al propio cuerpo, la intolerancia o el desastroso patriotismo que llevó a los europeos a una guerra irracional. El pensamiento individualista, en cambio, debe ir en la dirección contraria. Debe dar la batalla contra esta alienación; debe deconstruir las doctrinas, desmontar los prejuicios, las ideas que han penetrado inconscientemente en las mentes por causa del acatamiento de ideas absolutas: Dios, el Estado, la moral, la religión... El individualista debe odiar la convención, la doctrina, toda idea acabada, rígida y sin discusión, debe elaborar y formular la crítica permanente contra toda verdad aceptada, poner en cuestión toda creencia y luchar contra todo aquello que represente la opresión colectiva contra el individuo, contra toda institución y contra toda persona que la represente. Es en este sentido que tenemos que leer su obsesión contra la moral, contra la política y contra la religión y sus ministros. El individualista, pues, debe experimentar una obsesiva sensación de rechazo intelectual y personal, una incompatibilidad existencial contra toda forma de autoridad, ya sea material o inmaterial. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El proceso de liberación, aquí, también es personal; se trata de autoliberación. El individuo es protagonista y timonel de su propia libertad. Esta autoliberación es la revuelta estirneriana, en el sentido de que el individualista no substituye unos principios o un sistema conceptual por otros, sino que destruye todas las ideas, todos los prejuicios, todas las costumbres, todo el pensamiento anterior; y de esta manera el individualista vive su libertad como una revuelta constante y provocadora contra los convencionalismos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para Armand, los individualistas, en su lucha contra una sociedad opresora, no deben combatirla directamente, no deben tratar de destruir sus estructuras objetivas de manera frontal, como tratan de hacer el resto de movimientos revolucionarios. Deben seguir una estrategia alternativa, consistente en minar los fundamentos éticos y culturales que son la fuente de legitimación del dominio psicológico y de la alienación de cada persona. Es decir, no se debe caer en la dinámica de las revoluciones clásicas, la experiencia de las cuales ya resulta bastante aleccionadora, sino poner el énfasis en la transformación profunda de las mentes.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
videntemente, nos hallamos ante una revuelta no violenta, que no se preocupa por hacer política en la acepción más empobrecida de la palabra, sino que es una lucha básicamente educativa y, sobre todo, basada en el valor del ejemplo. Una vida personal equilibrada, el cultivo del arte, la sabiduría o los pequeños placeres individuales suponen la mejor carta de presentación del individualismo. El prestigio de figuras libertarias como Elisée Réclus o Han Ryner no se puede desligar de su personalidad y del valor de su vida cotidiana. En este sentido, y dado el interés individualista por borrar cualquier rastro de dominación o de autoridad, no se hablará de educación, palabra que comporta algunas connotaciones de desigualdad y jerarquía entre maestro y alumno, sino de iniciación. Los individualistas no deben ser educados, es decir, adoctrinados, sino iniciados (anárquicamente) a partir de ir probando la revolución, poco a poco, desde la experimentación personal, desde el ejemplo vital de otros individuos libres, desde la interrelación con otros círculos afines. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta actitud vital nos permite percibir el grado de escepticismo y desconfianza del individualismo respecto a las más que dudosas perspectivas revolucionarias. En este aspecto, la experiencia de la Revolución Rusa, que únicamente comporta un cambio de fórmula opresiva, entre un Estado zarista y otro soviético, resulta bastante clarificadora. Para Armand, el prejuicio, la convención social y la alienación psicológica que marca la dialéctica entre opresor y oprimido, resultan demasiado profundas para que se extingan espontáneamente. Mientras no cambien las mentalidades, la libertad, la sociedad libre, resultará una quimera. La transformación de las conciencias requiere mucho tiempo. Resulta inútil cualquier acción de fuerza que pretenda transformar la acción colectiva o individual. Solamente puede aspirarse a iluminar una masa que no puede concebir la vida sin autoridad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La ética individualista puede resumirse, parafraseando a Oscar Wilde, en la fórmula: la vida por la vida. Si el principio básico del hombre es la búsqueda de su propia satisfacción, como coinciden, con medio siglo de diferencia Max Stirner y Sigmund Freud, el individuo queda legitimado para hallarla. La vida, sin dioses ni principios superiores y trascendentes, es breve, y hay, por tanto, que disfrutarla: ¡carpe diem! La visión hedonista de la existencia se impone entre los individualistas. De hecho, la mayor parte de los datos biográficos que pueden extraerse del propio Armand confirmarían una cierta coherencia entre ideas y acción.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta idea de la vida por la vida contrastaría flagrantemente con la filosofía vital del llamado socialismo científico. Para Armand el comunismo, tal como muestran las noticias y propaganda que llegan de la Unión Soviética, representa la encarnación laica del catolicismo. La doctrina política substituye a la religión; El Capital se convierte en una especie de sucedáneo de la Biblia; el estajanovismo substituye la moral de sacrificio, y finalmente, Marx, Lenin o Stalin se convierten en dioses o santos. Es más, esta filosofía, tanto la del socialismo científico como la del capitalismo, es juzgada desde la óptica nietzscheana de la moral de los esclavos. Los individuos libres, que no tienen que rendir cuentas a nadie, que no creen en nada, cuya única responsabilidad es la búsqueda del placer, representan la moral de los señores. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como Stirner, Armand no cae en el debate teológico sobre la existencia o no de Dios. Permanece indiferente. Lo considera un estorbo, un referente inútil, que se debe ignorar para vivir. El individuo es el centro del universo, y debe procurar luchar o ignorar todo aquello que pretende interferir en su libertad y en su búsqueda del placer. La ética armandiana vive, pues, al margen de todos los dioses, de todos los símbolos de representación del poder, sean éstos sagrados o laicos. Su agnosticismo es más existencial que teórico o filosófico. No tiene ninguna preocupación teológica. Solamente existe el individuo, y el individuo está solo en el universo, por lo menos en su universo propio. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Coherentemente con este último punto, y con el tono escéptico y pesimista que domina la idea individualista, Armand niega, a diferencia de gran parte del movimiento anarquista, la existencia de ningún finalismo histórico. También niega la creencia en el progreso humano; considera que, mientras haya personas con voluntad de ser dominadas, todo progreso será siempre una pura ilusión, la ilusión de la libertad. La técnica podrá progresar; la sociedad, como estructura intrínsecamente dominadora, no podrá progresar nunca a no ser que desaparezca como tal y pase a ser substituida por una coalición de individuos libres. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Evidentemente, ésta será una ética nietzscheana, más allá del bien y del mal, una ética que contribuirá a la sensación de marginación y aislamiento de los individuos que pretendan seguirla. De hecho, las propias cabeceras de las revistas publicadas por el individualista francés expresarán inequívocamente este sentimiento de permanecer voluntariamente fuera de juego: L’en dehors, Le Réfractaire, Par delà la mêlée. Una ética que, además, requiere un ejercicio de subversión permanente; contra lo establecido, contra lo existente, contra las convenciones que encadenan y, muy especialmente, contra una ética cristiana fundamentada en el sacrificio y la renuncia. Es por ello que, desde un punto de vista estético, tanto las narraciones, como los escritos, como en la parte gráfica, existe una cierta tendencia a recrear un modelo pagano, más hedonista, más vitalista. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta visión del placer y del dolor nos permite entender mejor su concepto de amor libre. Éste no representa, para Armand, una especulación filosófica como pudo haberlo sido para Fourier, y deja de ser un matrimonio de facto no formalizado en la iglesia o los juzgados. El amor libre es la consecuencia lógica de las premisas anteriores. Es uno de los medios para obtener placer intenso, para gozar plenamente, más allá de toda norma, de todo convencionalismo y prejuicio. Todo vale para obtener placer. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La vida sexual, pues, no debe estar regulada por ningún agente externo ni por artefacto cultural ajeno a la ética individualista. La consecuencia de esta desregulación es la aceptación de relaciones heterogéneas, con una amplia gama de modalidades de relaciones amorosas, algunas de ellas descritas con detalle: el amor plural, la comunidad amorosa, la poligamia, la poliandria, la monogamia... La única condición y finalidad es que permita satisfacer al individuo que participa de ella. Se trata de un individualismo llevado al extremo, aplicado a la vida cotidiana; y de la misma manera que el individualismo puede caer en el ilegalismo, el amor plural, desregulado, puede llevar, como consecuencia lógica, al nihilismo sexual. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El cuarto eje de la ideología armandiana tiene que ver con la omnipresente y controvertida cuestión de la asociación entre individualistas. En este aspecto, como sucederá entre la mayor parte de individualistas, la clave radica en la manera de configurar la asociación de egoístas estirneriana. Armand toma como inspiración el contractualismo de los individualistas norteamericanos. La sociedad es el producto de la adición de individuos, y la mejor manera de administrar los esfuerzos comunes es mediante contratos circunstanciales, efímeros y flexibles que pueden hacerse y deshacerse unilateralmente cuando la voluntad de un individuo así lo determine. Es decir, un grupo de personas pueden unirse para editar una revista, para fundar una comuna, para aprender esperanto o para atracar un banco. Esta asociación no tiene por qué suponer un compromiso firme que deba ir más allá de la circunstancia que ha propiciado la unión, aunque, por otra parte, no existan los límites temporales o personales. Este contractualismo podría muy bien resumir los principios que rigen los grupos de afinidad que funcionarán para ejercer una gran multiplicidad de funciones y determinarán buena parte de la estructura organizativa del anarquismo, especialmente aquel que vive al margen del anarcosindicalismo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El punto de partida, el principio básico desde el cual funciona cualquier contrato de asociación es el de la reciprocidad. Puede decirse que representa la condición, el lazo básico, la materia prima que se requiere en toda relación entre individuos libres. Una reciprocidad de acciones y favores mutuos. Una reciprocidad, sin embargo, que —a diferencia de la ayuda mutua de Kropotkin— requiere una situación de igualdad, de equidad entre los esfuerzos y que no va destinada a la creación de una sociedad más justa, sino a satisfacer las necesidades egoístas de sus componentes. Los individuos siempre se ven obligados a cooperar porque no son autosuficientes. La reciprocidad armandiana, pues, tiene su origen en el egoísmo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Uno de los rasgos distintivos de todo el individualismo, que además lo distingue de otras ramas del anarquismo, es la cuestión de la propiedad. En este aspecto, el pensamiento de Armand no se aleja significativamente del de Stirner. Así, en la dialéctica entre propiedad e individuo, este último no diferencia en la propiedad entre el ser y el tener. Disponer de propiedades materiales e inmateriales, equivale, en cierto modo, a ser propietario de uno mismo, y ello es garantía de libertad. En este aspecto, como todo el movimiento individualista, Armand reconoce el derecho a la propiedad, el derecho a poseer, siempre y cuando esta propiedad no suponga una situación de preeminencia o de monopolio respecto al resto de individuos, es decir, que no suponga una situación de dominio respecto a los demás, y pueda limitar derechos ajenos. Esta idea de la propiedad, pues, entrará en conflicto con las ideas que sobre la propiedad defenderán los comunistas libertarios, y será motivo de algunas descalificaciones y enfrentamientos entre kropotkianos e individualistas, y más cuando Armand acepta que a esfuerzos de diversa magnitud corresponda un valor y un reconocimiento diferenciado. O lo que es lo mismo; sí a la libertad, aunque admitiendo la desigualdad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por otra parte, se rechaza también cualquier apriorismo asociativo, es decir, cualquier asociación en sí misma que no tenga las finalidades inmediatas de satisfacer las necesidades egoístas: las asociaciones políticas, culturales, religiosas o sindicales. Esta aversión por las organizaciones establecidas comportará un rechazo hacia los canales reivindicativos de los órganos anarquistas y una cierta automarginación, un voluntario vivir al margen individualista. Este hecho se corresponderá a su vez con una cierta fobia antiindividualista por buena parte del movimiento anarquista organizado, en especial por el anarcosindicalismo, sin que este teórico rechazo suponga negar la existencia de vías de comunicación, de influencia y de doble militancia en ambos bandos. Entre la prensa anarcosindicalista será perceptible la presencia de ideas y debates individualistas, y entre los individualistas hallaremos militantes anarcosindicalistas. Al fin y al cabo, el individualismo armandiano no muestra ninguna pretensión de convertirse en una doctrina inalterable que deba seguirse como si de un dogma de fe se tratara. Ello resultaría incompatible con su propia filosofía. El mismo Armand lo aceptaría, aunque críticamente, pues él considera que se debe exponer y proponer, mas nunca imponer. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Este asociacionismo flexible y relativo no supone en absoluto una aversión intrínseca a la relación entre personas, al contrario. El filósofo francés consideraría la idea de una federación de individualistas como un asociacionismo amplio, en el sentido de que iría más allá del concepto tradicional de asociación. No se trataría, como en los diversos intentos de la Internacional o la estrategia orgánica de anarcosindicalistas, de crear federaciones o confederaciones, sino de crear una red horizontal de asociaciones en el seno de un universo cultural, económico, intelectual o recreativo, espontáneo, libremente rescindible y autorregulado. Es decir, sin intervención estatal, sin la estructura clásica que trata de reproducir el Estado en cualquier asociación, y totalmente anacional, sin tener presente ninguna idea referente a las fronteras políticas, sociales o culturales de cada individuo. Se trata, pues, de un asociacionismo amplio, circunstancial, relativo, en el cual se sigue el principio estirneriano: el individuo, en última instancia, es quien se aprovecha de la asociación, no la asociación quien se aprovecha del individuo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Gianfranco Berti considera que, en realidad, Armand no propone globalmente nuevas ideas. Únicamente se dedica a leer, revisar, corregir, ampliar, difundir y dotar de contenidos más tangibles las teorías de Stirner, y a anunciar, en el contexto de la sociedad de masas de entreguerras, que <i>fuera del individuo no hay salvación</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>X.D.</b></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-30340026230927526942014-06-23T04:34:00.000+02:002016-12-29T08:53:23.316+01:00El Stirnerismo, por Émile Armand<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd601uAGqNTKHmnQM1hfF1hbgGWWRzFGiJYGt0UEpiEE_OY-tqK9XkQ1Rp5qLNkX5PIimdh3ryP98uk8APt3SWXDxoJkRGuuY0Okv-v5vDNqBL591wGuISHUJBoskyyd8jZUCexI-f8i78/s1600/Emile_Armand.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgd601uAGqNTKHmnQM1hfF1hbgGWWRzFGiJYGt0UEpiEE_OY-tqK9XkQ1Rp5qLNkX5PIimdh3ryP98uk8APt3SWXDxoJkRGuuY0Okv-v5vDNqBL591wGuISHUJBoskyyd8jZUCexI-f8i78/s1600/Emile_Armand.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Max Stirner vio la luz en Bayreuth (Baviera) el 25 de octubre de 1806. No fue un escritor de una fecundidad extraordinaria, pues los cuidados de la existencia le acapararon demasiado tiempo. De sus escritos, sólo uno se ha mantenido a flote, un volumen en el cual se entregó por entero, en el que expresó todo su pensamiento y procuró indicar un camino de salida a los hombres de su tiempo: El único y su propiedad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Existe Stirner y su obra, existe El único y su propiedad y el “stirnerismo”. Ocurrió que al dirigirse a los hombres de su tiempo, Max Stirner se dirigió a los hombres de todos los tiempos, pero sin asumir el aire o gesto de profeta tronando teatralmente desde el fondo de su caverna que tan bien sabía arrogarse Nietzsche. Stirner no se presenta tampoco a nosotros como un profesor enseñando a sus alumnos: habla a todos los que quieren oírlo, tal como un conferenciante o como un conversador que ha reunido en torno suyo a un auditorio de todas las categorías, tanto de manuales como de intelectuales. Por esto, para comprender el alcance del stirnerismo, hay que suprimir de El único y su propiedad todo lo que es relativo a la época en que este libro fue escrito. Sin este trabajo preparatorio, corre el riesgo de asaltar al lector la tentación de que se halla en presencia de una confesión o de un testamento filosófico.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hecha esta supresión, tiene uno ante sí un árbol robusto y bien plantado, una doctrina perfectamente coherente y ya no se sorprende uno de que hubiese dado origen a todo un movimiento. El stirnerismo considera que la unidad humana es la base y la explicación de la humanidad; sin lo humano no hay humanidad, la totalidad no se comprende más que por la unidad. Es lo mismo detenerse en seguida si uno no asimila estas premisas. Esta unidad sociológica no es un ser en transformación ni un superhombre, sino un hombre como tú y como yo que su determinismo impulsa a ser como debe, y como puede ser –nada más ni menos que lo que tiene fuerza o el poder de ser–. Pero el hombre que nosotros conocemos, ¿es lo que su determinismo quería? En otros términos: ¿es lo que debía y lo que podía ser? Ese hombre que tropezamos en los lugares de placer o de trabajo, ¿es un producto natural o una confección artificial, es voluntariamente el ejecutor del contrato social o no se aviene a él más que porque educación, prejuicios y convenciones de toda especie le atiborran el cráneo? Es este problema el que el stirnerismo va a tratar de resolver.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Primer tiempo. Para volver a poner al individuo en su determinismo natural, el stirnerismo empieza a conmover todos los pilares sobre los que el hombre de nuestro tiempo ha edificado su casucha de miembro de la Sociedad: Dios, Estado, Iglesia, religión, causa, moral, moralidad, libertad, justicia, bien público, abnegación, sacrificio, ley, derecho divino, derecho del pueblo, piedad, honor, patriotismo, justicia, jerarquía, verdad, en una palabra, los ideales de toda especie. Esos ideales, los del pasado como los del presente, son fantasmas emboscados en “todos los rincones” de su mentalidad, que se han apoderado de su cerebro, que se han instalado en él y que impiden al hombre seguir su determinismo egoísta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Batiéndose en retirada unos tras otros los prejuicios-fantasmas y derrumbándose sucesivamente las columnas de su fe y de sus creencias, el individuo vuelve a hallarse solo. Al fin, es él, su Yo queda libre de toda la ganga que lo comprimía y que le impedía mostrarse tal cual es. Ha quedado hecha la tabla rasa, los nubarrones que oscurecían el horizonte han desaparecido, el sol brilla con todo su esplendor y el camino está libre. El individuo no conoce más que una causa: la suya, y esta causa no la basa sobre nada exterior, sobre ninguno de esos valores fantasmales de los cuales estaba antes atiborrado su cerebro. Es el egoísta en el sentido absoluto de la palabra: su potencia es en lo sucesivo su único recurso. Todas las reglas exteriores se han derrumbado; ha quedado libre de la opresión interior, mucho peor que el imperativo exterior; forzoso le es ahora buscar en sí sólo su regla y su ley. Es el único y se pertenece, en toda propiedad. No hay para él más que un derecho superior a todos los derechos: el derecho a su bienestar. “La aflicción debe desaparecer para dejar lugar a la satisfacción.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pensad adónde ha llegado el único. Ni una verdad existe fuera de él. No hace nada por el amor de Dios o de los hombres, sino por el amor de sí. No existe entre su prójimo y él más que una relación: la de la utilidad o la del beneficio. De él solo se derivan todo derecho y toda justicia. Lo que quiere es lo que es justo. Lejos, pues, de toda causa que no sea la suya. Es él mismo su causa y no es ni “bueno” ni “malo” (ésas son palabras). Declárase enemigo mortal del Estado y el adversario irrespetuoso de la propiedad legal.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunas citas sacadas de El único y su propiedad harán comprender que Stirner no ha perdonado nada y que ningún ídolo halló gracia ante sus ojos:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Siempre se pone un nuevo amo en el lugar del antiguo, no se demuele sino para reconstruir y toda revolución es una restauración. Ésta es siempre la diferencia entre el joven y el viejo filisteo. La revolución comenzó como pequeña burguesa por la elevación del Tercer Estado, de la clase media, y sube como simiente sin haber salido de su trastienda.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Si os sucediera, aunque no fuese más que una vez, el ver claramente que el Dios, la ley, etc., no hacen sino importunaros, que os rebajan y os corrompen, es cierto que los arrojaríais lejos de vosotros, como los cristianos derribaron, en otro tiempo, las imágenes de Apolo y de Minerva y de la moral pagana.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“En tanto quede en pie una sola institución que no esté permitido abolirla al individuo, el Yo está aún muy lejos de ser su propiedad y de ser autónomo.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“La cultura me ha hecho PODEROSO, esto no admite tampoco duda alguna. Ella me ha dado un poder sobre todo lo que es fuerza, así también sobre los impulsos de mi naturaleza como sobre los asaltos y las violencias del mundo exterior. Sé que nada me obliga a dejarme constreñir por mis deseos, por mis apetitos y mis pasiones, y la cultura me ha dado con qué vencerles: soy su dueño.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Aquel que derriba una de sus BARRERAS puede haber mostrado con eso a los demás el camino y el procedimiento a seguir; pero el derribar sus BARRERAS sigue siendo la misión de los otros.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Nos contentamos durante mucho tiempo con la ilusión de poseer la verdad, sin que se le ocurriese al espíritu preguntarse seriamente si no sería necesario, antes de poseer la verdad, el ser uno mismo verdadero.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Aquel que para existir tiene que contar con la falta de voluntad de los demás, es buenamente un producto de aquellos otros, como el amo es un producto del servidor Si cesara la sumisión se habría acabado la dominación.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Para el hombre que piensa, la familia no es una potencia natural, y debe hacer abstracción de los padres, de los hermanos, de las hermanas, etc.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿A qué lugares empujará su determinismo al egoísta en el cual se hizo tabla rasa de los prejuicios-fantasmas? Y he aquí el segundo tiempo del stirnerismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Muy buenamente, hacia las riberas de la unión, de la asociación... Pero una unión contraída voluntariamente, una asociación de egoístas que no cultivarán el trato con los fantasmas del desinterés, del sacrificio, del desvelo, de la abnegación, etc. Una asociación de egoístas donde nuestra fuerza individual se acrecentará con todas las fuerzas individuales de nuestros coasociados, donde uno se consumirá y se servirá mutuamente alimentos. Una unión de la cual se servirá cada uno para sus propios fines, sin que os importune la obsesión “de los deberes sociales”. Una asociación que consideraréis como propiedad vuestra, como vuestra arma y como vuestra herramienta y que abandonaréis cuando ya no os sea útil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero no os imaginéis que la asociación, si persiste el individuo en realizarse por medio de ella, no exige nada a cambio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Evidentemente, la asociación stirneriana no se presenta como una potencia espiritual superior al espíritu del asociado –la asociación no existe sino por los asociados, pues es su creación–; pero he aquí: para que ella realice sus fines y para que cada cual se sustraiga “a la opresión inseparable de la vida en el Estado o en la sociedad” es preciso comprender bien que no faltarán en ella “las restricciones a la libertad y los obstáculos a la voluntad”. “Dando, dando.” Egoísta, amigo mío, tú consumirás a los demás egoístas, pero a condición de aceptar el servirles alimentos. En la asociación stirneriana se puede también sacrificarse a otros, pero no invocando el carácter sagrado de la Asociación; sencillamente porque puede seros agradable y natural el sacrificaros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El stirnerismo reconoce que el Estado descansa sobre la esclavitud del trabajo; que el trabajo sea libre y el Estado queda destruido en seguida. Der Staat beruht auf der Sklaverei der Arbeit. Wird der Arbeit frei, so ist der Staat verloren: he ahí por qué el esfuerzo del trabajador debe tender a destruir el Estado o a pasarse sin él, lo que viene a ser lo mismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tercer tiempo. Queda la forma en que el egoísta o la Asociación de los egoístas luchará contra los hábiles y los astutos que hacen uso de los fines de dominación y de explotación de los fantasmas que han tomado posesión de los cerebros de los hombres. El stirnerismo no pretende desempeñar el papel del Estado después de haberlo destruido o de haber proclamado su inutilidad y forzar a los que no lo quieren o no pueden a formar asociaciones de egoístas. El stirnerismo no preconiza la revolución. El stirnerismo no es sinónimo de mesianismo. Contra los que poseen y explotan hasta el punto de no dejar a los explotados ni pan que comer, ni lugar donde reposar su cabeza, ni de pagarles el salario íntegro de su esfuerzo, la insurrección es natural y conveniente la rebelión. Hay bienes improductivos al sol y cajas de caudales llenas hasta desbordarse. ¡Qué diablo! Y nada de sentimentalismo cuando se trata de afirmar su derecho individual o asociado al bienestar. El ego, guiado por la propia conciencia, no podría desembarazarse de escrúpulos que podían obsesionar a los hombres de cerebros habitados por fantasmas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“La revolución ordena instituir e instaurar y la insurrección quiere que uno se subleve o que se eleve.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Yo doy vueltas a un peñasco que obstaculiza mi camino hasta que tenga bastante pólvora para hacerlo saltar; doy vueltas a las leyes de mi país en tanto no tenga la fuerza de destruirlas.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Un pueblo no podría ser libre sino a costa del individuo, pues su libertad no afecta más que a él y no es la emancipación del individuo; cuanto más libre es el pueblo, más sujeto está el individuo. Fue en la época de la mayor libertad cuando el pueblo griego estableció el ostracismo, expulsó a los ateos e hizo beber la cicuta al más probo de sus pensadores.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Dirigíos a vosotros mismos mejor que a vuestros dioses o a vuestros ídolos: descubrid en vosotros lo que está oculto, llevadlo a la luz y reveladlo.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tal es la esencia del mensaje que Max Stirner, entregándolo a los hombres de su tiempo, lo dirige a los hombres de todos los tiempos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hemos dicho que en Stirner había el hombre y la obra. Después de haber hablado de la doctrina, hablemos de su fundador. Stirner no es más que el nombre literario de Johann Caspar Schmidt y ese sobrenombre no es más que un apodo debido a la frente (Mina en alemán) desarrollada del autor, de El único y su propiedad y que él conservó para sus escritos. Uno de los episodios de la vida de Stirner que más retiene nuestra atención es su frecuentación, durante diez años, del club de los “Emancipados” (“Los Libres”), agrupación de intelectuales animados por las ideas liberales de los espíritus avanzados de antes de 1848. Se reunían en una cervecería y en la atmósfera llena de humo de las largas pipas de porcelana, discutían sobre toda clase de temas: teología (el libro de Strauss sobre Jesús acababa de aparecer entonces), literatura, política (la revolución del 48 estaba próxima). Fue en 1843 cuando Max Stirner, el hombre de aspecto impasible, de un carácter fuerte y concentrado en sí mismo, se casó en segundas nupcias con una mecklemburguesa, soñadora y sentimental, asidua también al club de los “Emancipados”, María Daehnhardt. Sin embargo, su unión no fue feliz. La incomprensión mutua de los dos esposos y las calumnias que insinuaban que Stirner buscaba una utilidad en este casamiento, por la dote de su mujer, ocasionaron la ruptura en 1845.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Stirner continuó produciendo. El único y su propiedad data de fines de 1844. Publicó sucesivamente de 1845 al 47 una traducción alemana de las obras maestras de J. B. Say y de Adam Smith con notas y observaciones en ocho volúmenes; en 1852, una historia de la reacción en dos volúmenes, toda de su pluma; en 1852 también, la traducción de un ensayo de J. B. Say sobre el capital y el interés, con observaciones... Después, ya no publicó nada. Sus últimos años fueron míseros. Reducido a ganar su pan como podía, aislado, encarcelado dos veces por deudas, sucumbió en 1856 a una infección carbonosa, en una casa de dormir. Nuevas indagaciones de mi amigo John- Henry Mackay, muerto en mayo de 1933, parecen atestiguar que el fin de su existencia no fue tan miserable ni estuvo tan desprovisto de amistad como se creyó en un principio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Volvamos a la obra de Stirner. Uno de los pasajes más notables de El único y su propiedad es aquel donde define la burguesía con relación a los individuos sin posición social. Esta cita es la mejor respuesta que puede darse a los que ven en Stirner y sus continuadores a individualistas burgueses: “La burguesía se reconoce en que practica una moral estrechamente ligada a su esencia. Lo que exige ante todo es que se tenga una ocupación seria, una profesión honorable y una conducta moral. El caballero de industria, la ramera, el ladrón, el bandido y el asesino, el jugador y el bohemio son inmorales, y el buen burgués experimenta con respecto a esas ‘gentes sin costumbres’ la más viva repulsión. Lo que les falta a todos es esa especie de derecho de domicilio en la vida que proporcionan un comercio sólido, medios de existencia asegurados, rentas estables, etc.; como su vida no descansa sobre una base segura, pertenecen al clan de los ‘individuos’ peligrosos, al peligroso proletariado: son ‘particulares’ que no ofrecen ninguna garantía y que no tienen ‘nada que perder’ ni nada que arriesgar”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Toda vagancia desagrada al burgués, y existen vagabundos del espíritu que, ahogándose bajo el techo que abrigaba a sus padres, se van a buscar a lo lejos más aire y más espacio. En lugar de permanecer en el hogar familiar removiendo las cenizas de una opinión moderada, en lugar de tener por verdades indiscutibles lo que consoló y calmó a tantas generaciones anteriores a ellos, franquean la barrera que cierra el campo paterno y se van por los caminos audaces de la crítica, donde los lleva su indomable curiosidad de dudar. Esos extravagantes vagabundos entran también en la clase de las personas inquietas, inestables y sin reposo que son los proletarios, y cuando dejan sospechar su falta de domicilio moral se los llama ‘perturbadores’, ‘cabezas calientes’ y ‘exaltados’.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“Podrían reunirse con el nombre de vagabundos conscientes a todos los que los burgueses tienen por sospechosos, hostiles o peligrosos.”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Stirner no ha descendido hacia el pueblo como los Bakunine, los Kropotkine y los Tolstoi, por ejemplo. No es un productor macizo, como Proudhon, de prejuicios de burgueses medios y generosos; no es un sabio como Reclus, doblado de un espíritu de bondad evangelista; ni un aristócrata como Nietzsche; es uno de nosotros. Es un hombre que jamás gozó de una posición segura y provechosa o desahogada. Conoció la necesidad de practicar los oficios más diversos para vivir. La gloria que circunda a los proscritos célebres, a los militantes revolucionarios o a los jefes de escuela, le fue desconocida. Tuvo que arreglárselas como podía y en lugar de las señales de consideración que la burguesía otorga, a pesar de todo, a ciertos ilustres revolucionarios, no recibió más que las repulsas con que ella agobia a los individuos sin situación y sin garantía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Instruido por sus propias experiencias, Stirner trazó un retrato del burgués mucho más sorprendente que el que hizo más tarde Flaubert, que se situaba únicamente en el punto de vista estético. Para Stirner, la característica del mundo burgués es el poseer una ocupación seria, una profesión honorable, moralidad, en una palabra, lo que constituye un derecho de domicilio en la vida. El burgués puede ser obrero o rentista, llamarse republicano, radical, socialista, sindicalista, comunista, hasta anarquista; puede pertenecer a una Logia, a la Liga de los Derechos del Hombre, a un Comité electoral socialista y a una célula comunista; puede pagar también su cotización a un partido revolucionario. En tanto que su vida descanse sobre una base segura y en tanto que ofrezca garantías morales, burgués es y burgués sigue siendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En la misma Alemania, sólo al cabo de cincuenta años apareció una segunda edición de El único y su propiedad (1882). En 1893, la gran casa editorial Reklam, de Leipzig, editaba este libro en su Biblioteca Popular. Esto era hacerlo accesible a todos. En 1897, John-Henry Mackay, que tanto trabajó para hallar huellas de Stirner y disipar el misterio que envuelve su vida, publicaba la primera edición de Max Stirner, sein Leben und sein Werk. En Francia, El único y su propiedad aparecía en 1900 en dos traducciones, la de Robert L. Reclaire, en casa de Stock, y la de Henri Lasvigne en La Revue Blanche. (En 1894, Henri Albert había traducido una parte de la obra en el Mercure de France; un poco más tarde, Teodoro Randal había hecho lo mismo en las Charlas Políticas y Literarias y en el Magazine Internacional.) En 1902, era traducida al danés (con prefacio de Jorge Brandes) y al italiano (con prefacio de Ettore Zoccoli); en 1911 apareció una segunda edición italiana, que fue reimpresa en 1920. En 1907, precedida de un prefacio del autor de La filosofía del egoísmo, James Walker, aparecía una traducción inglesa por Steven T. Byintong, editada por Benjamin R. Tucker, con el título The Ego and his own. En 1912, El único y su propiedad había sido además traducido al ruso (se cuentan ocho ediciones de esta obra en esta lengua, la séptima traducida por Leo Kasarnowski y la última data de 1920), al español, al holandés y al sueco. En 1930, aparecieron dos traducciones japonesas, una de las cuales en edición económica, por J. Tsuji. Creo que existen traducciones de El único en otras lenguas. (He oído hablar de la traducción de El Único en diez y ocho lenguas, pero no pude comprobarlo.) Con el título de Kleinere Schriften (‘pequeños escritos’) John-Henry Mackay reunió los estudios, artículos, informaciones y respuestas de Stirner a sus críticos aparecidos de 1842 a 1848. Conozco una edición italiana de esta obra titulada Scritti minori. Traduje en L’en dehors la crítica muy interesante que Stirner hizo de Los misterios de París, de Eugenio Sue, y un extracto de El falso principio de nuestra educación.</div>
<br />
<b>Émile Armand</b><br />
<b><br /></b>
<b><a href="https://revistanada.com/" target="_blank">Qué es el nihilismo</a></b>Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-30008182902827860902014-06-16T16:38:00.001+02:002016-12-29T08:53:56.445+01:00Crates: cínico<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2j6VTRNtnkyyC8jWYnhHUaOuoDW__wDRLFymZC75fJ0wfxNbcj-qtAWxhUknJ6bs5Do8FZM-ymiK4kEvarJbth2CZpYv8dS49bn9wqYhcDA54s6eIcOePYp6_d_pKW7TjBdsCk5jSQDmw/s1600/crates.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2j6VTRNtnkyyC8jWYnhHUaOuoDW__wDRLFymZC75fJ0wfxNbcj-qtAWxhUknJ6bs5Do8FZM-ymiK4kEvarJbth2CZpYv8dS49bn9wqYhcDA54s6eIcOePYp6_d_pKW7TjBdsCk5jSQDmw/s1600/crates.png" width="285" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Nació en Tebas. Fue discípulo de Diógenes y también conoció a Alejandro. Su padre, Ascondas, era rico y le dejó doscientos talentos. Un día fue a ver una tragedia de Eurípides y se sintió inspirado ante la aparición de Telefo, rey de Misia, vestido como un mendigo y con una canasta en la mano. Se levantó en medio del teatro y en voz alta anunció que distribuiría entre quienes los quisieran los doscientos talentos de su herencia, y que desde ese momento le bastarían las ropas de Telefo. Los tebanos comenzaron a reír y se amontonaron frente a su casa; pero él se reía más que ellos. Les arrojó su dinero y sus muebles por las ventanas, tomó un manto de tela y una alforja, y se fue.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Llegó a Atenas y anduvo vagando por las calles; para descansar apoyaba las espaldas contra las murallas, al lado de los excrementos. Puso en práctica todo lo que aconsejaba Diógenes. El tonel le pareció superfluo. Crates opinaba que de ninguna manera el hombre es un caracol ni un crustáceo. Vivía entre la basura, completamente desnudo, recogiendo cortezas de pan, aceitunas podridas y espinas de pescado para llenar su alforja. Solía decir que su alforja era una ciudad amplia y opulenta donde no había parásitos ni cortesanas, y que producía para su rey cantidad suficiente de tomillo, ajo, higos y pan. Así Crates llevaba su patria a cuestas y se alimentaba de ella.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No se inmiscuía en los asuntos públicos, ni siquiera para burlarse de ellos; tampoco le daba por insultar a los reyes. Desaprobaba la actitud de Diógenes, quien un día había gritado: «¡Hombres, acercaos!», y luego golpeó con su bastón a quienes habían acudido diciendo: «Llamé a hombres, no a excrementos.» Crates era tierno con la gente. Nada lo preocupaba. Se había acostumbrado a las llagas. Lamentaba no tener un cuerpo lo suficientemente flexible como para poder lamerlas, como hacen los perros. Deploraba también la necesidad de ingerir alimentos sólidos y de beber agua. Pensaba que el hombre debía bastarse a sí mismo, sin ninguna ayuda exterior. Por eso no iba en busca de agua para lavarse. Cuando la mugre lo incomodaba, se frotaba el cuerpo contra las murallas pues había observado que así proceden los asnos. Rara vez hablaba de los dioses: no le importaban; lo mismo le daba que los hubiera o no, pues sabía que nada podían hacerle. En todo caso, les reprochaba el haber hecho deliberadamente desdichado al hombre al ponerle la cara en dirección al cielo y privarlo de la facultad que poseen la mayor parte de los animales: la de caminar en cuatro patas. Dado que los dioses han decidido que para vivir hay que comer —pensaba Crates— tendrían que haber puesto la cara del hombre mirando al suelo, que es donde crecen las raíces: nadie puede alimentarse de aire o de estrellas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La vida no fue generosa con él. A fuerza de exponer sus ojos al polvo acre del Ática, contrajo legañas. Una enfermedad desconocida de la piel lo cubrió de tumores. Se rascó con sus uñas, que no cortaba nunca, y observó que de ello sacaba un doble provecho pues, al mismo tiempo que las iba gastando, sentía alivio. Sus largos cabellos llegaron a parecerse a un felpudo, y los dispuso de manera que lo protegieran de la lluvia y del sol.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cuando Alejandro fue a verlo, no le dirigió palabras mordaces, pero lo consideró un espectador más, sin hacer ninguna diferencia entre el rey y la muchedumbre. Crates no tenía opinión sobre los poderosos. Le importaban tan poco como los dioses. Sólo le preocupaban los hombres y la manera de pasar la vida con la mayor sencillez posible. Las recriminaciones de Diógenes le causaban risa, lo mismo que sus pretensiones de reformar las costumbres. Crates se consideraba muy por encima de cuestiones tan vulgares. Transformaba la máxima inscrita en el frontispicio del templo de Delfos, y decía: «Vive tú mismo.» La idea de cualquier conocimiento le parecía absurda. Sólo estudiaba las relaciones de su cuerpo con lo que éste necesitaba, tratando de reducirlas tanto como fuera posible. Diógenes mordía como los perros; Crates vivía como los perros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tuvo un discípulo llamado Metrocles. Era un joven rico de Maronea. Su hermana Hiparquia, bella y noble, se enamoró de Crates. Hay testimonios de que se sintió atraída por él y de que fue a buscarlo. Parece imposible, pero es cierto. Nada la desalentó: ni la suciedad del cínico, ni su pobreza absoluta, ni el horror de su vida pública. Él le previno que vivía como los perros, en las calles, y que buscaba huesos en los montones de basura. Le advirtió que nada de su vida en común sería ocultado y que la poseería públicamente cuando tuviera ganas, como los perros hacen con las perras. A Hiparquia eso no le extrañó. Cuando sus padres trataron de retenerla, ella amenazó con matarse. Le tuvieron piedad. Entonces abandonó el pueblo de Maronea, desnuda, con los cabellos sueltos, cubierta sólo con un viejo lienzo, y vivió con Crates, vestida igual que él. Se dice que tuvieron un hijo, Pasicles, pero no hay nada seguro al respecto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Parece que esta Hiparquia fue buena y compasiva con los pobres. Acariciaba a los enfermos y lamía sin la menor repugnancia las heridas sangrantes de los que sufrían, covencida de que estas personas eran para ella lo que las ovejas son para las ovejas, lo que los perros son para los perros. Si hacía frío, Crates e Hiparquia se acurrucaban contra los pobres y trataban de trasmitirles el calor de sus cuerpos. Les prestaban la ayuda muda que los animales se prestan unos a otros. No tenían preferencia por ninguno de los que se acercaban a ellos. Les bastaba con que fueran seres humanos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esto es todo lo que llegó a nosotros de la mujer de Crates; no sabemos cuándo ni cómo murió. Su hermano Metrocles admiraba a Crates y lo imitaba. Pero nunca tuvo tranquilidad: su salud estaba perturbada por flatulencias continuas, que no podía retener. Se desesperó y resolvió matarse. Crates se enteró de su desgracia y quiso consolarlo. Comió una buena cantidad de lupines y se fue a ver a Metrocles. Le preguntó si era la vergüenza de su enfermedad lo que lo afligía tanto. Metrocles confesó que no podía soportar su desgracia. Entonces Crates, inflado por los lupines, soltó unos cuantos gases en presencia de su discípulo y le hizo ver que la naturaleza sometía a todos los hombres al mismo mal. Luego le reprochó que hubiese sentido vergüenza y le puso su propio ejemplo. Soltó después unos cuantos gases más, tomó a Metrocles de la mano y se lo llevó.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los dos anduvieron mucho tiempo juntos por las calles de Atenas, seguramente con Hiparquia. Hablaban muy poco entre ellos. No sentían vergüenza por nada. Aunque revolvían los mismos montones de basura que los perros, éstos parecían respetarlos. Cabe pensar que, de haber estado muy hambrientos, se habrían peleado con ellos a dentelladas. Pero los biógrafos no mencionan nada por el estilo. Sabemos que Crates murió viejo; que terminó por quedarse en un mismo sitio, recostado bajo el alero de un galpón del Pireo donde los marineros guardaban los bultos del puerto; que dejó de vagar en busca de algo que roer; que no quería siquiera extender el brazo; y que un día lo encontraron desecado por el hambre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Marcel Schwob </b></div>
<div style="text-align: justify;">
Artículo publicado en el <b><a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2013/05/revista-nada-n3.html" target="_blank">número 3 de la revista NADA</a></b><br />
<a href="https://revistanada.com/" target="_blank">Textos nihilistas</a></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-21519742764439456272014-06-11T15:48:00.000+02:002014-06-11T16:09:28.912+02:00Sissí, la emperatriz “nihilista”<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnSQtCmBOjCzwxw-hrriXY5ACmG7ki-1TiULmYdAvx0FHGsK2XcumRKqx8YOoGxbjjot2rbByUlqapG14icO0Tr0ZeOuBKqZWKm8ExhFqQsxXLFQTj7kRmIFvVYhWVUlPj9Md1KaCcJ1co/s1600/fotosi.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnSQtCmBOjCzwxw-hrriXY5ACmG7ki-1TiULmYdAvx0FHGsK2XcumRKqx8YOoGxbjjot2rbByUlqapG14icO0Tr0ZeOuBKqZWKm8ExhFqQsxXLFQTj7kRmIFvVYhWVUlPj9Md1KaCcJ1co/s1600/fotosi.jpg" height="297" width="320" /></a>“¿Qué querría ese hombre horrible? Tal vez quería quitarme el reloj”. Isabel de Austria, popularmente conocida como Sissí, dirigió estas palabras a su dama de honor después de que un estilete afilado en forma de triángulo la hiriera de muerte. El anarquista Luigi Lucheni salió a su paso guiado por ese destino que obsesionó a la emperatriz y se cruzó en su camino de forma definitiva. La dejó aun que anduviese, allí, en el muelle de Ginebra, hasta el vapor que había de conducirla hasta Montreux. Una vez en cubierta se derrumbó. La herida era pequeña, pero perfecta y había alcanzado certeramente el corazón. Era el 10 de septiembre de 1898.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta mujer singular fue anoréxica y careció de lazos que la ataran a algo que no fuera el culto al yo, que destaca Maurice Barrés cuando escribe sobre ella. Ha inspirado películas melosas, biografías como la de Brigitte Hamann, un diario admirable de su joven profesor de griego, Constantin Christomanos, al que literalmente fascinó, y escritos del citado Barrés, Paul Morand o Cioran, entre los intelectuales. El primero refiriéndose a las palabras de Isabel que recoge Christomanos asegura que son “el poema nihilista más extraño que jamás se ha vivido en nuestros países”. Lo que no ofrece dudas es que apostó por construir su existencia al margen de lo que se esperaba de ella. Cuenta Christomanos que cierto día en Corfú halló en el exterior del palacio a Sissí cuando apenas eran las cinco de la mañana: “Siempre subo aquí antes de que salga el sol, para ver cómo se despierta todo. Nunca más venga aquí a esta hora. Es el único momento en el que estoy sola de verdad”. La soledad, he ahí, junto con el cambio que era la huida, una de las obsesiones de Isabel de Austria. No se antojaba “lo normal” en una joven que a los 16 años entraba en la corte de Viena -se la odió desde el primer momento- por su matrimonio con el Emperador Francisco José. Fue célebre su belleza y ha pasado a la historia su preocupación por su figura -apenas comía- y su adicción a la heroína. Pero esos caprichos o vicios de dama consentida sabía alternarlos con decisiones que alimentaban su fama de extravagante, como sus incontables viajes, su pasión por los caballos (a su caballo le llamo “Nihilista”), su fascinación por Hungría -tan mal vista en la corte vienesa- su atracción por el mar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Decía que en Shakespeare los locos son los cuerdos y vivió un tiempo en el que porque le gustaba pensar, una dama en la Corte comentaba: “¿Cavilar? Con lo peligroso que eso es”. En su haber cuentan frases bastante lúcidas: “¿Por qué ha de amarnos el pueblo humilde y pobre a nosotros que vivimos en la abundancia y el brillo?”. Y a Christomanos: “¿Habla de la vida de borregos desarrollados que llevamos? Es una vida tan tenebrosa y falsa que podemos ahorrarnos el esfuerzo de encontrarla soportable”. Se le acusa de haber descuidado -con la excepción de María Valeria- a sus hijos, pero la verdad co<span style="text-align: center;">mpleta es que si bien no fue expresiva, sus dos primeros hijos le fueron arrebatados por exigencias del protocolo como recoge Paul Morand, y sobre Rodolfo, que recibía una dura educación militar con sólo seis años, escribió al Emperador exigiéndole un poder ilimitado en lo concerniente a la formación de sus hijos. No quiso más reino que su vida interior, apunta Barrés. Y lo cierto es que en su indiscutible culto al yo no entraba únicamente el que rendía a su belleza o al cumplimiento de sus deseos. Gustaba de escribir poemas, se interesaba por Heine y por Homero por quien aprendió griego antiguo. El interior o el exterior, pero ella. Ha escrito Cioran que las manías de Sissí sólo podían tener sentido en una época que culminaría en una catástrofe modelo. Ella conocía las emociones que despertaba: “La gente no sabe por dónde cogerme. Se resisten a que alguien perturbe el orden de sus cajoncitos etiquetados”. Un buen autorretrato.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Trinidad de León</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Artículo publicado en el <a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2013/12/revista-nada-n4.html"><b>número 4 de la revista NADA</b></a></div>
<!-- Blogger automated replacement: "https://images-blogger-opensocial.googleusercontent.com/gadgets/proxy?url=http%3A%2F%2F2.bp.blogspot.com%2F-SonGMfFQgs0%2FU5hiyyk2IlI%2FAAAAAAAAAJA%2FMHkksxVVqks%2Fs1600%2Ffotosi.jpg&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnSQtCmBOjCzwxw-hrriXY5ACmG7ki-1TiULmYdAvx0FHGsK2XcumRKqx8YOoGxbjjot2rbByUlqapG14icO0Tr0ZeOuBKqZWKm8ExhFqQsxXLFQTj7kRmIFvVYhWVUlPj9Md1KaCcJ1co/s1600/fotosi.jpg" -->Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-81936251359778563352014-06-09T19:22:00.000+02:002014-06-09T19:31:48.313+02:00Del nuevo ídolo [el Estado]<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtaaV3dQ2MVdWIIQ10dqC0O8kDs5gAT_tnaDX33RkznzOtr7e5g_TV9-nRtGYuX0FAFBEPRkkdr1PfUHtPYcsVwKAXI0-_0NtmjhGnNHBsHiri8gpvDQhZBTv7pjtpX7rWSK_O3jOMuoeH/s1600/el+estado.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtaaV3dQ2MVdWIIQ10dqC0O8kDs5gAT_tnaDX33RkznzOtr7e5g_TV9-nRtGYuX0FAFBEPRkkdr1PfUHtPYcsVwKAXI0-_0NtmjhGnNHBsHiri8gpvDQhZBTv7pjtpX7rWSK_O3jOMuoeH/s1600/el+estado.png" height="188" width="200" /></a>En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abrid los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Estado es el más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo, el Estado, soy el pueblo”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Que gran mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos, por la fe y el amor; así sirvieron a la vida.<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aniquiladores son quienes ponen trampas para muchos y denominan Estado a tal obra: éstos suspenden encima de ellos una espada y cien concupiscencias.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Donde todavía hay pueblo, éste no comprende al Estado y lo odia, considerándolo mal de ojo y pecado contra las costumbres y los derechos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta señal os doy; cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal: el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado un lenguaje en costumbres y derechos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente - y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Confusión de lenguas del bien y del mal: esta señal os doy como señal del Estado. ¡En verdad voluntad de muerte es lo que esa señal indica! ¡En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nacen demasiados: ¡para los superfluos fue inventado el Estado!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Mirado cómo atrae a los demasiados! ¡Cómo los devora y los masca y los rumia!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
“En la tierra no hay ninguna cosa más grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios” - así ruge el monstruo. ¡Y no sólo quienes tienen orejas largas y vista corta se postran de rodillas!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Ay, también en vosotros los de alma grande susurra él sus sombrías mentiras! ¡Ay, él adivina cuáles son los corazones ricos, que con gusto se prodigan!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Si, también os adivina a vosotros los vencedores del viejo Dios! ¡Os habéis fatigado en la lucha, y ahora vuestra fatiga continúa prestando servicio al nuevo ídolo!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Héroes y hombres de honor quisiera colocar en torno a sí el nuevo ídolo! ¡Ese frío monstruo - gusta de calentarse al sol de buenas conciencias!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todo quiere dároslo a vosotros el nuevo ídolo, si vosotros lo adoráis: por ello se compra el brillo de vuestra virtud y la mirada de vuestros ojos orgullosos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Quiere que vosotros le sirváis de cebo para pescar a los demasiados! ¡Sí, un artificio infernal ha sido inventado aquí, un caballo de muerte, que tintinea con el atavío de honores divinos!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si, aquí ha sido inventada una muerte para muchos, la cual se precia a sí misma de ser vida: ¡en verdad, un servicio íntimo para todos los predicadores de muerte!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estado llamo yo al lugar donde todos, buenos y malos, son bebedores de venenos: Estado, al lugar en que todos, buenos y malos se pierden a si mismos: Estado, al lugar donde el lento suicidio de todos - se llama “la vida”</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Ved, pues a esos superfluos! Enfermos están siempre, vomitan su bilis y lo llaman periódico. Se devoran unos a otros y ni siquiera pueden digerirse.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Ved, pues a eso superfluos! Trepan unos por encima de otros, y así se arrastran al fango y a la profundidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Todos quieren llegar al trono: su demencia consiste en creer - ¡que la felicidad se asienta en el trono! Con frecuencia es el fango el que se asienta en el trono - y también a menudo el trono se asienta en el fango.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dementes son para mí todos ellos, y monos trepadores, y fanáticos. Su ídolo, el frío monstruo, me huele mal: mal me huelen todos ellos juntos, esos servidores del ídolo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hermanos míos, ¿es que queréis asfixiaros con el aliento de sus hocicos y de sus concupiscencias? ¡Es mejor que rompáis las ventanas y saltéis al aire libre!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Apartaos del mal olor! ¡Alejaos del humo de esos sacrificios humanos!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aún está la tierra a disposición de las almas grandes. Vacíos se encuentran aún muchos lugares para eremitas solitarios o en pareja, en torno a los cuales sopla el perfume de mares silenciosos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aún hay una vida libre a disposición de las almas grandes. En verdad, quien menos posee, tanto menos es poseído: ¡alabada sea la pequeña pobreza!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Allí donde el Estado acaba comienza el hombre que no es superfluo: allí comienza la canción de quienes son necesarios, la melodía única e insustituible.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Allí donde el Estado acaba, - ¡mirad allí, hermanos míos! ¿No veis el arco iris y los puentes del superhombre?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así habló Zaratustra.</div>
<br />
<br />
Del nuevo ídolo<br />
<b>Friedrich Wilhelm Nietzsche</b>
<!-- Blogger automated replacement: "https://images-blogger-opensocial.googleusercontent.com/gadgets/proxy?url=http%3A%2F%2F3.bp.blogspot.com%2F-6wINF_qn1wk%2FU5Xs72q1ONI%2FAAAAAAAAAIk%2FrsiWCYf3ZJQ%2Fs1600%2Fel%2Bestado.png&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtaaV3dQ2MVdWIIQ10dqC0O8kDs5gAT_tnaDX33RkznzOtr7e5g_TV9-nRtGYuX0FAFBEPRkkdr1PfUHtPYcsVwKAXI0-_0NtmjhGnNHBsHiri8gpvDQhZBTv7pjtpX7rWSK_O3jOMuoeH/s1600/el+estado.png" -->Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-2135669099322029892014-06-04T13:54:00.000+02:002014-06-04T13:54:03.071+02:00Acerca de la inocencia organizada<div style="text-align: right;">
"Cuando la reflexión alcanza el infinito, se restaura la inocencia" </div>
<div style="text-align: right;">
<b>Heinrich von Kleist</b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Con el surgimiento de la mediocridad privilegiada, la vida inocente se hizo accesible a las masas. Los don nadies dejaron de ser parte de una clase que luchaba por alcanzar fines históricos como la revolución o el fascismo. Se ha entrado en una era fría, exenta de pasión. Mientras en el exterior las tormentas rugían y a un cambio seguía inmediatamente otro cambio, la vida privada quedaba en punto muerto. El tiempo debía seguir su curso, a pesar de la historia, la moda, la política, el sexo y los medios. Los inocentes no rechistaban, despreciaban el inconformismo. “Que sea lo que haya de ser”.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La gente normal se veía a sí misma como una pieza de la maquinaria y no les avergonzaba reconocerlo. Se aseguraban de que los trenes fueran puntuales y regresaban a casa a la hora de la cena. Como sustitutos de las antiguas demarcaciones de casta, sexo y religión la inocencia introdujo conceptos falsamente esperanzadores como la tolerancia, el aperturismo y la armonía. El positivismo se convirtió en un estilo de vida. La crítica positivista se utilizó en la reconstrucción de la política y la cultura. La gente pasaba buenos ratos, estaba ocupada, atareada y dinámica y sobradamente empleada. Reinaba una visión simple y clara de la realidad. Decir inocentes no era lo mismo que decir Buenos, ya que los inocentes, sencillamente no se enteraban de nada, aunque no por ello estaban exentos de valores. No estaban hechos para delinquir. Así se convirtieron involuntariamente en objetivos de las estrategias del Bien y el Mal.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estamos hablando de una vida sin drama, sin inmediatez, sin ‘Entscheidung’ (decisión). Nada se pondrá jamás al rojo. Nunca habrá que tomar decisiones sobre nada. No hace falta escapar para ser sólo tú. “No rompáis el equilibrio”. Los inocentes se regocijan con los rituales diarios, que son su fuente de felicidad. Una lavadora que no funciona es suficiente para desquiciar a un inocente: “este cacharro tiene que funcionar”. El conflicto con lo material proviene de que lo material siempre se rompe, se estropea, funciona mal y, en general, se comporta de modo extraño y no se puede reemplazar así como así. El consumo desenfrenado conlleva la promesa de que, de ahora en adelante, no volverá a suceder nada. En esta existencia imperturbada el lujo resulta tan natural que pasa desapercibido. La conciencia inocente se distingue por su aire de primitivismo entumecido que evoca un universo donde la irritabilidad de los individuos puede estallar sin previo aviso: una y otra vez los semáforos, los atascos y los retrasos, los engorros burocráticos, el mal tiempo, los ruidos de las obras, las enfermedades, los accidentes, los invitados y los incidentes inesperados constituyen una agresión contra la existencia inocente. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar de todo, uno se ve atrapado en acontecimientos inesperados. Esta actitud de concentración en el trabajo y en los asuntos profesionales que huye de toda distracción elimina cualquier riesgo y relega la categoría del criterio único a la dimensión de lo alcanzable. El súmmum de la felicidad son el porno light, una moto, un coche nuevo de precio medio, una casa propia con hipoteca, algún hobbyinteresante, ir a los clubs, los niños, una fiesta a todo tren por el cumpleaños de familiares o amigos, los clubes literarios, las tarjetas de navidad, los bordados de punto de cruz, la ikebana, la jardinería, la ropa limpia, crear una biosfera adecuada para las mascotas y las plantas de interior, los conejillos de indias, el conejo en el patio, las palomas en el ático, los destinos para las vacaciones, las cenas en restaurantes, la teleadopción a través del programa de acogida de niños, una charla con los amigos para ponernos al día sobre las últimas noticias o nuestro carné de Greenpeace. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Este ideal de vida inmaculada y sin alteraciones se caracteriza por la entrañable pretensión de ser el objetivo de, literalmente, todo el mundo. La inocencia está siendo tratada continuamente por doctores, terapeutas, esteticistas, acupuntores y mecánicos. A la inocencia le gusta someterse a reparaciones constantes. Considera que es su obligación desarrollarse y, si es necesario, que se la reeduque. Se acude a cursillos, se participa en las sesiones de adilkno, se visitan teatros, salas de conciertos, expos, se leen libros, se siguen las rutas de senderismo en los bosques y se practican artes marciales. La inocencia como derecho humano universal abarca por igual a animales, plantas, arquitectura, paisajes y expresiones culturales. Esta es la condición con la que en última instancia se puede salvar el mundo: una condición ni utópica ni fatalista, sino inalterablemente funcional.</div>
<div style="text-align: justify;">
Las campañas publicitarias que sirven de banda sonora para este estilo de vida apelan a la alegría infantil de ver cómo se premian nuestros logros. Escenas de padres sonrientes que se pueden permitir absolutamente todo. Referencias a las circunstancias autoritarias bajo las que se educa a los niños y bajo las que alcanzan la madurez y aprenden a hablar. La inocencia presupone la seguridad que ofrece esa burbuja protectora que forman la estructura familiar, el colegio, la empresa y el club de deportes. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bajo el ‘capitalismo infantil’ (Asada), se tientan nuestros deseos con la oferta de una existencia segura. Si demostramos nuestra buena conducta se nos garantiza que los cambios que ocurran en el mundo exterior no provocarán ninguna catástrofe. La rebeldía se castiga y es casi completamente inútil. El hogar incorpora un oasis fortificado. Los demás son exactamente iguales a ti y si te mueves de celda en celda te da la impresión de que la vida es genial. Las sorpresas sólo se permiten entre constelaciones cercanas. La única excepción (bajo control) a la regla es el enamoramiento apasionado. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el ámbito del sexo todavía se puede esperar que se produzcan agresiones, con todo lo que conllevan. Por eso el anuncio por palabras es un medio tan inocente, que nada tiene que ver con la prostitución ni con el declive moral. El momento clave de toda existencia inocente es el día de la boda: el día más feliz de nuestra vida. El matrimonio es el único momento en la vida en que los don nadies de ambos sexos se pueden vestir con todos sus ornamentos y exhibirse sin reparos ante el mundo. El vestido de novia hecho especialmente para la ocasión, el rojo o el blanco que se llevan a la vista de todo el mundo, el ramo de novia, los zapatos del novio, la orquesta en el jardín, el carruaje o el descapotable, los espectadores entusiasmados, el histórico salón de bodas, el discursito conmovedor del cura, el aplauso, todo el mundo puesto en pie, los regalos, la cena en un restaurante de moda, la celebración hasta altas horas de la madrugada: no se escatima en gastos ni en esfuerzos para crear un entorno en el que todo el mundo acaba muy borracho pero nunca llega a hacer el ridículo más espantoso. Un día para recordar con horror el resto de nuestras vidas, pero totalmente imposible de olvidar, una herida en tu vida, un tatuaje mental que te infligen sin contemplaciones los miembros de la familia. Miles de parejas conviven sin haberse casado con tal de no tener que enfrentarse a todo esto. La presión de saber que no hay opción salvo dejar que todo funcione a la perfección de modo que, a pesar de ese perfecto funcionamiento, se elimine completamente la posibilidad de pasarlo bien. La mayor tristeza viene la noche anterior, la mayor alegría llega con la noche de bodas. A partir de ahí todo son refugios seguros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como hasta cierto punto la inocencia no es más que defensa, no puede permanecer neutral ante las continuas amenazas externas de que es objeto (ladrones, violadores, piratas informáticos, falsificadores, incestuosos, psicópatas, bacterias, misiles, nubes tóxicas, extraterrestres, etc.). Tampoco puede invocar la curiosidad infantil sobre lo que acontece en el mundo exterior. La capa protectora de la inocencia refleja cualquier amenaza surgida de su entorno y le da un aura de organización. Se cree que todos (la mafia, los jóvenes criminales, los conspiradores, las sectas, los cárteles de drogas, los bandidos, los piratas) acechan la inocencia de la mediocridad. Son fantasmas omnipresentes. Antes de que te des cuenta puedes estar involucrado en un fraude, ser víctima o ser culpable de uno. La inocencia, que desea desesperadamente mirar a otro lado, hacer como que no se entera, parece a punto de sucumbir. </div>
<div style="text-align: justify;">
La ignorancia puede ser un error fatal; una estrategia más práctica podría ser la de localizar y canalizar los ataques. Si se reparte a todos los individuos una garantía electrónica de inocencia, tarde o temprano cualquier malhechor podría encontrarse en una cárcel especializada. De hecho, la inocencia no debería precisar legitimación, todo este registro y vigilancia no hace sino desgastar su aura. Potencialmente todos somos inmigrantes ilegales; aunque se demuestre lo contrario seguimos constituyendo un factor de riesgo. En la actual fase, refugiarse en el anonimato de lo cotidiano se convierte en algo más peligroso y menos recomendable. La neutralidad, que aparenta ser un aislamiento voluntario, acaba por convertirse en una exclusión grotesca. Los que no están perfectamente comunicados difícilmente pueden apelar a la compasión de la inocencia organizada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La inocencia organizada está obsesionada con el mal, lo observa, lo analiza y lo clasifica con el fin de superarlo por completo. La inocencia existe porque aparenta ser lo contrario. Una persona no puede confesar su inocencia, cada confesión conlleva culpabilidad, cualquier gesto es una pose falsa propia del bien mismo. Desde el principio se informa a todo el mundo, todos lo sabemos todo acerca de los demás y existe un acuerdo tácito de que sobre algunas cosas más vale no hablar. Los inocentes son discretos y no se adentran en terrenos prohibidos (el poder, el deseo, la muerte). Estas fronteras no se violan. Las vacaciones pueden ofrecer algún tipo de compensación, pero cada cosa se hace a su debido tiempo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los familiares cercanos son los que nos irritan más. Son vecinos parsimoniosos, niños ruidosos, extrañas parejas. Los primeros roces se convierten en símbolos a los que siempre podemos echar mano. Estudiamos a los otros con desconfianza, con una forma de vigilancia que es imposible sancionar ya que la interacción mediante la cual se definen las normas ha dejado de existir. La normalidad ya no puede definir lo que es aberrante. Sólo las alteraciones relacionadas con el consumo de drogas, los distritos caldo de cultivo de la prostitución, los centros de viajeros y de refugiados pueden provocar que, ante el temor al declive del valor de la propiedad privada, los ciudadanos se unan temporalmente en muchedumbres airadas. Esta resistencia del vecindario no tiene un móvil ideológico, nunca se vislumbra una base común desde la que formular ideas que se puedan transmitir. Tus vecinos hacen aeromodelismo, mientras que tú prefieres a Pierre Boulez: no hay sitio para el intercambio de ideas. Lo que nos separa no son sólo las vallas de nuestros jardines. Por ello, también carecen de sentido las acusaciones de racismo o discriminación. No existe un orden moral que pueda degenerar en fanatismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los estereotipos se confunden. Nadie sabe el aspecto que puede tener un judío ni cómo distinguir a un turco de un marroquí (‘Todos los turcos responden al nombre de Ali’). Las otras características no se recuerdan porque nosotros mismos no somos conscientes de nuestra propia identidad. A eso nos ha llevado tanta corrección política en la publicidad, en las campañas de información del público y hasta en las recetas de cocina. Una sociedad multicultural es el choque entre los ciudadanos sin personalidad y los herederos de la identidad. En la relación del inocente con el Otro venido de fuera siempre se produce un malentendido básico. El concepto de diferencia cultural se acepta con gran entusiasmo. Se supone que estas culturas funcionan con el mismo tipo de aislamiento con el que funciona la nuestra. ¿Quién querría visitar una vida anodina como la nuestra, que culmina en una igualmente confortable soledad? La tolerancia no es más que envidia de la sencillez del otro. Las celebraciones de los viernes no se consideran atrasadas en el sentido puro de la palabra (como en su día lo fueron las reformistas) sino como prueba de devoción y fidelidad a sus creencias, características con las que nosotros ya no contamos. Los suburbios son politeístas: se cree en todo. Hay más que lo que se enseñó en el colegio pero, ¿qué?. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Buscando encontramos, pero nos sigue angustiando la perspectiva de lo que se nos pueden presentar: gurús, piedras curativas, apariciones celestiales, vudú y encuentros se nos escapan sin que tengamos la oportunidad de compartir las experiencias. Por un momento tenemos la impresión de que están pasando bastantes cosas, de que el mundo que nos rodea está lleno de relaciones profundas, de promesas y de un porvenir optimista. Pronto nos encontramos solos con todos los atributos que hemos adquirido para la experiencia transcultural, esa cazadora que compramos juntos, ¿te acuerdas?, la agenda vacía y los álbumes de fotos de vacaciones. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Hay algún principio macrosocial que nos sirva de orientación y haga desaparecer todo este patético sufrimiento humano, que alivie nuestra confusión? ¿Dónde están los constructores de esta nueva situación? ¿Entre nosotros y rodeándonos? El refugiado, como portador de la cultura, puede resultar profético. En última instancia, son los refugiados quienes nos devuelven nuestra espiritualidad exiliada, esa espiritualidad que tanto perseguimos en occidente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Podemos perder la inocencia si cometemos un crimen, si participamos en una sesioncilla de sadomasoquismo, si nos unimos a un club de moteros, si nos decantamos por el arte o intentamos pasar desapercibidos, pero el submundo de las diversiones no nos consuela. Por último otra opción, muy de moda últimamente, es decantarse por la guerra o el genocidio. Sin embargo, no podemos escapar al conglomerado y sus dictados. La bici de montaña, la camiseta, la ropa de Olilly, los juegos de ordenador, las pintadas, las pegatinas de los coches, los spoilers, la gorra, la ropa informal, la gomina, todos éstos son ‘objets nomades‘ de la Europa de Jacques Attali, una Europa que se dirige a una uniformidad estilizada. No existe un elemento opuesto a la inocencia que pueda negarla o compensarnos por ella. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo único que la inocencia no soporta son los aguafiestas. Este proceso de descomposición dentro de la normalidad no nos ofrece una alternativa y no se rebela, ni siquiera expresa nada. A través suyo la inocencia sólo se agota. No se puede estar chispeante y alegre todo el día, siempre fulminando la suciedad a nuestro paso mediante el pensamiento productivo. La inocencia no corre peligro de desaparecer ni con la revolución ni con la reacción. Sólo puede debilitarse, sucumbir a la pobreza y lentamente desaparecer de nuestra vista, como si hubiese surgido para desgastarse. Las relaciones sentimentales estables se resuelven encargando un vertedero al que arrojar la inocencia acumulada, con el fin de comenzar de nuevo más limpios y animados tras el proceso de redecoración interna. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La generación anterior, con la politización de lo privado, consiguió deshacerse de parte de nuestra inocencia, pero ésta se ha reagrupado con nuevo ímpetu y ahora ha lanzado a rockeros grunge, a miembros de la generación X, a adeptos del trance y a otros grupos de jóvenes a la búsqueda inútil de una base firme contra la que reaccionar con un formato que no sea la moda o los medios, últimos modelos organizativos de la inocencia. El gobierno mismo muestra ahora con la mayor expresividad su oposición contra el sexismo, el fascismo, el problema de los sin hogar y en general cualquier cosa contra la que se opondría cualquier rebelde bienintencionado. La única cosa que les queda a las nuevas generaciones de inocentes para desahogar su ira son todas las manifestaciones de la propia inocencia. Es material suficiente para servir de sustrato común a un grupo social enorme, que empieza a trabajar con distintos temas con el fin de descubrir un terreno común a todas las divisiones. Boicotear a las compañías de seguros, arrasar tiendas de ropa de niños arrogantes, quemar las innecesarias tiendas de regalos. ¡Tenemos todo un paraíso consumista por destruir! Pero no nos emocionemos demasiado. Se nos disolverá la inocencia, veremos cómo se acalla. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Qué tal si ni lo mencionamos?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 0.48cm; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><span style="font-size: 13pt;"><b><span style="background: #ffffff;">Adilkno</span></b></span></span></span></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-63680984789848176892014-05-29T12:50:00.003+02:002014-05-29T12:53:36.188+02:00MANIFIESTO AUTODETERMINISTA<br />
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKjZPfxFfDHejxWKNhWF70am1dCEMXzo2NDTDBuqKZQ46khOFnlDBlkhLUg777eWXRfllu2TXvEWW-k1BBhtMKDkGy56ZXPXJ8BVho0_B0wdNeG6cG3USz5AYhdIumU-LD5qMweGZr5WHJ/s1600/SECTA+NIHILISTA.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKjZPfxFfDHejxWKNhWF70am1dCEMXzo2NDTDBuqKZQ46khOFnlDBlkhLUg777eWXRfllu2TXvEWW-k1BBhtMKDkGy56ZXPXJ8BVho0_B0wdNeG6cG3USz5AYhdIumU-LD5qMweGZr5WHJ/s1600/SECTA+NIHILISTA.png" /></a>Venir al mundo es una decisión ajena impuesta por la voluntad de otros. Durante nuestra infancia y adolescencia no estamos capacitados para ratificar esa decisión ni imponer nuestra condiciones. Las personas nacemos por decisión de otros en un determinado entorno físico, familiar y social, dotadas de unas características genéticas concretas, que es la parte de esta situación que jamás podremos cambiar. Pero de ahí en adelante podemos modificar y decidir sobre nuestra vida ya que nos pertenece en exclusiva.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No hay voluntad ajena -ni de otro individuo ni de la colectividad, ni impuesta por la tradición, ni por las creencias culturales, místicas o políticas predominantes- que merezca una consideración moral más alta que nuestra propia voluntad ni hay, por lo tanto, restricción alguna al ejercicio de nuestra libertad que cuente con una legitimidad natural.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La mayoría de personas nunca llegan a ser conscientes de su soberanía, de su derecho a la misma ni de la enorme invasión de ésta que padecen. Pero las personas, por si mismas, son seres inteligentes y capaces de auto gobernarse. El derecho a hacerlo es natural y su rango moral es siempre superior a cualquier imposición externa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Creemos que cualquier persona, en cualquier momento de su vida, tiene toda la legitimidad para reconsiderar y modificar todo aquello relativo a sí misma y a su vida que de ella depende, incluido el propio hecho de existir. Esto le faculta para tomar cuantas decisiones desee sobre su persona, su cuerpo, su mente y su aceptación o rechazo de cualquier valor, su nombre, su relación con los demás y su forma y estilo de vida. No tomar decisión alguna, como hace gran parte de la población, es también una decisión, aunque la mayoría no sea consciente. Los que por simple inconsciencia, por inercia cultural o por desidia se dejan llevar por el statu quo en el que nacieron y fueron educados están también ejerciendo una opción.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante siglos se nos ha enseñado y adoctrinado desde las más diversas filosofías e ideologías -desde el cristianismo y el judaísmo hasta el islam, desde el fascismo a la socialdemocracia y desde el comunismo hasta el conservadurismo- que las personas viven en función de la comunidad a la que “pertenecen”, que deben asumir sus valores, tradiciones, reglas. Obedecer. El "altruísmo", la afirmación del "otro", se nos impone desde el colegio hasta el asilo y desde los púlpitos de la iglesia, las tribunas de la política, los medios de comunicación, la paternal institución de la familia o las más diversas organizaciones humanas, pero siempre con el objetivo, consciente o no y a veces incluso bienintencionado, de someternos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Toda forma de limitación del poder de la persona sobre sí misma, sobre su vida y sobre sus decisiones es ilegitimida en origen. Aunque todas las demás personas del planeta estuvieran plenamente de acuerdo en imponer a un individuo ciertas limitaciones, seguiría siendo moralmente superior el derecho natural de ese individuo a no acatarlas mientras no limite la libertad a otros. Sabemos que los humanos son seres gregarios, que necesitan relacionarse con otros individuos para llevar una vida medianamente soportable, pero también sabemos que las normas de convivencia han sido históricamente dictadas por el poder y la autoridad (religiosa, política, cultural, económica, etc.) y por lo tanto no parten de una legitimidad primaria. Acatar irreflexivamente normas que limitan el autogobierno personal es también ejercer una opción: tal vez la más cómoda para la mayoría pero también la más dolorosa y humillante para algunos de nosotros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En su camino hacia la supuesta libertad, una humanidad temerosa y débil ha optado por conquistarla a fuerza de decretos y burocracia, a golpe de Estado y policía, mediante un poder casi irrestricto para los gobernantes a cambio de un trato rara vez benévolo y a través de la implantación de sistemas de auto legitimación democrática que han servido para glorificar el ejercicio del poder y, por ello, para seguir invadiendo el ámbito de decisión de las personas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Mucho se ha escrito sobre el contrato social entre gobernados y gobernantes, con frecuencia para ensalzar las virtudes de un sistema más teórico que práctico que parece casi diseñado para tranquilizar a las personas mientras se les usurpa su poder de autogobierno. Mediante el contrato social las personas deben someterse al poder de las masas y de su Estado. Se nos ha enseñado a aceptar sin rechistar lo que el poder nos ordena o prohíbe, porque quienes lo ostentan actúan "en nuestro nombre", están "legitimados en las urnas" o responden a la voluntad de la mayoría. Nosotros nos sentimos facultados para hacer absolutamente cuanto deseemos. "Hacer" incluye por supuesto el "no hacer". La libertad de cada uno no termina donde empieza ese eufemismo que es "la de los demás" que sirve como excusa para que las élites interpretadoras hagan y deshagan a su antojo, sino que termina exactamente donde comienza la inalienable soberanía individual de otra persona concreta, real y determinada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No tendremos a quien idolatrar ni a quien demonizar si nosotros somos nuestros únicos dueños, si nosotros somos, conscientemente, los responsables de todo lo bueno y de todo lo malo que nos suceda, si nosotros razonamos y decidimos con todas las consecuencias, si en definitiva somos libres y no tenemos sino una consciencia plena de nuestra condición de personas, de individuos de una especie animal, únicos y auto poseídos. Ser libres, ser soberanos, es decir, ser plenamente humanos. Quienes no quieran aceptar el reto, sean mayoría o no, están en su derecho de no hacerlo, pero no de imponernos a nadie más las consecuencias filosóficas y políticas de su miedo a la libertad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por todo lo expuesto, proclamamos nuestro derecho total e inalienable a la autodeterminación y en ejercicio de la soberanía personal que poseemos, presentamos ante el resto del mundo nuestra declaración de independencia. Así, por la presente, afirmamos que no reconocemos ningún poder ajeno en nuestras vidas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>SECTA NIHILISTA</b></div>
<!-- Blogger automated replacement: "https://images-blogger-opensocial.googleusercontent.com/gadgets/proxy?url=http%3A%2F%2F3.bp.blogspot.com%2F-fTI6GEUCz54%2FU4cQy0ImctI%2FAAAAAAAAAIQ%2FQJdsLL1Sago%2Fs1600%2FSECTA%2BNIHILISTA.png&container=blogger&gadget=a&rewriteMime=image%2F*" with "https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKjZPfxFfDHejxWKNhWF70am1dCEMXzo2NDTDBuqKZQ46khOFnlDBlkhLUg777eWXRfllu2TXvEWW-k1BBhtMKDkGy56ZXPXJ8BVho0_B0wdNeG6cG3USz5AYhdIumU-LD5qMweGZr5WHJ/s1600/SECTA+NIHILISTA.png" -->Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-4440140858685147322014-05-28T04:41:00.001+02:002014-05-28T04:41:57.627+02:00¿Quién es White Punk?<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsKE5S-8RegmspGqlo42GaQdn6briv6N7kIQkPuGXGgj5YF787pRKIpDeooje6MhI_h9SKNeGVIC2jvgK_68ZcY2ey0jn-ZC98ug0RtFsBvCaN0u4ACZtlB1pEAal0KtLFRHh1K0wjTheX/s1600/white+punk.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsKE5S-8RegmspGqlo42GaQdn6briv6N7kIQkPuGXGgj5YF787pRKIpDeooje6MhI_h9SKNeGVIC2jvgK_68ZcY2ey0jn-ZC98ug0RtFsBvCaN0u4ACZtlB1pEAal0KtLFRHh1K0wjTheX/s1600/white+punk.jpg" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;">En
los barrios donostiarras de Gros, Intxaurrondo y Egia en Donosti se
pueden encontrar unas llamativas intervenciones sobre publicidad
callejera, en la que ésta aparece tachada con pintura blanca.
</span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;">Estas
intervenciones, además de cubrir vallas publicitarias, paneles de
restaurantes multinacionales, bancos o paneles luminosos expuestos en
marquesinas de autobús, en algunas ocasiones aisladas tapa
igualmente otro tipo de manifestaciones como tags. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: rgb(255, 255, 255); margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;">Al
parecer el responsable es un hombre de unos 60 años, que a pesar de
su apariencia de indigente, no vive el la calle. Se sabe que habita
una antigua casa situada en la ladera del monte Ulia y se le ha visto
actuar principalmente de madrugada. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: rgb(255, 255, 255); margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">Esta
figura nos recuerda a </span><em><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">outsiders</span></em><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"> del
street art, como el ya fallecido </span><a href="http://www.contraindicaciones.net/2007/08/ha-muerto-el-rey-de-kowloon.html"><u><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">Rey
de Kowloon</span></u></a><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">.
Un colectivo de artistas llamado Antton Garai, le ha bautizado con el
nombre de White Punk (en referencia a otro </span><em><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">outsider</span></em><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">: </span><a href="http://eye-creative.com/?p=448"><u><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">Grey
Ghost</span></u></a><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">,
que tapa con pintura gris cualquier manifestación de street art en
la ciudad de Nueva Orleans). </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS9KZ4AG7Q2p_khEx6BDsxzibf7F8lr_wuHRT4U8Y-5QeEmKVPG9MmqtUk8UFJ5EZhP_7SLSdhNUhNlrZSA7emShDK3JDtmZwBhbM54B4kcKL2efMLqLnHxIHqgRUSFrEvxK7cWbIclnjA/s1600/white+punk+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS9KZ4AG7Q2p_khEx6BDsxzibf7F8lr_wuHRT4U8Y-5QeEmKVPG9MmqtUk8UFJ5EZhP_7SLSdhNUhNlrZSA7emShDK3JDtmZwBhbM54B4kcKL2efMLqLnHxIHqgRUSFrEvxK7cWbIclnjA/s1600/white+punk+2.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaDjpdru5JQJTmF29fBzoNVMBjQfAAT7Q5rOLthywLBXm6rWO7VNe5ciO1LAUlMIaD1BB739_qYzbzE01Ez84QtA9S49CSjoOOX_eTdP0BfaiW1UTznpmywgXjWe1Iyj2mSXC2Htd61-IC/s1600/white+punk+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaDjpdru5JQJTmF29fBzoNVMBjQfAAT7Q5rOLthywLBXm6rWO7VNe5ciO1LAUlMIaD1BB739_qYzbzE01Ez84QtA9S49CSjoOOX_eTdP0BfaiW1UTznpmywgXjWe1Iyj2mSXC2Htd61-IC/s1600/white+punk+3.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM8UQMawllqQmLn5x7USjK59ubrgoPxy1LGT84Q74Ft2klIwfJzxcRP2g8fhFVnWE4Q44biFR01p4oQrCeiaipXURDcLPUhxIvKW-6dybyo3ObkkANItBZJgx-Ht3DJj2xFeGMGaE5xsA7/s1600/white+punk+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM8UQMawllqQmLn5x7USjK59ubrgoPxy1LGT84Q74Ft2klIwfJzxcRP2g8fhFVnWE4Q44biFR01p4oQrCeiaipXURDcLPUhxIvKW-6dybyo3ObkkANItBZJgx-Ht3DJj2xFeGMGaE5xsA7/s1600/white+punk+4.jpg" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background: #ffffff; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial;">Artículo publicado en el <a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2012/10/revista-nada-n2.html"><b>nº2 de la revista NADA</b></a></span></span></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-10755487229236365522014-05-27T01:58:00.000+02:002014-05-27T02:10:23.197+02:00El origen de la vanidad<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC22V-Smyk4aDlDK68E2hXyJjUXjGeBwkfdcGdgPSzXVCcGwhLgeZSzoup8cSI8OXs5uBwa-VXEGHdoP1WWJJQARYWGXYm0I9zXdJZFHNpXiUDVX3PflrrMCRBQpjIAiH6jN6-Ow6_G48d/s1600/kung-series.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC22V-Smyk4aDlDK68E2hXyJjUXjGeBwkfdcGdgPSzXVCcGwhLgeZSzoup8cSI8OXs5uBwa-VXEGHdoP1WWJJQARYWGXYm0I9zXdJZFHNpXiUDVX3PflrrMCRBQpjIAiH6jN6-Ow6_G48d/s1600/kung-series.jpg" /></a><span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;">Tras
tres meses en la absoluta miseria, hoy he trabajado dos horas. El
empleo ha consistido en destruir papeles. La empresa que me ha
contratado no disponía del aparato para destruir papeles y ha
concluido que mis aptitudes, sin duda alguna, se ajustaban al perfil
requerido. El manager -así se ha presentado el imbécil- me ha
sentado en una silla, ha puesto un montón de papeles sobre la mesa y
me ha dicho: destruye estos papeles. Estoy muy deprimido. Como ya
sabía qué clase de trabajo me esperaba, he tenido la precaución de
llevar conmigo un opúsculo de Marvin Harris titulado </span></span><span style="color: black;"><i><span style="background: #ffffff;">Jefes,
cabecillas y abusones</span></i></span><span style="color: black;"><span style="background: #ffffff;">.
Una lectura amena y acorde con mi posición: el último eslabón; y
acorde con mis aspiraciones imposibles: ser un humanista completo.
Media hora después de haber empezado mi trabajo ha llegado el
manager y ha dicho que los papeles estaban mal destruidos. Tienes que
cortarlos en pedazos más pequeños, lo que has hecho no sirve para
nada, está mal, podemos ir todos a la cárcel, ha dicho, incluso tú,
por no destruir bien estos papeles, a la cárcel. Luego ha hecho una
demostración de qué clase destrucción de papeles deseaba y se ha
marchado. He quedado solo y tumefacto, y he empezado a leer el
opúsculo. ¿Siempre han existido los jefes? ¿Desde el principio de
los tiempos han existido los jefes? No.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;"><i><span style="background: #ffffff;">Creo
que existe una inclinación general en todo el género humano, un
perpetuo y desazonador deseo del poder por el poder, que sólo cesa
con la muerte</span></i></span><span style="color: black;"><span style="background: #ffffff;">.
Cuando he leído estas palabras de Hobbes he pensado: tiene razón.
Pero no la tiene y estamos todos muy equivocados creyendo que la
tiene (porque creo que todos habéis pensado lo mismo: tiene razón.
Pues no la tiene). </span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: black;"><span style="background: #ffffff;">Una
de las formas originales de intercambio en las sociedades
prehistóricas era la conocida por el nombre de </span></span><span style="color: black;"><i><span style="background: #ffffff;">intercambio
recíproco</span></i></span><span style="color: black;"><span style="background: #ffffff;">.
Este modelo ha podido ser investigado por los antropólogos en
algunas comunidades tribales, como los Semais de Malasia central o
los Kung (o bosquímanos) del norte del desierto del Kalahari. Tres
rasgos fundamentales de este modelo:</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">-
Sólo se da en comunidades muy pequeñas (entre 50 y 150 miembros).</span></span></div>
<ul>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">-Sólo
se da en comunidades que carecen de excedentes.<br />- Carece de jefes
que ostenten algún tipo de poder sobre los demás miembros.</span></span></div>
</ul>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Lo
que un miembro de la comunidad recolecta o caza lo entrega a la
comunidad, sin excepciones. Un día cazan y recolectan unos, otro día
lo hacen otros. Un detalle importante es el siguiente: nadie da las
gracias nunca. Esta es una regla de este modelo: allí donde la
reciprocidad prevalece realmente en la vida cotidiana, la generosidad
debe darse por sentada. <i>En este contexto dar las gracias
resulta ofensivo, pues se da a entender que se ha calculado el valor
de lo recibido y, además, que no se esperaba del donante tanta
generosidad</i>. (hay que pensar en este dato y cotejarlo con lo que
ocurre hoy en día). El asunto de la ausencia de excedentes se
explica de la siguiente manera, en boca de un bosquímano: <i>Cuando
un hombre joven sacrifica mucha carne, puede llegar a creerse un gran
jefe o un gran hombre, y se imagina al resto de nosotros como
servidores o inferiores suyos. No podemos aceptarlo, rechazamos al
que alardea pues su orgullo le llevará a matar a alguien algún día.
Por esto siempre decimos que su carne no vale nada. De esta manera
atemperamos su corazón y hacemos de él un hombre pacífico</i>.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">En
este tipo de comunidades existe, sin embargo, una forma de liderazgo
político: los cabecillas. Sin embargo, estos cabecillas carecen de
poder y no pueden ordenar nada a nadie. Los Kung tienen diversos
líderes reconocidos (o cabecillas). Éstos pueden identificarse
porque toman la palabra con mayor frecuencia y porque se los escucha
con atención. Son hombres respetados. Pero en ningún caso tienen
autoridad sobre los demás. Los cabecillas alcanzan este estatus
cuando se ganan el respeto de los demás (siendo mejores cazadores y
recolectores pero, <i>sobre todo</i>, cediendo su parte de
alimento cuando éste escasea o procurando no tener para sí la mejor
parte: siendo altruistas y obteniendo como única recompensa tan sólo
el ser más respetados). Así que el cabecilla es la figura más
prestigiosa -sin poder- de un grupo en el que todos son iguales. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">El
problema surge, exclusivamente, con la cuestión de los excedentes.
La adopción de la ganadería y la agricultura transforman por
completo el sistema económico de las comunidades. Parece ser que
cuando se dispuso de más alimentos de los necesarios, el excedente
se entregó a los cabecillas, en quienes se confiaba, para que éstos
lo redistribuyeran entre los miembros de la propia comunidad. Esto
supone un cambio de modelo: del <i>intercambio
recíproco</i> al <i>intercambio redistributivo</i>. Las
comunidades recolectoras y cazadoras no lo adoptaron porque dichos
excedentes eran tan sólo estacionales y, por lo tanto, puntuales. En
cambio, en comunidades, situadas en regiones más fértiles y
prolíficas, que desarrollaron la agricultura y la ganadería, los
excedentes se hicieron habituales. Inicialmente, los cabecillas que
hemos descrito en el párrafo anterior, de acuerdo con su papel
original, <i>procuraron trabajar más duro que sus compañeros,
dieron a los demás con mayor generosidad y se reservaron para sí
mismos las raciones más modestas</i>. Puesto que carecían de poder,
la compensación que recibían se reducía al <i>prestigio</i> que
les otorgaba su conducta. </span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">¡El
excedente fue el origen del problema! Con el excedente
organizaba festines para los demás y eso incrementaba la admiración
de la comunidad. Pero, si ofrecer la comida sobrante incrementaba el
prestigio, ¿por qué no iban a hacerlo los demás? ¿Por qué no
iban a intentar unos cabecillas ofrecer mejores banquetes que otros?
El modelo de redistribución supone el fundamento de la vanidad: los
cabecillas empiezan a competir entre sí para dar los mejores
festines y, por lo tanto, para obtener el mayor prestigio. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Este
estadio de la cultura, basado en el modelo económico de la
redistribución, puede observarse en los Siuais de las Islas Salomón.
Allí los cabecillas son conocidos como <i>mumi</i>. Su
prestigio depende, precisamente, de la mayor cantidad de excedente
que redistribuyen y ofrecen. Por otra parte, también de acuerdo con
lo dicho, compiten entre sí por ser el <i>mumi </i>más
prestigioso. Estos cabecillas son capaces de no comer nada con tal de
que los demás coman más y estén satisfechos. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Como
se observa, hay una diferencia fundamental entre el modelo
de <i>intercambio recíproco</i> y el modelo de <i>intercambio
redistributivo</i>. En el primer modelo no se dan las gracias nunca
porque no hace falta y porque no hay excedentes con los que alguien
pueda obtener prestigio sin abnegación. En el segundo modelo se
tiene un excedente de comida que no es indispensable, porque las
necesidades básicas ya están cubiertas, que se aprovecha y
determina los primeros síntomas de diferenciación <i>de
facto</i> entre los miembros de una misma comunidad.
Probablemente ocurrió lo siguiente: los que distribuían ese
excedente -entregado en confianza por los demás miembros- empezaron
a basar su prestigio, no en la abnegación -en el quedarse ellos sin
nada-, sino en la simple entrega, sin sacrificio, de algo que ya no
necesitaban: el excedente; un excedente que con el tiempo dejarían
de distribuir. Así nació la vanidad, nació la envidia y nacieron
las diferencias. O sencillamente se hicieron palpables. Y luego todo
lo demás. Esta es la trampa en la que nos metimos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Y
mañana es mi último día como destructor de papeles, último
eslabón de la gran empresa a la que me ha
sido <i>concedido </i>pertenecer. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;"><b>Víctor Bacells Matas</b></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 24px;"><a href="http://huesosdesepia.blogspot.com.es/">huesosdesepia.blogspot.com</a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 24px;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: inherit; line-height: 24px;">Artículo publicado en el <a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2013/05/revista-nada-n3.html"><b>nº3 de la revista NADA</b></a></span></div>
<div style="border: none; line-height: 100%; margin-bottom: 0.53cm; margin-right: 1.06cm; orphans: 2; padding: 0cm; widows: 2;">
<br /></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-78190868439826327702014-05-26T12:00:00.000+02:002014-05-26T16:55:32.852+02:00Sofia Kovalevskaya, matemática y nihilista<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQxFZnfOlkfeeBZzsJDXrh3l0sggyPlJqPxSjkrCVDaziWqPDGllCTIGeo3TgUffUID_ZfMpAYmgEVWKG8P9xIC3vH449lBoWfhrpLMUsFMwKVOgKQQ4lfzp1nWBdvBVEavpbdFU81YXrK/s1600/Sofia+Kovalevskaya.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQxFZnfOlkfeeBZzsJDXrh3l0sggyPlJqPxSjkrCVDaziWqPDGllCTIGeo3TgUffUID_ZfMpAYmgEVWKG8P9xIC3vH449lBoWfhrpLMUsFMwKVOgKQQ4lfzp1nWBdvBVEavpbdFU81YXrK/s1600/Sofia+Kovalevskaya.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Una de las mujeres más interesantes del siglo XIX es la matemática rusa Sofia Kovalevskaya (1850-1891). Su increíble inteligencia, su sentido de la libertad, su rebeldía y sus ideas sociales avanzadas hacen de ella una persona totalmente fascinante. Pese a todo, es una desconocida para la mayoría de la gente, al menos en España.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es verdad que las matemáticas no son el tipo de actividad con la que uno se haga famoso, y tampoco esta ciencia disfruta de demasiada buena prensa, ya que se las asocia con la dificultad, la abstracción, etc. Sin embargo los modernos avances en astronáutica, informática o ingeniería no hubieran sido posibles sin el gran desarrollo alcanzado por las matemáticas, que en definitiva son el "lenguaje de todas las ciencias"</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sofia Kovalevskaya fue una mujer extraordinaria tanto en el aspecto puramente científico y académico, como en su manera de entender la vida, la posición de la mujer en la sociedad, y sobre todo el papel de la ciencia al servicio de la transformación social.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sofia (o Sonya, como también se la conoce) Vasilyevna Kovalevskaya, nació el 15 de enero de 1850 en Moscú, en el seno de una familia burguesa de abundantes recursos económicos y proclive a la actividad intelectual. De hecho, el famoso escritor Dostoievsky estuvo durante un tiempo cortejando a Anyuta, la hermana mayor de Sofia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay que decir que la sociedad rusa de mediados del siglo XIX era deprimente en casi todos los sentidos, gobernada por un autocrata (el zar, cuyo poder era ilimitado), con una economía de tipo feudal, y sometida a los valores del más rancio patriarcado y de la religión cristiana ortodoxa. En tales circunstancias el desarrollo económic<span style="font-family: inherit;">o, cie</span>ntífico y cultural estaba completamente bloqueado, y la oligarquía (con el auxilio de la Iglesia) buscaba unicamente mantener sus privilegios reprimiendo cualquien movimiento que significara cambio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el caso de las mujeres, su horizonte vital se veía normalmente limitado a buscar un buen matrimonio y dedicarse el resto de su vida a las tareas del hogar. Sin embargo ya desde mediados del siglo XIX comenzaron a aparecer movimientos de rebelión de distinto signo dentro de la sociedad rusa. Las ideas socialistas y anarquistas, tomando multitud de formas, prendieron con fuerza en buena parte de los intelectuales y de la juventud. La derrota en la Guerra de Crimea (1856) colocó al zar en una situación dificil, y se incrementaron las protestas de los campesinos, los militares, los intelectuales, los estudiantes, etc, que reclamaban cambios sociales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El más interesante de estos movimientos de rebeldía fue el de los llamados nihilistas, termino acuñado por Turguéniev en su novela "Padres e hijos" (1863) para describir el personaje de Básarov, y que estos jovenes aceptaron gustosamente como propio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los nihilistas se oponían a todo lo que representaba la sociedad rusa tradicional, cuestionando todas las formas de autoridad y considerando la destrucción del viejo orden como la principal herramienta de cambio político. Frente al orden patriarcal, ellos creían en la igualdad de sexos; frente a la religión cristiana, ellos eran ateos y materialistas; frente a la familia tradicional, ellos reivindicaban las comunas y el amor libre; frente al orden social establecido, ellos creían en la evolución y el progreso, rechazando todas las convenciones e ideas preestablecidas. Y por encima de todo reivindicaban el papel de la ciencia como fuerza liberadora en la construcción de una nueva sociedad, desterrando la superstición, la ignorancia y los privilegios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es importante no confundir el nihilismo con el anarquismo. Aunque ambos tienen en común el rechazo a la autoridad, el nihilismo es positivista y con la ciencia ocupando el lugar central, mientras que el anarquismo es más populista, buscando la emancipación del pueblo en forma colectiva y rechazando el intelectualismo. Bakunin criticaba a los nihilistas por sus planteamientos netamente positivistas, que les habían alejado del pueblo y de los problemas políticos y sociales para entregarse a una solitaria dedicación a la ciencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Obviamente el zar y el resto de poderes establecidos, no veían con buenos ojos a estas personas que cuestionaban el orden social, así que se dedicaron a reprimirlos con violencia. Muchos nihilistas fueron encarcelados, asesinados, o tuvieron que emigrar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sofia Kovalevskaya era una mujer de ideas nihilistas. Ante la imposibilidad de acudir a la Univeridad (vedada a las mujeres en Rusia, como en casi toda Europa), se marchó al extranjero acompañada de su hermana Anyuta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Antes se había casado con Vladimir Kovalevsky, un paleontólogo evolucionista, en un "matrimonio ficticio" que tenía como única finalidad burlar las normas legales que establecían que las mujeres no podían hacer practicamente nada sin el permiso de sus maridos o de sus padres. El "matrimonio ficticio" era muy popular entre los jovenes nihilistas, y consistía en que una mujer se casaba con un hombre con el único objetivo de liberarse del yugo familiar. Posteriormente cada uno hacía su vida por su cuenta, y el marido debía darle todos los permisos que ella solicitara de manera que la mujer pudiera estudiar, trabajar, viajar, vivir en comunas, etc, sin trabas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En Alemania, Sofia pudo estudiar con algunos de los principales matemáticos del mundo, como Karl Weierstrass. Precisamente Weierstrass fue quien dirigió la tesis con la que se doctoró en matemáticas por la Universidad de Gotinga en 1874, siendo la primera mujer en la historia que lo conseguía.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Regresó a Rusia en 1875. Lo que en un principio había sido un "matrimonio ficticio" con Vladimir Kovalevsky, se transformó en una relación seria, y ambos tuvieron una hija llamada Sofia en 1878. Sin embargo en estos años estuvo bastante alejada de las matemáticas, no le daban trabajo en ninguna Universidad y se dedicaba basicamente a frecuentar los círculos culturales de San Petersburgo, mientras su marido intentaba hacer fortuna con negocios inmobiliarios, cosa que nunca logró.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En 1879 se deterioró la relación entre ambos, y Sofia decidió retomar su actividad científica. Reanudó su correspondencia con Karl Weierstrass, viajó por Berlín y París (donde también frecuentaba círculos políticos radicales), y finalmente, gracias a su amistad con el matemático sueco Gösta Mittag-Leffler, logró en 1884 una plaza de profesora en la Universidad de Estocolmo, donde sus clases tenían gran seguimiento. También formó parte del consejo editorial de la revista Acta Mathematica, una de las de mayor más prestigio en el ámbito de las matemáticas. Entretanto había recibido la noticia del suicidio de su marido en 1883, atosigado por las deudas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Su gran momento llegó en 1888 cuando logró el prestigoso Premio Bordin de matemáticas, siendo la primera mujer que lo lograba, para lo cual tuvo que resolver las celebres Ecuaciones de Euler "sobre la rotación de un sólido pesado alrededor de un punto fijo", un problema que desde hacía muchos años traía de cabeza a los mejores matemáticos. Esto le supuso un premio de 5.000 francos y el espaldarazo definitivo a su carrera, siendo reconocida como una de las mayores autoridades matemáticas del mundo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo no pudo disfrutar de su merecido prestigio durante mucho tiempo. Tras unas vacaciones en Génova a finales de 1890, regresó a Suecia en un viaje bastante accidentado. Durante el trayecto cogió un catarro, que luego degeneró en neumonía, y falleció en Estocolmo el 10 de febrero de 1891, cuando solo contaba 41 años de edad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tras su muerte, la fama de Kovalevskaya creció como la espuma, llegando a convertirse practicamente en un mito. Claro que para un ministro ruso llamado Pyotr Durnovo, no había para tanto, ya que "se estaba prestando demasiada atención a una mujer, que al fin y al cabo, era una nihilista"</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Además de su quehacer matemático, Sofia escribió artículos de divulgación científica y otros temas como el teatro, e incluso publicó un par de novelas: "Memorias de juventud" (1890) y "Mujer nihilista" (1892) Como todos los nihilistas, consideraba que la divulgación de las ciencias y las artes era una actividad revolucionaria, una manera dotar de armas a las clases populares para acabar con la monarquía y hacer la revolución.<br />
<br />
<br />
Artículo publicado en el <a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2013/12/revista-nada-n4.html"><b>nº 4 de la revista NADA</b></a></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-34880835411385874462014-05-22T11:26:00.000+02:002014-05-22T11:26:47.177+02:00Ante las elecciones europeas (y cualquier otro tipo de elecciones)<div style="text-align: justify;">
Ante las elecciones municipales, generales o europeas y las peticiones de reformas parlamentarias o de representabilidad, la postura que hemos defendido ante las elecciones siempre ha sido la misma: la abstención. El no reconocimiento de la llamada legalidad democrática y, por tanto, la no participación en ninguna de sus instituciones, como colectivo, ni en ninguno de sus cauces, como individuos. Esta postura ha tenido algunos momentos históricos de gran repercusión, tanto en el plano social como político, como por ejemplo en la década de los treinta, pero en las últimas décadas ha sufrido un ataque por parte de los agentes políticos y comunicadores del Sistema. Este ataque ha intentado desvincular la abstención de cualquier tipo de posicionamiento social, político o ideológico; reconociendo de esta forma la exclusividad de la participación social dentro de los cauces de la representatividad. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
En un país en el que parecía que las inquietudes sociales y políticas habían quedado relegadas a una serie de profesionales ha emergido un movimiento autodenominado popular, considerado propiamente como "ciudadano", que puso en las primeras páginas de los periódicos oficiales la denuncia de una serie de irregularidades que en los últimos tiempos están tornándose insoportables; que, en nuestra opinión, son fruto inherente de los sistemas jerárquicos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
Este movimiento ha dado una especial importancia, desde nuestro punto de vista inmerecida, a la actitud que hemos de tomar los individuos ante las elecciones; municipales en su momento, generales posteriormente, ahora europeas. Y han intentado, desde nuestra opinión, reconducir el descontento de los individuos, de los trabajadores y los llamados cuidadanos hacia los cauces democráticos, continuando y asumiendo el discurso establecido desde el Sistema. Se han puesto en la palestra opciones hasta el momento ampliamente minoritarias como el voto nulo o el voto en blanco, intentando asumir para la democracia representativa a aquellos sectores descontentos con la política actual, en una especie de regeneración de la representatividad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
De esta forma se da una nueva imagen al Sistema, los sectores descontentos con los políticos parece que ya no están en desacuerdo con el Sistema por éstos generado, y base de todas las atrocidades cometidas contra las personas. Simplemente quieren que se vayan unos políticos para que vengan otros a hacer lo mismo, una especie de ensayo conductista que parece tener como intención desmovilizar a la gente por agotamiento o desilusión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que se intentó de forma generalizada fue asumir como propio un movimiento que, en la teoría, estaba desideologizado y despolitizado; demostrando, en realidad, que asumía la ideología del sistema y hacía el juego a partidos extra o cuasi-extraparlamentarios, poniendo en tela de juicio la veracidad de su apolitización. De esta forma, parecía que todos tenían cabida bajo el lema de reivindicación de una democracia real que, a nosotros, nunca nos ha interesado lo más mínimo. Desde los que defienden la dictadura de los mercados hasta les que defienden la dictadura del proletariado, incluso, y a nuestro pesar, parecía que aquellos que abogan por la abolición del Estado y toda forma de autoridad también se sumaban a las demandas de una democracia más eficaz para ponerla al servicio de los intereses de una clase consumista. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nosotros, rehusando cualquier tipo de posibilismo, nos declaramos abiertamente antidemócratas. Estamos en contra de la democracia representativa, porque no creemos en ningún tipo de delegacionismo y estamos convencidos de que éste siempre deriva en la usurpación del interés personal. Del mismo modo estamos en contra de la llamada democracia directa, porque esta, por no erradicar el sistema de votación, deriva en la sumisión del individuo a la llamada voluntad colectiva que no tiene porqué representarle. Toda democracia supone la imposición de una mayoría, a lo sumo, sobre un minoría.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Así, dentro de ese obnubilamiento intelectual que genera la democracia a su alrededor, y bajo el cual férreos defensores de estructuras diferentes, dentro de los Sistemas jerárquicos, se autointitulan como incondicionales defensores de los valores democráticos; nosotros nos negamos a sumarnos a esa corriente unitaria y tendenciosa. La democracia, en realidad, no se diferencia, al menos en este aspecto, de otros regímenes totalitarios. Pues si bien en estos se condena a través del castigo físico a sus detractores, en la democracia, además, se les condena a través del ostracismo ideológico, siendo considerados una especie de detractores del género humano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
A nosotros no nos vale la reforma del sistema electoral o la creación de listas abiertas, no nos vale con mejorar un Sistema con el que no estamos de acuerdo. Nos es indiferente el valor que el Sistema quiera dar a nuestra voz, porque lo que pretendemos es que nadie pueda cuantificar nuestra opinión cuantitativamente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Porque no creemos que sea posible, en ningún modo, que la delegación en una serie de individuos suponga otra cosa que la enajenación del interés de los individuos a merced del interés propio de un individuo, sujeto, de forma generalizada, no sólo a presiones externas, como mercados o intereses de grandes emporios, sino también a favores personales. Tampoco creemos que sea viable el ideal de democracia. Pues las situaciones de corrupción y desentendimiento de la clase política son inherentes al sistema de representación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
No nos vale ni queremos actuar dentro de los cauces legalmente establecidos, no atendemos a ningún tipo de imposición ajena a nosotros mismos y a la propia razón. Hacemos un llamamiento a la reflexión, a la abstención, al boicot y al sabotaje de todo tipo de elecciones.<br />
<br />
Contra la democracia, contra el estado, contra la ley.<br />
<b>Amigas y amigos de la revista NADA</b></div>
Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-22856368562258496282014-05-17T14:49:00.001+02:002014-05-17T14:49:51.923+02:00LA SOCIEDAD COMO NEGACIÓN<div style="text-align: justify;">
<a href="http://www.wallstreetdaily.com/wp-content/uploads/2014/03/WSD_SecretSociety_0314_feature.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="141" src="http://www.wallstreetdaily.com/wp-content/uploads/2014/03/WSD_SecretSociety_0314_feature.jpg" style="-webkit-user-select: none;" width="320" /></a><b>La verdad de esta sociedad no es otra cosa que la negación de esta sociedad</b></div>
<div style="text-align: justify;">
Guy Debord</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El nacionalismo es, sin duda, la negación de la sociedad a la que dice representar, entendida ésta como el conjunto de individuos que se asocian voluntariamente para proporcionarse una mejor vida los unos a los otros; pues, mientras que los políticos estadistas e idolatras de su poder arrojan todas sus alabanzas, éste, solemne, aniquila el querer del cúmulo de individuos que lo conforman. Estos son importantes en tanto producen riqueza para la nación. Podemos afirmar entonces que el conjunto real-sociedad está subyugado al conjunto irreal-nación. Pero, ¿hasta qué punto es esta sociedad real y tangible? ¿No resulta igualmente una entelequia? ¿Qué lazos se extienden entre nosotros más allá de languidecer bajo el mismo Estado o nación? De ningún modo podemos separarlos y hacer una distinción clara de qué es cada uno. Ambos son negación del otro. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Podemos definir nación como sociedad y sociedad como nación, son términos ambivalentes que tienen como fin común la negación de la singularidad vital. Siendo esta doble negación la afirmación de la infausta situación a la que se ve abocado el sujeto que la forma, ya sea por voluntad propia o por imposición. Resumiendo: ambos son lo mismo y su finalidad es compartida: engullir la vitalidad de los individuos que contiene, así como el esfuerzo de los pequeños grupos afectivos que en esta máquina aséptica se puedan desarrollar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De tal forma, por ejemplo, el derecho a vivienda es un elemento aplicado al conjunto social, y por ende pretendidamente individual, aun cuando no sea así, que es, y esto es innegable, incumplido sistemáticamente o, mejor dicho, sistemáticamente, ya que podemos ver mendigos e indigentes en cada esquina, de cada barrio y de cada ciudad del país. Probablemente estos individuos sepan de su derecho a la vivienda, surgido de su inalienable derecho a la vida, como así también lo son su derecho a la alimentación, a la vestimenta u otras, mas no son capaces de proporcionársela, pues están sujetos y atados de pies, manos y pensamiento por la sociedad que se lo niega. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las viviendas desocupadas son consecuencia de la iniciativa individual, corporativa o propiamente estatal (ente social) y surgen por el no pago, por la invalidación de ésta, por su embargo, etcétera., pero es la sociedad la que evita que sean ocupadas por el que no posee nada. No es otra más que la sociedad la que teme que se ocupen de forma ilegal, ya sea por inseguridad, por supuestos principios morales, o porque a sus integrantes es lo que le han soplado al oído desde que tienen recuerdos, esto es, que no es relativamente importante que el congénere humano muera aterido de frío a la puerta del Palacio de Liria, siempre y cuando el cadáver no caiga en la propiedad privada de la duquesilla ni la podredumbre del exánime mancille sus suntuosos jardines nobiliarios. Por tanto, el individuo que no posee bienes vitales no ha de confiarse el conjunto irreal nación o sociedad, Estado, Dios, etcétera., [1] sino que ha de confiarse a sí mismo. ¿No tengo techo bajo el que abrigarme los gélidos días de invierno? Bien, lo ocuparé. ¿No poseo hoy qué comer? Bien, lo tomaré. ¿No tengo actividad que realizar? Bien, la realizaré. ¡Basta de conciliar el frío, el hambre o la abulia con la creencia de que vendrán a rescatarnos! Es bien seguro que llegará reiteradamente la nación, la sociedad, el Estado, a tirarte a la calle, a apresarte entre muros, a humillarte, pero no puede nadie cejar en su empeño de vivir con dignidad. ¡Si el sistema está tan degradado que no puede procurar vida digna a todos, que no sean todos los que se arrodillen, sumisos y asustados, a un futuro incierto! Y no nos confundamos, lo vital no es una televisión, ni un coche, ni un frigorífico, ni un opulento habitáculo, ni majestuosas viandas, etcétera., no pretendas quedarte ahíto de caviar todos los días, empero si no tienes qué llevarte a la boca, ¡no caigas en la limosna! (¿Hasta qué punto de degradación humana hemos llegado que podemos vivir, lastimosamente eso sí, mientras nuestros hermanos mueren por doquiera?) Únete a otros como tú y ocupa, roba, lo que sea, con tal de conseguir un sustento que te permita subsistir; y no te escondas, es más, ¡haz saber por qué robas comida, por qué ocupas viviendas, por qué, en fin, quieres vivir con dignidad! Haz saber a la sociedad, a la nación, que, o te procura lo mínimo para vivir o tú mismo, siendo humano e inteligente, lo tomarás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y se me podrá tildar de ser parcial y demagogo, de fomentar la violencia irracional o incluso de ser un sujeto antisocial. También se me podrá echar en cara que ciertas sociedades más avanzadas, dígase países nórdicos o helvéticos, sí cubren las necesidades mínimas a sus conciudadanos. ¿Cómo poder renegar de esas idílicas sociedades paternalistas? ¡Sólo un loco lo haría! Pues bien, yo reniego de esas cálidas y tiernas sociedades, tan deleznables como las sureñas o cualquiera que siga el modelo parlamentarista-capitalista. ¿Por qué? Porque, como se dijo en la introducción de la anterior reflexión, estas sociedades no son en verdad más que naciones con ciudadanos exaltados. Es decir, no van más allá de naciones, de estados, parasitarios del esfuerzo individual y colectivo de su pueblo, renegando del concepto humano. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estos países succionan con tanta vehemencia el esfuerzo colectivo e individual que después, ahítos de todo, procuran darles lo mismo a sus ciudadanos; regocijándose estos últimos de su lamentable suerte. ¡Todos, absolutamente cada país del mundo tiene como paradigma a los Estados nórdicos! Son el paraíso capitalista hecho asfalto, edificio, compañía, impuesto y lágrima. Sin embargo, de lo que no parecen percatarse estos ávidos políticos nacionales y supranacionales, tertulianos todos, y demás secuaces, es que es inviable, por no decir esperpéntico, el pretender la impronta de este modelo al mundo: ¡Es imposible! Para que esos nórdicos disfruten de su bienestar, y no digo yo que sólo sean ellos, otros han de sostenerlos. Es la clásica dicotomía capitalista: unos sujetan el peso de otros, los más de los menos, los muchos de los pocos. Así que esos países tan idolatrados y perseguidos por los progresistas de todos los lares no son sociedades en el sentido hermoso de la palabra, es decir, comunidades de individuos con lazos afectivos palpables y fraternales, sino industrias fiscales arraigadas en la psique humana mediante el concepto de nación, por lo cual resultan altamente repugnantes. Abrazarse o confiarse a tales concepciones quiméricas sólo nos podrá llevar a caer nuevamente en el pútrido parlamentarismo, en el inicuo capitalismo y en el anacrónico nacionalismo como, por otra parte, nos ha demostrado no pocas veces la historia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
[1] Uso indistintamente sociedad, Estado y nación porque, a pesar de los fructíferos debates que se han llevado a fin de delimitarlos, son un todo. Al igual que Dios en la liturgia cristiana está conformado por otros entes quiméricos tales como el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo, y estos a su vez se encuentra dispersos de forma ecuánime en toda la realidad; para mí, Estado, sociedad y nación son un mismo todo que se reparte indistintamente entre los individuos, oprimiéndolos y subyugándolos, ya sea por creencia.</div>
<br />
Máximo Eléutheros<br />
Artículo publicado en el <a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2013/05/revista-nada-n3.html">número 3 de la revista NADA</a><br />
<a href="http://soliloquiosdeunindividuo.blogspot.com/">soliloquiosdeunindividuo.blogspot.com</a><br />
<br />Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-5034874383190923252014-02-26T06:34:00.001+01:002014-02-26T06:34:41.092+01:00El libro clave detrás del nihilismo de True Detective<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha9uv5r2KusSgXpcV2pGBtsGSIQJeBcvhuNFXIzCNWUbw1sGuFkP-lTbA8UrHEh-dm96H3v_c-iXnNxcDu4toEcpeYOWB_lFAAXD-2-frIr3OAICrhAGPMcNB5vP72-r-SUma5ySKVpZz5/s1600/true+detective.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha9uv5r2KusSgXpcV2pGBtsGSIQJeBcvhuNFXIzCNWUbw1sGuFkP-lTbA8UrHEh-dm96H3v_c-iXnNxcDu4toEcpeYOWB_lFAAXD-2-frIr3OAICrhAGPMcNB5vP72-r-SUma5ySKVpZz5/s1600/true+detective.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>El policial que emite la cadena HBO, y que va por la cuarta entrega, no para de cosechar seguidores. De culto y con un público masivo a la vez, fundamenta su éxito en varios elementos. Uno, sin duda, es el guión y el curioso mundo literario de su guionista. </b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
Hay varios motivos que explican la solidez de True Detective (los actores, el director, la banda de sonido- a cada elemento se podría dedicar una nota, y múltiples medios lo han hecho) pero la base de su excelencia está en el guión. A diferencia de la mayoría de las series, está escrita íntegramente por una sola persona. Nada de comité. Esto se siente. Sí, reúne las virtudes de un buen drama y es un brillante ejemplar del policial negro, pero se siente que es una obra que vino de la imaginación de un autor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El guionista se llama Nic Pizzolatto. Nació en 1975 en Nueva Orleans y descubrió la literatura tarde, cuando estaba en la universidad estatal de Louisiana, inicialmente siguiendo una carrera en las artes visuales. Tuvo una infancia difícil y tras irse de casa, a los 17 años, nunca volvió a ver a sus padres. Estudió también en la Universidad de Arkansas tiempo durante el cual publicó varios cuentos en prestigiosas revistas. Se publicaron luego en el libro Between Here and the Yellow Sea (2006). Su primera novela,Galveston(2010)-situada en un submundo criminal de Louisiana y la costa sureña de Texas- ganó el Prix du Premier Roman de la Academia Francesa (por mejor primer novela de un extranjero). Pizzolatto trabajó brevemente como profesor de literatura pero disgustado por el mundo académico se fue a California a probar suerte con la Televisión, pero como autor de su propia serie. Lo logró. Ahora volvamos a la serie.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Breve síntesis. True Detective es un relato doble. Por un lado es el cuento de dos policías en el estado sureño de Lousiana, en 1995, investigando un bizarro e siniestro asesinato con rasgos satánicos. La primera escena, en la cual los detectives observan el cadáver de una mujer atada a un árbol en una actitud de postración, con cuernos de ciervo atados a su cabeza y su cuerpo desnudo cubierto de símbolos esotéricos, es escalofriante y perturbadora. Esta sensación se irá profundizando con cada avance de la investigación. El segundo relato de la serie muestra a los mismos detectives, diecisiete años después, mientras son interrogados -por separado- por otros dos detectives, casi mudos, que fueron asignados para rever el caso (el cual, evidentemente, no fue cerrado prolijamente).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta descripción es la carcasa, el motor narrativo, y funciona a la perfección. El interrogatorio de 2012 no interrumpe la acción de 1995. Aunque son dos carriles narrativos, no son paralelos ni van separados; al contrario, son complementarios — se entrelazan para hacer avanzar la acción.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el interior de esta carcasa están las palabras; y en particular las del detective Rustin Cohle (protagonizado por Matthew McConaughey). Cohle es un nihilista con una fría y precisa elocuencia. A través de la investigación con su compañero, el más sólido y convencional detective Martin Hart (protagonizado por Woody Harrelson) Cohle delinea su sombría visión existencial en floridos monólogos, los cuales Hart rechaza tanto por su oscuridad como por su expresión barroca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los críticos han comparado a True Detective con la obra de Cormac McCarthy y hay algo de eso, pero hay una fuente mucho más importante, según ha explicado Pizzolatti en una entrevista con el Wall Street Journal, y es la obra del poco conocido pero muy prestigioso escritor de terror (en la tradicción de H.P. Lovecraft) Thomas Ligotti (Detroit, 1953). En particular su libro de no ficción The Conspiracy against the Human Race (La conspiración contra la raza humana, 2010). Este largo ensayo filosófico sobre el horror de la existencia, el terror del vacío cósmico, y el sinsentido de la conciencia humana frente la eternidad de la muerte es un texto clave en la bibliografía no documentada de True Detective. Si han seguido asiduamente a Rustin Cohle, fascinado y tal vez desconcertado por su postura frente a la vida, el libro de Ligotti será una revelación. La conspiración contra la raza humana fácilmente podría estar en la mesa de luz de Cohle. De hecho, muchos de sus monólogos, por abierta admisión de Pizzolatto, son resúmenes de las declaraciones de Ligotti.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Esto, (golpea un expediente de la investigación, lleno de fotos de mujeres asesinadas) de esto estoy hablando. Esto es lo que quiero decir cuando hablo de tiempo y muerte y de la futilidad. Hay ideas más amplias funcionando, principalmente lo que nos debemos entre nosotros, como una sociedad, para nuestras ilusiones mutuas. Después de catorce horas seguidas mirando estos cuerpos muertos, estas son las cosas en las cuales piensas. ¿Has hecho eso alguna vez? Los miras los ojos, aunque sea en una foto, no importa si están vivas o muertas, las podés leer de ambas maneras. ¿Y sabes lo que ves? Le dieron la bienvenida. No al principio, pero allí en el último instante hubo un alivio inconfundible. ¿Ves? Porque ellas tenían miedo y ahora vieron por primera vez cuan fácil era simplemente soltarse. En ese último nanosegundo, vieron lo que eran. Que tu, tu ser, se terminaba. Que todo el gran drama de la vida nunca fue más que un ensamble improvisado de presunciones y voluntad ciega. Y podías simplemente soltarlo. Finalmente saber que no tenias que agarrarte tan fuerte. Saber por fin que toda tu vida, todo tu amor, todo tu odio, toda tu memoria todo tu dolor, era todo la misma cosa. Era todo el mismo sueño, un sueño que tuviste dentro de un cuarto encerrado (señala su cabeza). Ese sueño sobre ser una persona. Y, después, como muchos sueños, hay un monstruo en su final."</div>
<br />
<a href="http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/television/True-Detective_0_1084691958.html" target="_blank"><b>Andrés Hax</b></a>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-65136718501313115312014-01-21T10:09:00.003+01:002014-01-21T10:09:34.984+01:00Luciano de Samósata o el placer de fustigar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigQYqoMC3o3R-MrzeDN9N-Q83byf67JEYd6pJJ4Nv9jJVckCfyYyoRqGz9vIZ3r6aP62TH7POCywIZnKTm1EAqFiRtQXBVEPIx4SPCIOt8zPIAQXnHqkV4T2IY6SDcYw3Z30fWyZTjbhur/s1600/Luciano+de+Sam%C3%B3sata.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigQYqoMC3o3R-MrzeDN9N-Q83byf67JEYd6pJJ4Nv9jJVckCfyYyoRqGz9vIZ3r6aP62TH7POCywIZnKTm1EAqFiRtQXBVEPIx4SPCIOt8zPIAQXnHqkV4T2IY6SDcYw3Z30fWyZTjbhur/s1600/Luciano+de+Sam%C3%B3sata.png" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Poco sabemos con certeza sobre la vida de Luciano de Samósata. Sus contemporáneos hablaron tan poco de él, que solo disponemos de los datos extraidos en su propia obra. Extraña que un autor tan mordaz y bien considerado en siglos posteriores apenas fuera citado en su propia época. No encontraremos apenas referencias en la antigüedad, e incluso el historiador de la Segunda Sofística, Filóstrato, no se digna a incluirlo en la lista de los representantes de este movimiento, Vidas de los sofistas. Asimismo el léxico de Suda le dedica muy pocas líneas. Se le condenó, sin duda, al ostracismo del outsider a causa de su sinceridad y su incansable deseo de desenmascarar a los impostores de su tiempo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Casi lo único que podemos afirmar es que Luciano nació en Samósata, en el Sigo II, que fue un escritor culto y prolífico, pudiendo considerársele cercano al movimiento que se conoce con el nombre de Segunda Sofística, que fue pionero en formas literarias como el diálogo que lleva su nombre o los relatos de ciencia ficción, sumando su producción hasta un total de 83 obras.Y, sobre todo, que se dedicó a fustigar, con todas sus fuerzas, muchas de las costumbres e incoherencias de su época. En especial la superstición, la ignorancia, la vaciedad, la hipocresía. No con el espíritu del satírico que confía en cambiar a sus contemporáneos, sino por el placer de desnudar Reyes en un ejercicio incansable contra la hipocresía propia y ajena, y para provocar la risa. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De sus últimos años carecemos de noticias, pero algunas crónicas cuentan de que murió despedazado por unos perros, leyenda sin duda inventada por sus enemigos*.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para entender a Luciano es importante recalcar el carácter espiritual de la época que le tocó vivir. Los historiadores parecen unánimes en describir el Siglo II d.c. con los rasgos de una sociedad cansada. Caracterizada por un envejecimiento progresivo de la población, la pérdida del lustro Imperial, y cierta esquizofrenia espiritual desde el punto de vista religioso. Fue el Siglo del asentamiento de la concepción de Dios como ser inefable alcanzado no por las vías de la razón sino del misticismo, del auge de la Provicencia Divina, y del nuevo esplendor del neopitagorismo. Así, surgirán curiosos personajes divinos como Apolonio de Triana, cuya vida escribirá Filóstrato, y cuyo discípulo, el famoso falso profeta Alejandro, desatará la ira de Luciano con sus pretendidos milagros. Será el Siglo del afianzamiento del cristianismo y el auge de la superstición.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero, quizá como respuesta a esta actitud tan falta de sentido crítico, el Siglo II conocerá también un inusitado auge del escepcitismo, corriente en la que, con su "sé sensato y aprende a dudar", podría encuadrarse Luciano. Y pese a todo, representó también un momento de cierto esplendor en la Literatura.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ante este panorama, Luciano de Samósata se propuso ser el fustigador sin piedad del irracionalismo imperante. Combate todas las exageraciones de su época, cebándose no solo contra aquellos espíritus imitadores carentes de originalidad, sino contra las pasiones más fuertemente arraigadas de su época. En resumen, cabría decir que Luciano se ha propuesto ser el revelador de la necedad humana.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por ejemplo, en sus Diálogos de los muertos pone de relieve lo finito de la vida terrena y cómo la muerte iguala a siervos y señores; lo transitorio de la belleza; que las riquezas duran lo que dura la vida humana. Coloca en escena a grandes reyes y emperadores del pasado -aún después de muertos, orgullosos de su Imperio y su poder- para ridiculizarlos haciéndoles ver que toda su gloria no es ya más que polvo y ceniza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- De todos, los únicos que están alegres son esos, Eaco. ¿Y ese cadáver cubierto de ceniza que parece pan cocido lleno de ampollas, quién es?</div>
<div style="text-align: justify;">
EACO.- Empédocles, que llegó totalmente chamuscado del Etna.</div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- Querido amigo que llevas sandalias de bronce, ¿por qué motivo hiciste eso?</div>
<div style="text-align: justify;">
EMPÉDOCLES.- Lo hice en un ataque de melancolía.</div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- No, no fue esa la causa; fueron la vanidad, la soberbia y tu gran tontería. Ellas te carbonizaron con sandalias y todo, pues te lo merecías. Además, tu comedia no sirvió de nada, pues se descubrió que estabas muerto. ¿Y dónde está Sócrates, Eaco?</div>
<div style="text-align: justify;">
(...)</div>
<div style="text-align: justify;">
SÓCRATES.- ¿Me buscas a mí, Menipo?</div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- Sí, Sócrates.</div>
<div style="text-align: justify;">
SÓCRATES.- ¿Qué ocurre en Atenas?</div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- Muchos jóvenes que afirman filosofar y, por su forma de andar, parecen eminentes filósofos.</div>
<div style="text-align: justify;">
SÓCRATES.- Conozco a muchos de ésos.</div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- Y has visto también, según creo, cómo llegaron ante ti Aristipo o el mismo Platón: uno, siempre perfumado, y el otro, con aspecto de haber aprendido muy bien a adular a los tiranos de Sicilia.</div>
<div style="text-align: justify;">
SÓCRATES.- Y, ¿qué piensa Atenas de mí?</div>
<div style="text-align: justify;">
MENIPO.- Eres un hombre muy afortunado, Sócrates, en lo que a eso se refiere. Todos te recuerdan como un hombre admirable, con un conocimiento universal, a pesar de lo poco que sabías en realidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
SÓCRATES.- Yo les decía lo mismo, pero ellos creían que bromeaba. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entre las influencias de Luciano ha de destacarse la del cinismo, siendo muy importantes en su evolución Menipo de Gádara, un cínico de la primera mitad del S.III a.C autor de lo que se llamó Quintiliano sátira menipea, hoy perdida; y Diógenes de Sinope, el mayor representante del espíritu Cínico. En palabras de Luciano: "El único, Menipo, que llegaste al Hades de un modo digno de tu secta, y antes que tú, Diógenes; pues no entrasteis forzados ni empujados sino por vuestro gusto, riéndoos y enviando a los demás al diablo".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ambos aparecen representados en sus Diálogos de los muertos, con un Hades Cínico como escenario, donde reina la absoluta igualdad y ausencia de necesidades de todos los que lo habitan, esqueletos que salvo en sus penas no se diferencian unos de otros. De este modo el cínico anima a sus correligionarios a vivir austeramente, pues ese es el modelo que nos impone el Hades por toda la eternidad. Diógenes y Menipo, otrora andrajosos, son los verdaderos Reyes de la morada de Plutón por su desprecio hacia los bienes mundanos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DIÓGENES: ¿Cómo es esto, Alejandro? ¿Has muerto también tú exactamente igual que todos nosotros?</div>
<div style="text-align: justify;">
ALEJANDRO: Ya lo ves, Diógenes. Nada de extraño tiene que haya muerto dada mi condición de hombre. </div>
<div style="text-align: justify;">
(...)</div>
<div style="text-align: justify;">
DIÓGENES: ¿Cómo no me reiré, Alejandro, viendo que deliras hasta en el infierno y que esperas llegar a ser un Anubis o un Osiris? Sin embargo, no esperes tales cosas, oh divinísimo; porque a todo aquel que ha atravesado una vez la laguna y penetrado en el interior, no le es dado regresar, pues Eaco no es remiso, ni fácil el Cerbero. Pero, ¿por qué lloras, necio?, ¿Ni siquiera te enseñó el sabio Aristóteles a considerar que no son seguros los dones de la fortuna?*</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Algunos críticos de su obra han llegado a decir que Luciano solo pretendía provocar la risa (Helm) presentándolo como un frívolo, y del extremo contrario, que se ocupó siempre con mucha seriedad de los problemas de su época hasta llegar a señalarlo como una especie de premarxista (Baldwin).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Yo creo que en su afán por provocar la risa hay a veces una intención más seria. Su nihilismo cínico es también una manifestación de oposición a la cultura griega que se habría transformado en privación de la libertad primigenia del hombre. Luciano adopta una actitud inconformista, fustigando sin piedad la locura humana con su lengua como espada, atacando todo lo que le parece falso, lo que se le antoja falto de autenticidad. Sus obras están plagadas de burlas a la pedantería, la falsa humildad, la hipocresía, la ambición, el servilismo, el orgullo. Y sobre todo, combate con todas sus fuerzas lo que le huele a sobrenatural, lo místico, lo supra-racional. Ese es su empeño, esa es su ética y no tiene ninguna otra: la autocrítica de la razón es su más auténtica moralidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
*1- Sin duda se refiere a la notable influencia que tuvo Diógenes Laercio en la obra de Luciano. Este era apodado "el perro" debido a su comportamiento e idea radical de libertad.</div>
<div style="text-align: justify;">
*2- No se conocen retratos reales de Luciano de Samósata que nos permitan tener una imagen de su aspecto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Bibliografía utilizada:</div>
<div style="text-align: justify;">
- La Secta del Perro.Vidas de los filósofos cínicos. García Gual, Carlos.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Diálogos. Luciano de Samósata. Introducción, traducción y notas de José Alsina. Editorial Planeta.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Diálogos de los muertos. Diálogos de los dioses. Diálogos marinos. Diálogos de las cortesanas. Luciano de Samósata. Alianza Editorial.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Relatos fantásticos. Luciano de Samósata. Alianza Editorial.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Luciano de Samósata, diálogos de tendencia cínica. García Yagüe. Editora Nacional.</div>
<div style="text-align: justify;">
- Lukian und Menipp. Helm, R.</div>
<br />
<a href="https://twitter.com/SrtaKeuner"><b>Araceli de Bergerac</b></a><br />
Artículo publicado en el <a href="http://revistanada.blogspot.com.es/2013/12/revista-nada-n4.html">nº4 de la revista NADA</a><br />
<br />
<br />Diego Voliahttp://www.blogger.com/profile/04390370109863001667noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-7361636970691626402013-12-28T06:00:00.002+01:002013-12-28T06:00:34.555+01:00El foro NIHILISMO permanecerá cerrado<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiafW9c2Sq4WT3r8wIiUwLM3-Ti_MqqLlghtauAr7JCY3fJg1WMzQ7-lV2_amyNYifyjHC4PkuzKKQuzjU0ZvmvLuUhF-706udsKAHSqElp5E_BD5d4e8r_vHD9aQS_gn8lIfN7PI3f57zx/s1600/foronihilismo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiafW9c2Sq4WT3r8wIiUwLM3-Ti_MqqLlghtauAr7JCY3fJg1WMzQ7-lV2_amyNYifyjHC4PkuzKKQuzjU0ZvmvLuUhF-706udsKAHSqElp5E_BD5d4e8r_vHD9aQS_gn8lIfN7PI3f57zx/s1600/foronihilismo.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
El <a href="http://nihilismo.foroes.org/" target="_blank"><b>foro NIHILISMO</b></a> va a permanecer inaccesible hasta nuevo aviso. Sin embargo los que lo deseen pueden registrarse para que, cuando vuelva a estar activo, puedan recibir el aviso de la reapertura en su email.</div>
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-75798214691200651262013-12-10T08:39:00.002+01:002016-12-29T08:54:17.983+01:00Revista NADA nº4<div class="issuuembed" data-configid="4220664/5949142" style="height: 373px; width: 525px;">
</div>
<script async="true" src="//e.issuu.com/embed.js" type="text/javascript"></script><br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU_u8TXquwhJ-XRockxImfTwUYbr8Lxmfw1Gx0ABejMJx4IGlt0DWWvXwaowQwYiaFb9mCJBhMFFNeWI3kQdqu3YX10O_IOvsLVY9I5BPBX0j5FqSUGUm6H7-X0yRBtSUiLuclgP4lQqtN/s1600/portadan%C3%BAmero4.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhU_u8TXquwhJ-XRockxImfTwUYbr8Lxmfw1Gx0ABejMJx4IGlt0DWWvXwaowQwYiaFb9mCJBhMFFNeWI3kQdqu3YX10O_IOvsLVY9I5BPBX0j5FqSUGUm6H7-X0yRBtSUiLuclgP4lQqtN/s200/portadan%C3%BAmero4.png" width="136" /></a><b></b><br />
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b><br /></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b><b><br /></b></b>
<b>Del nuevo ídolo</b><br />
NIETZSCHE<br />
<br />
<b>La sociedad como negación</b><br />
Máximo Eléutheros<br />
<br />
<b>Sissí, la emperatriz nihilista </b><br />
Trinidad de LEÓN<br />
<br />
<b>Les appélistes</b><br />
Volianihil y Luis Besan<br />
<br />
<b>Sofia Kovalevskaya:</b><br />
<b>matemática y nihilista </b><br />
M.R.<br />
<br />
<b>Luciano de Samósata o el placer de fustigar</b><br />
Araceli de Bergerac <br />
<br />
<b>Los hombres que fueron poesía</b><br />
Adriana Leverkühn <br />
<br />
<b>280 millones de años de nihilismo</b><br />
C.O.<br />
<br />
<b>Nihilismo</b><br />
KROPOTKIN<br />
<br />
<b>Què collons podem fer?</b><br />
Acer de Gel<br />
<br />
<b>El nihilista preso</b><br />
Juan Cruz<br />
<br />
<a href="https://revistanada.com/" target="_blank">Revista nihilista</a>Unknownnoreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-13720475405405959842013-11-28T14:47:00.005+01:002013-11-28T14:47:55.432+01:00LA VERDADERA RELIGIÓN<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2oxQBV00CK5Yu3509UcotLdVb85gBsB31cpala5eGXRy3bNwYzuagdjernp-RTnOsK8ESX5slD0Sq8IPUfAKkiPnjDGL9aoRECD0dGBH4_EQmv-TkVHfsH3ZYkzEB6KQZtOqwhOY-Tr4T/s1600/religion_and_money.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2oxQBV00CK5Yu3509UcotLdVb85gBsB31cpala5eGXRy3bNwYzuagdjernp-RTnOsK8ESX5slD0Sq8IPUfAKkiPnjDGL9aoRECD0dGBH4_EQmv-TkVHfsH3ZYkzEB6KQZtOqwhOY-Tr4T/s320/religion_and_money.jpg" width="320" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Nadie sabe en qué mundo vivimos. Nadie comprende cómo funciona en realidad un conjunto tan grande y variado como es la humanidad. Sin embargo, existe un sistema que organiza, dirige y decide sobre lo humano. Es la verdadera religión y su dios, el Dinero.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A semejanza de cultos anteriores que se extendieron a lo largo y ancho de la Tierra. Esta nueva religión posee las escrituras, los templos, los profetas y todos los elementos indispensables para subyugar al creyente pero, a diferencia de creencias anteriores, es mucho más poderosa. Ha comprendido que es necesario que los creyentes piensen que pueden formar parte de la historia y participar en su construcción, para ello ha enmendado uno de los mayores errores de otras religiones. La recompensa no viene tras la muerte, muy al contrario, en esta religión no existe el mañana, sólo el ahora mismo. Esto aumenta exponencialmente la cantidad de creyentes que se dedican a fondo a seguir las enseñanzas con tal de conquistar su ansiada recompensa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La Sagrada Escritura se llama teoría del capitalismo y en ella se detalla el funcionamiento de una sociedad basada en la fe al dinero. Como todo texto sagrado, no requiere de comprensión por parte de los creyentes sino de ciega aceptación de las enseñanzas que los pontífices nos regalan en grandes discursos. Los altos sacerdotes de esta religión también se reúnen en cónclaves multitudinarios y se agrupan de diversas maneras: FMI, BM, OMC, BDI, BCE, Reserva Federal... De estos encuentros salen las órdenes que son transmitidas al clero regular, a quienes conocemos como políticos. Y son estos políticos quienes, a través de sus propios apóstoles, sus mensajeros y difusores de la obra divina, como son los medios de comunicación, nos transmiten los designios inescrutables del capital y nosotros, los creyentes, aceptamos y acatamos. Obviamente, no tienen suficiente con la mera transmisión del mensaje divino, para que éste se acepte y se acate sin más, necesitan que el terreno esté abonado, es decir, que la mente humana esté totalmente moldeada por la nueva fe. Para ello disponen del sistema educativo, una maquinaria perfectamente engrasada y capaz de fabricar a creyentes en la adoración del dinero a una velocidad de vértigo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por supuesto, esta religión también tiene sus preceptos, sus figuras mágicas y sus milagros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al igual que otras religiones más minoritarias se fundamenta en unos mandamientos o preceptos imprescindibles que se resumen en dos:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Amarás la propiedad privada por encima de todo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
- Santificarás el beneficio en cualquier ámbito de tu existencia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Estos dos mandamientos justifican por sí solos las mayores atrocidades y barbaridades que podamos imaginar. En su nombre se mata, se depreda, se violenta y se aniquila todo lo que se encuentre a nuestro alcance. Se justifica cualquier acción encaminada a cumplir estos mandamientos, sin importar cuántas vidas pueda costar ni cuánto dolor llegue a causar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí también encontramos una figura mágica como la santísima trinidad del caso cristiano. En este caso nos encontramos ante el binomio todopoderoso: el Estado y el Capital. Una sola figura cuando así conviene y figuras separadas si es lo mejor para el desarrollo de la fe.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De milagros esta religión anda sobrada, pero por seguir con la analogía cristiana podemos nombrar uno que a su lado la multiplicación de los panes y los peces queda como un juego de niños: se llama moneda de curso legal y el sistema de la reserva fraccionaria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En lugar de un templo por comunidad, los altos jerarcas han dispuesto docenas: los han llamado centros comerciales, centros de ocio, ciudades de descanso, etc… Además a modo de confesionarios disponen de innumerables sucursales bancarias que tienen abiertas sus puertas gran cantidad de horas al día. Allí se puede tener un contacto más directo con la divinidad y de paso reforzar la creencia de que se forma parte del plan maestro, así como demostrar el fervor solicitando más y más contacto con Dios. Para los inconformistas que necesitan expresar su devoción a todas horas han dispuesto los cajeros automáticos que, día a día, aumentan sus prestaciones para que todos podamos dar rienda suelta a nuestra fe (incluso para que aquellos que no estén dispuestos a asumir su condición de creyentes, los tengan allí preparados para ser quemados o arrasados). Si aún así necesitamos demostrar al resto que somos más creyentes que ellos, la jerarquía religiosa a puesto a nuestra disposición unas estampitas milagrosas llamadas tarjetas de crédito listas para ser exhibidas en cualquier momento y situación.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así la verdadera religión se impone al resto haciéndolas sucumbir ante su poderoso empuje y el arrollador poder terrenal frente a lo etéreo del resto de aspirantes al título de verdadera religión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Frente a esta realidad, como viene siendo costumbre, la respuesta es absolutamente pírrica y equivocada. Se focaliza la atención en un concepto como el de laicismo (Doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa) y se vuelca, sobre todo, en una lucha tan estéril como la de eliminar la enseñanza de religión en el sistema educativo. Si fuéramos mínimamente serios y rigurosos en el análisis de la situación lo que querríamos eliminar sería el propio sistema educativo tal y como lo conocemos, ya que no es otra cosa que una institución impregnada hasta la médula de las enseñanzas de la verdadera religión.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esto mismo vale para cualquier decisión tomada desde el aparato político oficial (como hemos dicho el Estado forma parte del binomio fundamental de esta religión) sólo hay que ver qué criterios de valoración y ejecución se siguen para cualquier cosa: ¿es viable económicamente un hospital? (como si eso fuera lo importante) ¿podemos permitirnos un sistema de pensiones? (pues matemos a los pensionistas ya que parece que lo importante es si económicamente es interesante mantener el sistema) y así con cualquier decisión que se os ocurra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así pues, volviendo a la definición de laicismo. Si de verdad queremos, tanto a nivel individual como colectivo, vivir de forma independiente de cualquier organización o confesión religiosa, sólo nos queda atacar los pilares fundamentales de esta verdadera religión que tiene un alcance global. Cuestionar y destruir sus preceptos básicos es la tarea fundamental y, para ello, no podemos olvidar toda la estructura formada a su alrededor con la misión de legitimar tan asqueroso y criminal orden del mundo. Al tiempo, debemos esforzarnos en pensar, construir y poner en marcha las alternativas a todo ello.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Vía <a href="http://quebrantandoelsilencio.blogspot.com.es/2013/11/la-verdadera-religion.html" target="_blank"><b>Quebrantando el silencio</b></a></div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-72940684644175873852013-09-30T21:04:00.000+02:002013-09-30T21:04:54.231+02:00La mente, una fábrica de recuerdos falsos<br />
<a href="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/09/30/130930113833_memoria_624x351_spl.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="Memoria" border="0" height="111" src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/09/30/130930113833_memoria_624x351_spl.jpg" width="200" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
La memoria humana se adapta y se moldea para ajustarse al mundo, y para ello es capaz de crear falsos recuerdos. Todos creamos recuerdos imaginados, y el artista británico Alasdair Hopwood se ha propuesto recopilar y mostrar una colección de ellos.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Durante el último año, Hopwood le pidió a la gente que contribuyera con anécdotas de recuerdos falsos que él luego convirtió en representaciones artísticas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y las historias que recibió van desde alguien que recuerda haberse comido un ratón vivo a quien recuerda cómo voló cuando era niño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Uno de los participantes contó que estaba convencido erróneamente de que la hermana de su novia había muerto en el consultorio del dentista. Tan firme era esta idea que mantuvo en secreto todas sus propias visitas al odontólogo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así lo cuenta: "Un día, durante la cena, ella dijo que iba a ir al dentista la siguiente semana. Se hizo silencio en la mesa, y mi madre dijo que debía ser duro para ella luego de lo que le había pasado a su hermana". Y esto bastó para convencerlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero este no es un caso excepcional. Los neurocientíficos dicen que muchos de nuestros recuerdos cotidianos están falsamente reconstruidos porque nuestra visión del mundo cambia constantemente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Trucos de la imaginación</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las pistas que pueden dirigir nuestros recuerdos en la dirección equivocada son sutiles.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Elizabeth Loftus mostró en 1994 en un célebre experimento que era capaz de convencer a una cuarta parte de los participantes de que se habían perdido en un centro comercial cuando eran pequeños.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En otra prueba similar en 2002 se logró convencer a la mitad de los participantes que habían volado en globo en la infancia con el simple truco de mostrarles "evidencias" fotográficas manipuladas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Falsos recuerdos" height="261" src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/09/30/130930114725_memoria_464x261_arhopwood_nocredit.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="464" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #505050; font-family: arial, verdana, sans-serif; line-height: 16px; text-align: start;">Varias personas "recordaron" que se habían perdido de niños por una imagen trucada.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
La psicóloga Kimberley Wade estuvo detrás de este trabajo en la Universidad de Warwick, en Reino Unido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para su proyecto, Hopwood le pidió Wade que hiciera un viaje real en globo aerostático, y las imágenes de ese vuelo ahora se exhiben con el resto de falsos de recuerdos recopilados y recreados por el artista para The False Memory Archive (Archivo de falsos recuerdos), una muestra que tiene lugar en Penzance, Reino Unido.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"He estado estudiando la memoria por más de una década, y aún me parece increíble que la imaginación pueda engañarnos para que pensemos que hicimos algo que nunca hicimos e impulsarnos a crear recuerdos ilusorios tan convincentes", dice Kimberley Wade.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La razón de que los recuerdos sean tan maleables es simplemente que hay demasiada información para absorber, explica la psicóloga.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Nuestro sistemas preceptivos no pueden notar absolutamente todo de nuestro entorno. Recibimos información a través de todos nuestros sentidos pero hay huecos", añade.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Así que cuando recordamos un evento, lo que hace nuestra memoria es rellenar esos huecos con lo que sabemos sobre el mundo".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Perder las llaves</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La mayor parte de los recuerdos falsos se refieren a situaciones cotidianas sin consecuencias reales, a excepción de las discusiones ocasionales sobre cosas triviales del tipo quién perdió las llaves.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero a veces, los recuerdos ilusorios pueden tener ramificaciones serias. El Proyecto Inocente (The Innocent Project), de Estados Unidos, ha elaborado una lista de personas que han sido absueltas tras lograr la anulación de identificaciones incorrectas por parte de testigos oculares.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El experto Christopher French, de la Universidad de Goldsmiths de Londres, dice que hay una falta de conciencia de lo poco confiable que es la memoria, especialmente en los sistemas legales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Aunque dentro de la psicología es una noción bien conocida y ampliamente aceptada por cualquiera que haya estudiado la bibliografía al respecto, no se conoce más generalmente en la sociedad", explica French.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img alt="Proyecto "Archivo de falsos recuerdos"" height="192" src="http://wscdn.bbc.co.uk/worldservice/assets/images/2013/09/30/130930114821_memoria1.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #505050; font-family: arial, verdana, sans-serif; line-height: 16px; text-align: start;">Otra foto manipulada convenció a algunas personas que habían volado en globo.</span></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Aún hay gente que cree que la memoria actúa como una cámara de video, así como personas que aceptan la noción freudiana de la represión, que sugiere que cuando sucede algo terrible se empuja el recuerdo hacia las profundidades del subconsciente".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, sostiene el experto, las evidencias de recuerdos reprimidos no son muy sólidas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
French también estuvo involucrado en el proyecto de arte de Hopwood.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al artista le fascina cómo las personas pueden estar tan convencidas de eventos completamente imaginarios.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Lo interesante es que las contribuciones al proyecto se convirtieron en mini retratos (aunque de forma anónima) y a pesar de que lo único que sabes de esa persona es algo que en verdad no ocurrió. Así que allí hay una bonita paradoja que me atrae como artista", dice Hopwood.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>Salvarnos del tigre</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
De acuerdo con otro investigador, los errores que comete la mente humana a veces tienen un propósito útil.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sergio Della Sala, experto en neurociencia cognitiva de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, lo explica de la siguiente manera.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Imagina que estás en la jungla y ves que la hierba se mueve. Lo más probable es que un humano entre en pánico y huya, ante la idea de que esté acechando un tigre.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una computadora, sin embargo, puede calcular y deducir que en el 99% de las ocasiones es el viento el que produce el movimiento. Si nos comportáramos como computadoras, cuando de hecho hubiera un tigre, nos comería.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"El cerebro está preparado para equivocarse 99 veces y salvarnos del tigre. Y eso es porque no es una computadora. Funciona con suposiciones irracionales. Es proclive al error y necesita atajos", dice Della Sala.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los falsos recuerdos, añade, son señales de un cerebro saludable. "Son subproductos de un sistema de memoria que funciona bien, que puede deducir muy rápido".</div>
<br />
Melissa HogenboomUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-2013361870863816092013-08-28T01:51:00.003+02:002013-08-28T02:40:30.228+02:00Eterna autocreación y eterna autodestrucción<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFXeAcYGiweeTFiSKg7pItHMCTCKVQYJx-gZmtaqUoR6G_EIBOa8oGH7qdwfpuYFqksUccWE3uv4EI_kIiZLHmmqmbYEZbyAuI2H-689RaNOBtJk79HkCBH5una49Nu_BTeI3foJzUjRFe/s1600/friedrich-nietzsche.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFXeAcYGiweeTFiSKg7pItHMCTCKVQYJx-gZmtaqUoR6G_EIBOa8oGH7qdwfpuYFqksUccWE3uv4EI_kIiZLHmmqmbYEZbyAuI2H-689RaNOBtJk79HkCBH5una49Nu_BTeI3foJzUjRFe/s200/friedrich-nietzsche.jpg" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Y sabéis cómo se me aparece «el mundo»? ¿Queréis que os lo muestre en mi espejo? El mundo: un monstruo de fuerza, sin principio ni fin; una cantidad de fuerza constante, inmutable, que no aumenta ni disminuye, que no se consume, sino tan sólo se transforma, siempre idéntica en su totalidad; una economía sin gastos y sin pérdidas, mas asimismo sin aumentos, sin ganancias; encerrado dentro de sus límites, de ninguna manera fluctuante, disipado; no de extensión infinita, sino como fuerza determinada incorporado a un espacio determinado, y no a un espacio que en alguna parte sea un «vacío», sino estando presente en todas partes como fuerza; como juego de fuerzas y ondas de fuerza uno y múltiple a la vez; acreciendo aquí y, al mismo tiempo, decreciendo allá; un mar de fuerzas que se entrecruzan y se atraviesan en su caótico fluir; cambiando eternamente; retornando eternamente en ciclos inconmensurables a través de flujo y reflujo de sus plasmaciones, pasando de las más simples a las más complejas, de lo más quieto, lo más rígido, lo más frío a lo más ardiente, lo más fiero, lo más contradictorio, y luego regresando de la plétora, del juego de contradicciones, a lo simple, hasta el deleite del unísono, afirmándose aun en esta identidad de sus órbitas y años; bendiciéndose a sí mismo como lo que ha de retornar eternamente, como Devenir que no sabe de hartura, hastío ni cansancio-; este mi mundo dionisíaco de eterna autocreación y de eterna autodestrucción; este mi «más allá del bien y el mal» sin meta, a menos que la ventura de anillo sea una meta; sin voluntad, a menos que un anillo esté animado de buena voluntad hacia sí mismo; -¿queréis un nombre para este mundo? ¿Una clave para todos, sus enigmas? ¿Una luz también para vosotros, los más ocultos, los más fuertes, los más intrépidos, los más tenebrosos?- ¡Este mundo es la voluntad de poder -nada más! ¡Y también vosotros mismos sois esta voluntad de poder -nada más!</div>
<br />
NIETZSCHE, La voluntad de poder.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-89370892920659883032013-07-04T15:06:00.000+02:002014-05-25T17:09:59.337+02:00Manifiesto de las mujeres nihilistas (Francia -1883)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3hoEGphucmw9Xvb6Xrx959JwOYaGB0JjC-J0MitZTab-gS7P1POQ7bV3qyS3oIXuZcv1DCFlir__YHA7_KzIgwmnar6EuJRlwPF000KMCi1Eq_5URvkI6-7xBw95nIE1xCcaMJnN3hcGx/s1024/mujeres+nihilistas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3hoEGphucmw9Xvb6Xrx959JwOYaGB0JjC-J0MitZTab-gS7P1POQ7bV3qyS3oIXuZcv1DCFlir__YHA7_KzIgwmnar6EuJRlwPF000KMCi1Eq_5URvkI6-7xBw95nIE1xCcaMJnN3hcGx/s320/mujeres+nihilistas.jpg" height="308" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que los hombres se entretengan parloteando sobre la Revolución, ¡que lo hagan! Las mujeres nihilistas, hartas de tanto aplazamiento, están determinadas a actuar. Pensando en la aniquilación de la burguesía, están listas para sacrificarlo todo por acelerar la realización de este proyecto, del odio inextinguible que las devora, sacarán todas las fuerzas necesarias para superar los obstáculos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero como este grandioso proyecto no se puede realizar en un solo día, se tomarán su tiempo, optando por usar, preferente e intermitentemente, el envenenamiento con el fin de acabar más fácilmente con esa maldita calaña.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Las mujeres nihilistas compensarán su falta de conocimiento científico y trucos de laboratorio mezclando pequeñas dosis en la comida de sus explotadores, sustancias mortales disponibles para los pobres y fáciles de manejar para las mujeres más ignorantes e inexpertas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entre cientos de ingredientes con resultados indiscutibles, podemos mencionar: el extracto de plomo, que se consigue en un par de días si dejas perdigones o trozos de plomo en vinagre; trozos de carne podrida; o cicuta, que se suele confundir con el perejil y crece en cualquier parte, en zanjas y cunetas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Al menos, les devolveremos a nuestros despreciables opresores algo de la maldad que nos dan ellos todos los días. Ya no apoyaremos más la tiranía felizmente sabiendo que la vida de nuestros enemigos está a nuestra merced… ¡Quieren ser los amos! Pues, ¡que sufran las consecuencias!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En los tres años de existencia de esta liga, cientos de familias burguesas han pagado el precio fatal, consumidas por misteriosas enfermedades que la medicina no puede definir ni evitar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Manos a la obra, pues, todas ustedes, que están hartas de sufrir y que buscan un remedio a su miseria, ¡imiten a las mujeres nihilistas!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Fuente: Le Drapeau Noir nº 4, 2 de septiembre de 1883, Lyón (Francia).</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4987287803174898263.post-64737884521197074412013-05-15T04:32:00.000+02:002013-05-16T23:21:25.989+02:00Revista NADA nº3<div class="issuuembed" data-configid="4220664/2445135" style="height: 425px; width: 600px;">
</div>
<script async="true" src="//e.issuu.com/embed.js" type="text/javascript"></script><br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghtkmB7AXcVjVH3tub84uDHdOAvb-6uRsI2z-Oms4XwTVjY9gp4aqTJj1dupURUUS74oWxgkBj45EhfCqVHjWhfrZJ7GlNmZi9LOaT7TLTOak4ENapZ1wfsR3Qn7LVqsA0Zn2imavNpHXE/s1600/REVISTA+NADA+3+PORTADA.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghtkmB7AXcVjVH3tub84uDHdOAvb-6uRsI2z-Oms4XwTVjY9gp4aqTJj1dupURUUS74oWxgkBj45EhfCqVHjWhfrZJ7GlNmZi9LOaT7TLTOak4ENapZ1wfsR3Qn7LVqsA0Zn2imavNpHXE/s320/REVISTA+NADA+3+PORTADA.png" width="231" /></a><b>ÍNDICE</b><br />
<br />
-Antimanifiesto Autodeterminista (Secta Nihilista)<br />
-Acerca de la inocencia organizada (Adilkno)<br />
-Idea del nihilismo (Diego Tatián)<br />
-El origen de la vanidad (Víctor Macells Matas)<br />
-NSK: Estado en el tiempo (IRWIN)<br />
-La praxis: ¿primer motor inmóvil de la teleología?<br />
(Javier Sampériz Serrat)<br />
-El "orgullo" de ser español (J. J. Acha)<br />
-ODIO EL TURISMO (Lansky)<br />
-Cuando Jung topó con Nietzsche<br />
-Blalla W. Hallmann: EL EMBAJADOR DEL ODIO<br />
-Crátes: Cínico (Marcel Schwob)<br />
-Arte poética (Nechayev)<br />
<br />
<a href="http://issuu.com/nihilismo/docs/revista_nada_3" target="_blank"><b>Leer online gratuitamente</b></a><br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com1